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Como ven el Pais?

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  • Re: Como ven el Pais?

    http://www.lanacion.com.ar/1949790-p...tura-comercial

    Primeros pasos hacia una mayor apertura comercial

    Nicolás Dujovne

    LUNES 24 DE OCTUBRE DE 2016





    Importar y exportar bienes en la Argentina era hasta el año pasado una aventura imposible. El lema casi norcoreano del kirchnerismo de que "no se importe ni un clavo" no llegó a implementarse, pero dejó algunos sectores con niveles de protección infinitos. Los pasos dados en los primeros meses de la administración Macri van marcando una secuencia en la que se administra el pasaje desde esa economía hacia otra con acuerdos comerciales con la Unión Europea y la Alianza del Pacífico. Administrar esa transición es equivalente a desarmar una bomba: el cable rojo no debe ser confundido con el azul. El Gobierno acaba de ensayar cortar uno de los cables al anunciar medidas para abaratar las importaciones de computadoras y notebooks.
    Hasta el año pasado, todas las compras al exterior requerían la autorización de la Secretaría de Comercio (con las DJAI). Luego había que saltar otra valla para obtener las divisas del Banco Central. Del lado de las exportaciones, el sector agropecuario soportaba retenciones y prohibiciones y, finalmente, regía un impuesto adicional proveniente de la existencia de tipos de cambio múltiples, que implicaba que quienes vendían al exterior sufrían una quita adicional de 30%.

    Con ese esquema la Argentina era una de las economías más cerradas del mundo. Eso explica cómo llegamos a que las importaciones de bienes de consumo representen apenas 1% del PBI, lo que nos ubica como uno de los cinco países con menos importaciones del mundo. Del lado de las exportaciones, el panorama es similar: la participación de la Argentina en el comercio internacional cayó desde un muy pobre 0,5% en 2011 hasta un ridículo 0,3% en 2015. Para exportar, hay que importar.
    Desde fines de 2015, los obstáculos más bizarros al comercio exterior han sido removidos. Sólo perduran algunas excepciones: las retenciones de 30% a las exportaciones de soja, y el Gobierno ha reemplazado las DJAI por un régimen de licencias no automáticas que abarcan el 15% de las posiciones arancelarias.

    Con este esquema, en el que los aranceles externos están definidos en el marco del Mercosur, la Argentina ha salido del mundo de lo estrambótico para ser simplemente una economía más cerrada que lo aconsejable: los aranceles del Mercosur son muy altos, y en un mundo donde proliferan los acuerdos bilaterales de comercio el Mercosur sólo ha logrado firmar uno muy limitado con la India.
    El Gobierno apuesta a que el Mercosur termine de acordar un tratado de libre comercio con la Unión Europea (UE) entre 2017 y 2018, mediante el cual fijaría un cronograma de apertura gradual, de no menos de 10 años, que actuaría como una guía para los sectores más protegidos de la industria local. Así, señalizaría que el desmantelamiento de la sobreprotección será gradual, pero inevitable. Al acuerdo con la UE podría sumarse otro con la Alianza del Pacífico a partir de 2018, si las elecciones de 2017 habilitaran a la administración Macri a adentrarse en el trabajoso campo de las reformas estructurales que seguirían a la actual etapa de normalización.
    Una Argentina más abierta generará cambios radicales en su estructura económica y en sus precios, que se parecerán más a los vigentes en el resto del mundo. Según la consultora Pricestats, los bienes en la Argentina son 30% más caros que en Estados Unidos. El 30% de sobreprecio en dólares de nuestros bienes trepa al 90% en la ropa, 100% en la electrónica, 130% en el caso del calzado y 140% en los juguetes. Compensando en parte esos enormes diferenciales, una compra básica en el supermercado que incluya carne, pollo, frutas, verduras, pan arroz, huevo, leche y queso cuesta en la Argentina 30% menos que en Estados Unidos. En alimentos, la Argentina es competitiva. No por casualidad el sector sobrevivió al kirchnerismo.
    Los sobreprecios se concentran en los sectores menos eficientes de la industria y donde el Gobierno ha concentrado casi todas las licencias no automáticas. Textiles, electrónicos, calzado y juguetes explican cerca del 7% del gasto de las familias argentinas, lo que equivale al consumo de unos US$ 25.000 millones al año en esos bienes. Si el actual sobrecosto de 100% que pagan los consumidores de esos bienes por sobre los precios internacionales bajase a un 25%, el gasto de las familias sería US$ 9000 millones más bajo.
    El efecto de largo plazo de un movimiento en esta dirección sería impresionante, ya que se verificaría un fuerte aumento del ingreso disponible de las familias. A nivel macroeconómico, aumentar el ingreso disponible de las familias por esta vía implicaría un mayor nivel de inversión, y a nivel microeconómico, habría más familias capaces de acceder a una vivienda, de mejorar la educación de sus hijos o de ahorrar dinero en el banco o gastar en otros bienes: nacerían empresas que aún no conocemos y que nadie defiende.

