
me dan ganas de escribir largo y tendido sobre la vida de un de los personajes más admirables que el mundo de los motores ha dado en este siglo: Soichiro Honda. Este aprendiz de mecánico, pluriexpulsado de cada una de las instituciones educativas de las que formó parte, fue el único individuo que le plantó seriamente batalla a los grandes constructores de su país y su articulada corporación con el arma más poderosa que el hombre tiene a disposición: su ingenio. Por ahora limitamos el relato a una imagen emblemática de este personaje sentado sobre un Fórmula Uno construido enteramente por su gente. Si Mercedes-Benz tuvo el mérito de ganar un campeonato del mundo diez años después de haber terminado la guerra, Honda tiene el embriagador aroma de la epopeya al hacer ganar en un Gran Premio de F1 un auto proveniente de un país al que dos décadas antes le caían dos bombas atómicas, y en el que la tradición automovilística era igual a cero hasta los años sesenta. No sólo logró eso, sino que además ganaba campeonatos del mundo de motos, desbancando también del mercado el mito de la moto inglesa.
Sin dudas, el gran personaje que dio la historia mecánica asiática, y que merece un lugar de privilegio entre las celebridades más destacadas del mundo motor. No dejen de leer su historia y sus hazañas. Vale la pena.

mal ojo para elegir piloto, no????
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