Marcos Di Palma dejó el Turismo Carretera. Seguirá en Top Race y quiere ayudar a los enfermos de cáncer.
Le dio vueltas a la idea durante el último medio año. Unos días antes de la fecha final en Buenos Aires se la comunicó a su mujer, Paula. Luego habló con sus tres patrocinadores principales, Guillermo Kissling (responsable técnico del Chevrolet) y el motorista Jorge Pedersoli. También le había contado sus planes a Alejandro Urtubey, el presidente del Top Race. El sábado, en el Autódromo, encaró a Oscar Aventin y le anunció que dejaría el TC. Desde que tomó la determinación, Marcos Di Palma se sentía aliviado, como si se hubiese deshecho de una carga.
El arrecifeño decidió dejar la categoría por tiempo indeterminado, aunque deslizó que podría volver en algunos años. "El TC es parte de mi vida", le dijo a la revista Corsa. En cambio, continuará compitiendo en Top Race. Para esa especialidad, Di Palma tentó a los Kissling (Guillermo y su hijo Cristian) para que alisten dos coches, el suyo y otro para Omar Martínez. Este año, Marquitos corrió en la escudería del Gurí.
Icono de Chevrolet, Di Palma obtuvo su último triunfo hace más de tres años (en Paraná), y con Torino. Fue durante su corta estadía con la marca, disconforme con las supuestas desventajas reglamentarias que afrontaban las Chevy. Luego regresó a Chevrolet pero ya no pudo vencer. Este año concluyó 19º en el campeonato. Su último ascenso al podio ocurrió más de un año atrás, en el cierre del torneo 2008, con el tercer puesto en Buenos Aires.
Con presupuesto disponible para seguir en TC según allegados, Di Palma decidió otro camino. Contó cuánto cambió luego de haber leído la biografía del ciclista estadounidense Lance Armstrong, quien superó un cáncer y ganó siete veces el Tour de France. Incluso se compró una bicicleta y equipamiento profesional para entrenarse en la ruta: se lo vio dando vueltas en distintos circuitos este año. Cuando le contó la iniciativa a Urtubey, acordó con el salteño un sueldo para continuar compitiendo en Top Race aunque desde mediados de 2010 pretende hacerlo sin publicidades en el coche y usando el prototipo como fuente de recaudación para una obra de beneficencia que se ocupe de los enfermos de cáncer. Aún intenta darle forma a la iniciativa con el consejo de allegados y profesionales.
Marcos dejó el TC. El tiempo, que suele acomodar todo en su sitio, le dará el lugar que merece, igual que a esta historia.
Afuera
Le dio vueltas a la idea durante el último medio año. Unos días antes de la fecha final en Buenos Aires se la comunicó a su mujer, Paula. Luego habló con sus tres patrocinadores principales, Guillermo Kissling (responsable técnico del Chevrolet) y el motorista Jorge Pedersoli. También le había contado sus planes a Alejandro Urtubey, el presidente del Top Race. El sábado, en el Autódromo, encaró a Oscar Aventin y le anunció que dejaría el TC. Desde que tomó la determinación, Marcos Di Palma se sentía aliviado, como si se hubiese deshecho de una carga.
El arrecifeño decidió dejar la categoría por tiempo indeterminado, aunque deslizó que podría volver en algunos años. "El TC es parte de mi vida", le dijo a la revista Corsa. En cambio, continuará compitiendo en Top Race. Para esa especialidad, Di Palma tentó a los Kissling (Guillermo y su hijo Cristian) para que alisten dos coches, el suyo y otro para Omar Martínez. Este año, Marquitos corrió en la escudería del Gurí.
Icono de Chevrolet, Di Palma obtuvo su último triunfo hace más de tres años (en Paraná), y con Torino. Fue durante su corta estadía con la marca, disconforme con las supuestas desventajas reglamentarias que afrontaban las Chevy. Luego regresó a Chevrolet pero ya no pudo vencer. Este año concluyó 19º en el campeonato. Su último ascenso al podio ocurrió más de un año atrás, en el cierre del torneo 2008, con el tercer puesto en Buenos Aires.
Con presupuesto disponible para seguir en TC según allegados, Di Palma decidió otro camino. Contó cuánto cambió luego de haber leído la biografía del ciclista estadounidense Lance Armstrong, quien superó un cáncer y ganó siete veces el Tour de France. Incluso se compró una bicicleta y equipamiento profesional para entrenarse en la ruta: se lo vio dando vueltas en distintos circuitos este año. Cuando le contó la iniciativa a Urtubey, acordó con el salteño un sueldo para continuar compitiendo en Top Race aunque desde mediados de 2010 pretende hacerlo sin publicidades en el coche y usando el prototipo como fuente de recaudación para una obra de beneficencia que se ocupe de los enfermos de cáncer. Aún intenta darle forma a la iniciativa con el consejo de allegados y profesionales.
Marcos dejó el TC. El tiempo, que suele acomodar todo en su sitio, le dará el lugar que merece, igual que a esta historia.
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