    Del lado de los costos, la apertura afectaría el empleo en esos sectores en el corto plazo. El empleo en blanco en los sectores productores de textiles, calzado, juguetes y electrónica suma unas 200.000 personas. Si le sumásemos otros 100.000 trabajadores informales, los puestos de trabajo en esos sectores totalizarían 300.000 personas. En tal caso, el tamaño de los sobreprecios pagados por los consumidores locales en relación con los precios internacionales alcanzaría a unos US$ 40.000 por empleado. Como los salarios difícilmente expliquen ese sobrecosto, es lógico pensar que la protección genera rentas extraordinarias gigantescas y que los empleados son, en muchos casos, usados como escudos humanos para defenderlas. El sobrecosto es tan alto que el margen para amortiguar la transición mediante políticas públicas es inmenso.
    Los salarios en dólares en el sector privado son exactamente iguales que los de 2001. Quince años con salarios estancados no es precisamente un éxito. Para que suban, hay que apostar a marchar en la dirección opuesta a la que recorrimos en el pasado. Por un lado, hay que buscar que la productividad por empleado aumente, generando una economía más competitiva en la cual haya más capital disponible por cada trabajador.
    Por otro lado, la apertura comercial en los países con poco capital y muchos trabajadores disponibles, como es el caso de la Argentina, genera una mejora en el precio del factor abundante, es decir, el del trabajo (los salarios). Sólo podemos ir en una dirección: más apertura, más competencia y mejores salarios.
    Last edited by marceloDC; 25-10-2016, 14:10.

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    • Re: Como ven el Pais?

      Originally posted by marceloDC View Post
      http://www.lanacion.com.ar/1949790-p...tura-comercial

      Primeros pasos hacia una mayor apertura comercial

      Nicolás Dujovne

      LUNES 24 DE OCTUBRE DE 2016





      Importar y exportar bienes en la Argentina era hasta el año pasado una aventura imposible. El lema casi norcoreano del kirchnerismo de que "no se importe ni un clavo" no llegó a implementarse, pero dejó algunos sectores con niveles de protección infinitos. Los pasos dados en los primeros meses de la administración Macri van marcando una secuencia en la que se administra el pasaje desde esa economía hacia otra con acuerdos comerciales con la Unión Europea y la Alianza del Pacífico. Administrar esa transición es equivalente a desarmar una bomba: el cable rojo no debe ser confundido con el azul. El Gobierno acaba de ensayar cortar uno de los cables al anunciar medidas para abaratar las importaciones de computadoras y notebooks.
      Hasta el año pasado, todas las compras al exterior requerían la autorización de la Secretaría de Comercio (con las DJAI). Luego había que saltar otra valla para obtener las divisas del Banco Central. Del lado de las exportaciones, el sector agropecuario soportaba retenciones y prohibiciones y, finalmente, regía un impuesto adicional proveniente de la existencia de tipos de cambio múltiples, que implicaba que quienes vendían al exterior sufrían una quita adicional de 30%.

      Con ese esquema la Argentina era una de las economías más cerradas del mundo. Eso explica cómo llegamos a que las importaciones de bienes de consumo representen apenas 1% del PBI, lo que nos ubica como uno de los cinco países con menos importaciones del mundo. Del lado de las exportaciones, el panorama es similar: la participación de la Argentina en el comercio internacional cayó desde un muy pobre 0,5% en 2011 hasta un ridículo 0,3% en 2015. Para exportar, hay que importar.
      Desde fines de 2015, los obstáculos más bizarros al comercio exterior han sido removidos. Sólo perduran algunas excepciones: las retenciones de 30% a las exportaciones de soja, y el Gobierno ha reemplazado las DJAI por un régimen de licencias no automáticas que abarcan el 15% de las posiciones arancelarias.

