El baúl abierto, un nuevo truco para evitar castigos
La viveza criolla no tiene límites; y se reinventa cada día. Ahora, para eludir las fotomultas en lugares prohibidos para estacionar, muchos automovilistas dejan el baúl del auto levantado. De esa manera, no se puede captar la patente trasera y la infracción no tiene castigo.
La nueva modalidad puede verse en zonas acomodadas, como Salguero y Cerviño o Pacheco de Melo y Billinghurst, pero también en barrios históricos de clase media como Flores, Caballito o Palermo. Se aplica a autos viejos y a modelos lujosos. Quedan afuera únicamente algunas camionetas 4x4 y los autos que llevan la patente sobre el paragolpes. En general, se usa para hacer trámites o para una compra que dure minutos.
Lentamente, el nuevo método viene sumando adeptos. Y se suma a los más tradicionales, como tapar o adulterar la patente. La diferencia está en la sanción. "No hay una multa específica por levantar el baúl, únicamente se le puede hacer por mal estacionamiento", que tiene un costo de $ 37,50", confirmaron en el Gobierno porteño. En cambio, por obstruir la patente, hay un agravante previsto en la ley 451. De esa manera, al costo básico del mal estacionamiento hay que sumarle un mínimo de $ 200.
Según datos del Ministerio de Justicia, en mayo de este año se hicieron 2019 multas por ese motivo.
La enorme mayoría las hacen los policías o los agentes porteños. Y una minoría son fotomultas.
"Les propusimos (a las empresas) agregar otra cámara en cada camioneta para sacar una foto de frente o bajarse del auto para liberar la patente, pero nos dijeron que no", contó un funcionario. Sin embargo, el Gobierno realiza operativos en zonas donde la falta es muy frecuente, como los alrededores del Hospital Italiano. "Vamos con grúas y remolcamos los autos", dijo esa misma fuente.
En algunos casos, la decisión de tapar es de los cuidacoches. La infracción es muy común también en las concesionarias, remiserías y talleres mecánicos sobre avenidas. En Córdoba, Triunvirato y Juan B. Justo hay decenas de casos. El método puede variar: un trapo, una cinta, modificar las letras o los números con cinta adhesiva, poner un cd al costado de la chapa, son algunos. "La mayoría no sirven. Los técnicos de la Dirección de Infracciones generalmente logran identificar el auto", dijo un funcionario.
NICOLAS PIZZI
Link: El baúl abierto, un nuevo truco para evitar castigos
La viveza criolla no tiene límites; y se reinventa cada día. Ahora, para eludir las fotomultas en lugares prohibidos para estacionar, muchos automovilistas dejan el baúl del auto levantado. De esa manera, no se puede captar la patente trasera y la infracción no tiene castigo.
La nueva modalidad puede verse en zonas acomodadas, como Salguero y Cerviño o Pacheco de Melo y Billinghurst, pero también en barrios históricos de clase media como Flores, Caballito o Palermo. Se aplica a autos viejos y a modelos lujosos. Quedan afuera únicamente algunas camionetas 4x4 y los autos que llevan la patente sobre el paragolpes. En general, se usa para hacer trámites o para una compra que dure minutos.
Lentamente, el nuevo método viene sumando adeptos. Y se suma a los más tradicionales, como tapar o adulterar la patente. La diferencia está en la sanción. "No hay una multa específica por levantar el baúl, únicamente se le puede hacer por mal estacionamiento", que tiene un costo de $ 37,50", confirmaron en el Gobierno porteño. En cambio, por obstruir la patente, hay un agravante previsto en la ley 451. De esa manera, al costo básico del mal estacionamiento hay que sumarle un mínimo de $ 200.
Según datos del Ministerio de Justicia, en mayo de este año se hicieron 2019 multas por ese motivo.
La enorme mayoría las hacen los policías o los agentes porteños. Y una minoría son fotomultas.
"Les propusimos (a las empresas) agregar otra cámara en cada camioneta para sacar una foto de frente o bajarse del auto para liberar la patente, pero nos dijeron que no", contó un funcionario. Sin embargo, el Gobierno realiza operativos en zonas donde la falta es muy frecuente, como los alrededores del Hospital Italiano. "Vamos con grúas y remolcamos los autos", dijo esa misma fuente.
En algunos casos, la decisión de tapar es de los cuidacoches. La infracción es muy común también en las concesionarias, remiserías y talleres mecánicos sobre avenidas. En Córdoba, Triunvirato y Juan B. Justo hay decenas de casos. El método puede variar: un trapo, una cinta, modificar las letras o los números con cinta adhesiva, poner un cd al costado de la chapa, son algunos. "La mayoría no sirven. Los técnicos de la Dirección de Infracciones generalmente logran identificar el auto", dijo un funcionario.
NICOLAS PIZZI
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