      Con este esquema, en el que los aranceles externos están definidos en el marco del Mercosur, la Argentina ha salido del mundo de lo estrambótico para ser simplemente una economía más cerrada que lo aconsejable: los aranceles del Mercosur son muy altos, y en un mundo donde proliferan los acuerdos bilaterales de comercio el Mercosur sólo ha logrado firmar uno muy limitado con la India.
      El Gobierno apuesta a que el Mercosur termine de acordar un tratado de libre comercio con la Unión Europea (UE) entre 2017 y 2018, mediante el cual fijaría un cronograma de apertura gradual, de no menos de 10 años, que actuaría como una guía para los sectores más protegidos de la industria local. Así, señalizaría que el desmantelamiento de la sobreprotección será gradual, pero inevitable. Al acuerdo con la UE podría sumarse otro con la Alianza del Pacífico a partir de 2018, si las elecciones de 2017 habilitaran a la administración Macri a adentrarse en el trabajoso campo de las reformas estructurales que seguirían a la actual etapa de normalización.
      Una Argentina más abierta generará cambios radicales en su estructura económica y en sus precios, que se parecerán más a los vigentes en el resto del mundo. Según la consultora Pricestats, los bienes en la Argentina son 30% más caros que en Estados Unidos. El 30% de sobreprecio en dólares de nuestros bienes trepa al 90% en la ropa, 100% en la electrónica, 130% en el caso del calzado y 140% en los juguetes. Compensando en parte esos enormes diferenciales, una compra básica en el supermercado que incluya carne, pollo, frutas, verduras, pan arroz, huevo, leche y queso cuesta en la Argentina 30% menos que en Estados Unidos. En alimentos, la Argentina es competitiva. No por casualidad el sector sobrevivió al kirchnerismo.
      Los sobreprecios se concentran en los sectores menos eficientes de la industria y donde el Gobierno ha concentrado casi todas las licencias no automáticas. Textiles, electrónicos, calzado y juguetes explican cerca del 7% del gasto de las familias argentinas, lo que equivale al consumo de unos US$ 25.000 millones al año en esos bienes. Si el actual sobrecosto de 100% que pagan los consumidores de esos bienes por sobre los precios internacionales bajase a un 25%, el gasto de las familias sería US$ 9000 millones más bajo.
      El efecto de largo plazo de un movimiento en esta dirección sería impresionante, ya que se verificaría un fuerte aumento del ingreso disponible de las familias. A nivel macroeconómico, aumentar el ingreso disponible de las familias por esta vía implicaría un mayor nivel de inversión, y a nivel microeconómico, habría más familias capaces de acceder a una vivienda, de mejorar la educación de sus hijos o de ahorrar dinero en el banco o gastar en otros bienes: nacerían empresas que aún no conocemos y que nadie defiende.

      Del lado de los costos, la apertura afectaría el empleo en esos sectores en el corto plazo. El empleo en blanco en los sectores productores de textiles, calzado, juguetes y electrónica suma unas 200.000 personas. Si le sumásemos otros 100.000 trabajadores informales, los puestos de trabajo en esos sectores totalizarían 300.000 personas. En tal caso, el tamaño de los sobreprecios pagados por los consumidores locales en relación con los precios internacionales alcanzaría a unos US$ 40.000 por empleado. Como los salarios difícilmente expliquen ese sobrecosto, es lógico pensar que la protección genera rentas extraordinarias gigantescas y que los empleados son, en muchos casos, usados como escudos humanos para defenderlas. El sobrecosto es tan alto que el margen para amortiguar la transición mediante políticas públicas es inmenso.
      Los salarios en dólares en el sector privado son exactamente iguales que los de 2001. Quince años con salarios estancados no es precisamente un éxito. Para que suban, hay que apostar a marchar en la dirección opuesta a la que recorrimos en el pasado. Por un lado, hay que buscar que la productividad por empleado aumente, generando una economía más competitiva en la cual haya más capital disponible por cada trabajador.
      Por otro lado, la apertura comercial en los países con poco capital y muchos trabajadores disponibles, como es el caso de la Argentina, genera una mejora en el precio del factor abundante, es decir, el del trabajo (los salarios). Sólo podemos ir en una dirección: más apertura, más competencia y mejores salarios.
      Todo muy lindo. Pero al tiempo asume otro gobierno y va en la dirección contraria. Lo cual hace que todo el laburo previo se vaya a la mierda. Falta un proyecto de país que lo vote el congreso y que no pueda ser alterado por el ejecutivo.

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      • Re: Como ven el Pais?

        Originally posted by Ibiza20v View Post
        Todo muy lindo. Pero al tiempo asume otro gobierno y va en la dirección contraria. Lo cual hace que todo el laburo previo se vaya a la mierda. Falta un proyecto de país que lo vote el congreso y que no pueda ser alterado por el ejecutivo.
        y, es un cambio cultural que va a costar mucho, mientras unos piensan que los dolares que nos ahorrariamos en textiles o electonica irian a inversiones que generarian otros empleos mas productivos, otros siguen queriendo cuidar el kioskito, mejor ejemplo Demendiguren.
        http://www.ambito.com/859905-cgt-y-l...leo-industrial

        CGT y legisladores van a monitorear el impacto de las importaciones en el empleo industrial


        El presidente de la Comisión de Industria de la Cámara baja, José Ignacio de Mendiguren, fue uno de los presentes.

        La CGT acordó este lunes con legisladores de las comisiones de Industria y de Economía de la Cámara de Diputados, la elaboración de un índice que medirá el impacto de las importaciones en el empleo y la producción nacional.

        "Los asistentes tuvieron un amplio acuerdo en cuanto a la inquietud por la apertura comercial que propicia el Gobierno, con la cual asoma el fantasma de la desocupación y el cierre de fábricas al no poder competir con las importaciones junto a la declaración de China como economía de mercado", indicó la CGT en un comunicado.

        Asimismo, señaló que "hubo una común preocupación por el proyecto de Ley de Asociación Público-Privada a tratarse en Diputados: Esta ley perjudica abiertamente a la Industria Nacional, sobre todo a las Pymes y da rienda suelta a una mayor extranjerización de la economía".

        Tras el encuentro, el presidente de la Comisión de Industria de la Cámara baja, José Ignacio de Mendiguren, indicó que se acordó "trabajar en la conformación de un índice que medirá como las variables del comercio exterior impactan en el nivel de empleo y el trabajo argentino".

        Dijo que también se concertó "instalar mecanismos de consulta permanente con la CGT, los gremios y el Congreso, para seguir de cerca la situación del empleo y la industria".

        El legislador del Frente Renovador y dirigente de la Unión Industrial Argentina dijo que le exigirán al Gobierno que "empiece a cuidar a la industria y al empleo, que es lo que le falta hacer".

        Del encuentro participaron también el presidente de la comisión de Economía y ex ministro de Economía, Axel Kicillof, los diputados, Facundo Moyano y Abel Furlan.

        Por la CGT asistieron el secretario General, Héctor Daer, junto a Francisco "Barba" Gutiérrez (UOM), Rodolfo Daer (Industria Alimenticia), Néstor Amicone (Calzado), Héctor Amichetti (Gráficos), Walter Correa (Trabajadores del cuero), entre otros.

        De Mendiguren, en declaraciones a la prensa, advirtió que "por este camino va a ser muy difícil crear empleo nuevo", al criticar la política de importaciones.

        Explicó que en el encuentro se analizaron la ley de presupuesto, la de participación pública y privada, la decisión del gobierno de apoyar la declaración que reconoce a China como economía de mercado, y el impacto de las importaciones en la industria.

        Agregó que la política de inversiones del Gobierno "por lo general no tienen derrame, porque son la obra pública o las comunicaciones y hoy necesitamos generar empleo rápido a lo largo y ancho de la Argentina".

        El legislador y empresario se quejó porque "las inversiones que están llegando no son para invertir en la producción, sino para aprovechar las tasas altas".

        "Estamos tomando deuda sin capacidad de repago que no viene para cambiar la matriz productiva y queremos que vaya a la industria, para que en vez de exportar soja exportemos biocombustibles, en vez de exportar harina exportemos fideos, que es lo que queremos defender desde el Congreso", dijo el legislador.

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        • Re: Como ven el Pais?

          Originally posted by marceloDC View Post
          http://www.lanacion.com.ar/1949790-p...tura-comercial

          Primeros pasos hacia una mayor apertura comercial

          Nicolás Dujovne

          LUNES 24 DE OCTUBRE DE 2016





          Importar y exportar bienes en la Argentina era hasta el año pasado una aventura imposible. El lema casi norcoreano del kirchnerismo de que "no se importe ni un clavo" no llegó a implementarse, pero dejó algunos sectores con niveles de protección infinitos. Los pasos dados en los primeros meses de la administración Macri van marcando una secuencia en la que se administra el pasaje desde esa economía hacia otra con acuerdos comerciales con la Unión Europea y la Alianza del Pacífico. Administrar esa transición es equivalente a desarmar una bomba: el cable rojo no debe ser confundido con el azul. El Gobierno acaba de ensayar cortar uno de los cables al anunciar medidas para abaratar las importaciones de computadoras y notebooks.
          Hasta el año pasado, todas las compras al exterior requerían la autorización de la Secretaría de Comercio (con las DJAI). Luego había que saltar otra valla para obtener las divisas del Banco Central. Del lado de las exportaciones, el sector agropecuario soportaba retenciones y prohibiciones y, finalmente, regía un impuesto adicional proveniente de la existencia de tipos de cambio múltiples, que implicaba que quienes vendían al exterior sufrían una quita adicional de 30%.

          Con ese esquema la Argentina era una de las economías más cerradas del mundo. Eso explica cómo llegamos a que las importaciones de bienes de consumo representen apenas 1% del PBI, lo que nos ubica como uno de los cinco países con menos importaciones del mundo. Del lado de las exportaciones, el panorama es similar: la participación de la Argentina en el comercio internacional cayó desde un muy pobre 0,5% en 2011 hasta un ridículo 0,3% en 2015. Para exportar, hay que importar.
          Desde fines de 2015, los obstáculos más bizarros al comercio exterior han sido removidos. Sólo perduran algunas excepciones: las retenciones de 30% a las exportaciones de soja, y el Gobierno ha reemplazado las DJAI por un régimen de licencias no automáticas que abarcan el 15% de las posiciones arancelarias.

          Con este esquema, en el que los aranceles externos están definidos en el marco del Mercosur, la Argentina ha salido del mundo de lo estrambótico para ser simplemente una economía más cerrada que lo aconsejable: los aranceles del Mercosur son muy altos, y en un mundo donde proliferan los acuerdos bilaterales de comercio el Mercosur sólo ha logrado firmar uno muy limitado con la India.
          El Gobierno apuesta a que el Mercosur termine de acordar un tratado de libre comercio con la Unión Europea (UE) entre 2017 y 2018, mediante el cual fijaría un cronograma de apertura gradual, de no menos de 10 años, que actuaría como una guía para los sectores más protegidos de la industria local. Así, señalizaría que el desmantelamiento de la sobreprotección será gradual, pero inevitable. Al acuerdo con la UE podría sumarse otro con la Alianza del Pacífico a partir de 2018, si las elecciones de 2017 habilitaran a la administración Macri a adentrarse en el trabajoso campo de las reformas estructurales que seguirían a la actual etapa de normalización.
          Una Argentina más abierta generará cambios radicales en su estructura económica y en sus precios, que se parecerán más a los vigentes en el resto del mundo. Según la consultora Pricestats, los bienes en la Argentina son 30% más caros que en Estados Unidos. El 30% de sobreprecio en dólares de nuestros bienes trepa al 90% en la ropa, 100% en la electrónica, 130% en el caso del calzado y 140% en los juguetes. Compensando en parte esos enormes diferenciales, una compra básica en el supermercado que incluya carne, pollo, frutas, verduras, pan arroz, huevo, leche y queso cuesta en la Argentina 30% menos que en Estados Unidos. En alimentos, la Argentina es competitiva. No por casualidad el sector sobrevivió al kirchnerismo.
          Los sobreprecios se concentran en los sectores menos eficientes de la industria y donde el Gobierno ha concentrado casi todas las licencias no automáticas. Textiles, electrónicos, calzado y juguetes explican cerca del 7% del gasto de las familias argentinas, lo que equivale al consumo de unos US$ 25.000 millones al año en esos bienes. Si el actual sobrecosto de 100% que pagan los consumidores de esos bienes por sobre los precios internacionales bajase a un 25%, el gasto de las familias sería US$ 9000 millones más bajo.
          El efecto de largo plazo de un movimiento en esta dirección sería impresionante, ya que se verificaría un fuerte aumento del ingreso disponible de las familias. A nivel macroeconómico, aumentar el ingreso disponible de las familias por esta vía implicaría un mayor nivel de inversión, y a nivel microeconómico, habría más familias capaces de acceder a una vivienda, de mejorar la educación de sus hijos o de ahorrar dinero en el banco o gastar en otros bienes: nacerían empresas que aún no conocemos y que nadie defiende.

          Del lado de los costos, la apertura afectaría el empleo en esos sectores en el corto plazo. El empleo en blanco en los sectores productores de textiles, calzado, juguetes y electrónica suma unas 200.000 personas. Si le sumásemos otros 100.000 trabajadores informales, los puestos de trabajo en esos sectores totalizarían 300.000 personas. En tal caso, el tamaño de los sobreprecios pagados por los consumidores locales en relación con los precios internacionales alcanzaría a unos US$ 40.000 por empleado. Como los salarios difícilmente expliquen ese sobrecosto, es lógico pensar que la protección genera rentas extraordinarias gigantescas y que los empleados son, en muchos casos, usados como escudos humanos para defenderlas. El sobrecosto es tan alto que el margen para amortiguar la transición mediante políticas públicas es inmenso.
          Los salarios en dólares en el sector privado son exactamente iguales que los de 2001. Quince años con salarios estancados no es precisamente un éxito. Para que suban, hay que apostar a marchar en la dirección opuesta a la que recorrimos en el pasado. Por un lado, hay que buscar que la productividad por empleado aumente, generando una economía más competitiva en la cual haya más capital disponible por cada trabajador.
          Por otro lado, la apertura comercial en los países con poco capital y muchos trabajadores disponibles, como es el caso de la Argentina, genera una mejora en el precio del factor abundante, es decir, el del trabajo (los salarios). Sólo podemos ir en una dirección: más apertura, más competencia y mejores salarios.
          Eso significa que tienen que subir el precio de los alimentos y bajar el costo de los salarios.
          Nicolás Dujovne periodista militante del radicalismo PRO

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          • Re: Como ven el Pais?

            Originally posted by AlejoR125M View Post
            Eso significa que tienen que subir el precio de los alimentos y bajar el costo de los salarios.
            Nicolás Dujovne periodista militante del radicalismo PRO
            Mas alla del carnet de afiliacion me parece mas importante esto que dice:

            Una Argentina más abierta generará cambios radicales en su estructura económica y en sus precios, que se parecerán más a los vigentes en el resto del mundo. Según la consultora Pricestats, los bienes en la Argentina son 30% más caros que en Estados Unidos. El 30% de sobreprecio en dólares de nuestros bienes trepa al 90% en la ropa, 100% en la electrónica, 130% en el caso del calzado y 140% en los juguetes. Compensando en parte esos enormes diferenciales, una compra básica en el supermercado que incluya carne, pollo, frutas, verduras, pan arroz, huevo, leche y queso cuesta en la Argentina 30% menos que en Estados Unidos. En alimentos, la Argentina es competitiva. No por casualidad el sector sobrevivió al kirchnerismo.
            Los sobreprecios se concentran en los sectores menos eficientes de la industria y donde el Gobierno ha concentrado casi todas las licencias no automáticas. Textiles, electrónicos, calzado y juguetes explican cerca del 7% del gasto de las familias argentinas, lo que equivale al consumo de unos US$ 25.000 millones al año en esos bienes. Si el actual sobrecosto de 100% que pagan los consumidores de esos bienes por sobre los precios internacionales bajase a un 25%, el gasto de las familias sería US$ 9000 millones más bajo.
            El efecto de largo plazo de un movimiento en esta dirección sería impresionante, ya que se verificaría un fuerte aumento del ingreso disponible de las familias. A nivel macroeconómico, aumentar el ingreso disponible de las familias por esta vía implicaría un mayor nivel de inversión, y a nivel microeconómico, habría más familias capaces de acceder a una vivienda, de mejorar la educación de sus hijos o de ahorrar dinero en el banco o gastar en otros bienes: nacerían empresas que aún no conocemos y que nadie defiende.

            Del lado de los costos, la apertura afectaría el empleo en esos sectores en el corto plazo. El empleo en blanco en los sectores productores de textiles, calzado, juguetes y electrónica suma unas 200.000 personas. Si le sumásemos otros 100.000 trabajadores informales, los puestos de trabajo en esos sectores totalizarían 300.000 personas. En tal caso, el tamaño de los sobreprecios pagados por los consumidores locales en relación con los precios internacionales alcanzaría a unos US$ 40.000 por empleado. Como los salarios difícilmente expliquen ese sobrecosto, es lógico pensar que la protección genera rentas extraordinarias gigantescas y que los empleados son, en muchos casos, usados como escudos humanos para defenderlas. El sobrecosto es tan alto que el margen para amortiguar la transición mediante políticas públicas es inmenso.

            Los salarios en dólares en el sector privado son exactamente iguales que los de 2001. Quince años con salarios estancados no es precisamente un éxito. Para que suban, hay que apostar a marchar en la dirección opuesta a la que recorrimos en el pasado. Por un lado, hay que buscar que la productividad por empleado aumente, generando una economía más competitiva en la cual haya más capital disponible por cada trabajador.


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            • Re: Como ven el Pais?

              Originally posted by AlejoR125M View Post
              Eso significa que tienen que subir el precio de los alimentos y bajar el costo de los salarios.
              Nicolás Dujovne periodista militante del radicalismo PRO
              Eh?

              Significa que tenes que hacerte fuerte via productividad y eficiencia.
              Laburar y ser mejor que el resto basicamente.

              La alternativa es ser un cagon y mediocre que se esconde defendiendo los intereses "del pueblo" (a.k.a. sustitucion de importaciones)

              Comment


              • Re: Como ven el Pais?

                Originally posted by Darío# View Post
                Eh?

                Significa que tenes que hacerte fuerte via productividad y eficiencia.
                Laburar y ser mejor que el resto basicamente.

                La alternativa es ser un cagon y mediocre que se esconde defendiendo los intereses "del pueblo" (a.k.a. sustitucion de importaciones)
                Deberian sacar el subsidio al paco claramente.

                Comment


                • Re: Como ven el Pais?

                  Creo que la ultima ves que entre al foro todavía vivía el tuerto, me parece


                  aunque veo varios muertos que todavía están por aca

                  Comment


                  • Re: Como ven el Pais?

                    Apa!!!

                    Comment


                    • Re: Como ven el Pais?

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                      • Re: Como ven el Pais?

                        Originally posted by grossotano View Post
                        Creo que la ultima ves que entre al foro todavía vivía el tuerto, me parece
                        Y maso desde el ultimo campeonato de ferrari en f1[emoji12]


                        Se te extraño

                        Comment


                        • Re: Como ven el Pais?

                          Originally posted by ROFI View Post
                          Y maso desde el ultimo campeonato de ferrari en f1[emoji12]


                          Se te extraño
                          Jaaaaaaa

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                          • Re: Como ven el Pais?

                            rofi, no te prendiste en el cienpies humano que organizo leandro con gerardo, ariel castillo, ibiza y un par mas?

                            me entere que todavia estan abotonados


                            vamos a darnos una vuelta a ver que novedades hay por aca

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                            • Re: Como ven el Pais?

                              Pongan los fideos! Jajaja


                              Enviado desde mi iPad utilizando Tapatalk

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                              • Re: Como ven el Pais?

                                Vieron que Absolvieron a Fernando Carrera?
                                Acabo de ver "El rati Horror Show"
                                Terminas asqueado loco...

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