Gto Evoluzione (Grupo B)
Sobre todo difiere en la parte trasera, saturada de tomas de aire, pero también el parabrisas es distinto. Ahora bien, si se sueltan los cuatro cierres de seguridad y se levantan los enormes carenados delantero y trasero, sí se encuentra cierto parentesco. Es inconfundible. El núcleo central presenta la forma del GTO, y las formas y vericuetos del chasis tubular tipo malla recuerdan al modelo del que deriva, contando, además, con algunos detalles a modo de refuerzo. “El chasis y la carrocería” explica el ingeniero Nicola Materazzi, padre adoptivo del Evoluzione “son cerca de un 40 por ciento más ligeros que en el GTO normal, mientras que la rigidez a la torsión es tres veces mayor.” Este resultado se debe, rincipalmente, al empleo de tubos más finos en este chasis tubular más complejo (al que también le ha sido añadido un arco antivuelco) y al uso de fibra de carbono. Este material, de poco peso y muy resistente, influye decisivamente en la robustez estructural del Evoluzione.
Para acceder al interior del coche hay que superar una barrera hecha de este material: entre las columnas A y B hay una mampara de casi 20 centímetros de altura, que convierte el acceso en un difícil ejercicio de gimnasia. Sin embargo, es preferible así, pues aún recordamos el comentario de Materazzi: “Nos hemos esforzado mucho en que el habitáculo resulte especialmente rígido.”
Una mirada a nuestro alrededor deja las cosas claras: faldones bastante cuadrados pero bien proporcionados, arco antivuelco que incluye barras diagonalesdebajo del techo (forrado en tela), chapa de aluminio, desnuda, en el suelo, mampara de fibra de carbono detrás de los asientos y, delante de los ojos, directamente en el campo visual, un salpicadero extraordinariamente lujoso para un coche de competición, “mullido y forrado en tela”.
La mirada se dirige hacia el volante en serie del GTO, gira hasta el gran cuentavueltas dispuesto en el centro y queda fija en una pequeña ruedecilla de aluminio, a la derecha del botón de arranque. ¿El regulador e carga? ¡Nada de eso!, los gritos de los mecánicos hacen que la mano del piloto retroceda inmediatamente. Se trata del mando para regular el reparto de la fuerza de frenada entre e eje delantero y trasero. Bastantes problemas le causó ya dicha ruedecilla a Pinto. Puesto y apretado el cinturón/arnés de seguridad de seis puntos de anclaje, ya nadie piensa en la pequeña ruedecilla. Ha llegado el momento de girar la llave de contacto, accionar el arranque y acelerar un poco. Naturalmente, el ocho cilindros situado a nuestra espalda se pone a la primera. Al fin y al cabo los mecánicos lo habían calentado cuidadosamente mientras el piloto hacía acopio de fuerzas tomando un «cappuccino». Un potente pisotón sobre el pedal del embrague y, mientras los ayudantes empujan suavemente el coche, los egramajes del cambio se colocan en posición y engranan.
Los 650 CV. a 7.800 vueltas no están nada mal para un motor de competición de 2,8 litros. La potencia específica se situaba en nada menos que 228 CV/l. y la relación peso/potencia de dicho GTO tampoco se quedaba atrás, con 1,5 kg. por caballo. En comparación, el motor biturbo lo tiene más fácil con sus desarrollos de transmisión más largos, incluso a velocidades superiores a los 300 km/h. Según Materazzi, el coche puede llegar a una velocidad punta de 370 km/h., debido también, en parte, a su excelente coeficiente de penetración. En el túnel de viento de Fiat se ha constatado un coeficiente de apenas 0,29 y su superficie de ataque es de sólo 1,8 m2. En las vueltas de prueba en Imola la velocidad m máxima no era lo más importante; ningún instrumento la podía indicar. Pero sí fue interesante confirmar que en las curvas rápidas el GTO parece seguir unos raíles y que presenta una motricidad excelente. Este es el resultado; por un lado, del clásico bastidor de competición y de los enormes «slicks» Michelín, y por otro, de que la carrocería fuera diseñada y ajustada para que no presentara ningún tipo de empuje ascensional positivo. Esto se ha logrado por medio de un alerón posterior y una zaga cortada a ras, sin olvidar los bajos, con su desarrollado «efecto suelo». Por supuesto, el Evoluzione ha sido ajustado para mostrar una tendencia subviradora, pero esto no molesta ni siquiera en curvas cerradas. Además, siempre existe la posibilidad básica de corregir la trayectoria dosificando el acelerador. Nadie puede tomar a mal que el accionamiento de embrague, dirección y frenos exija muchos más músculos que en un Ferrari de serie. A cambio, hay que destacar que, a pesar de su durísima suspensión, no es en absoluto un coche nervioso, al contrario que muchos modelos de competición de similar calibre.
FICHA TECNICA
Modelo Ferrari GTO Evoluzione Año 1987 Motor V8 de 90 grados twin turbo (IHI) de 2855 cc y 32 válvulas en posición central Potencia 650 HP a 7800 rpm Torque (máx) 667 Nm a 4800 rpm Transmisión Caja de cambios manual de cinco velocidades. Tracción posterior Velocidad (máx) 370 km/h Aceleración
(0-100 km/h) 4" Suspensión Delantera y trasera independiente Frenos Discos ventilados en las cuatro ruedas Peso 940 kg Relación Peso/Potencia 1.45 kg/HP Distancia entre ejes 2450 mm Largo 4225 mm Ancho 1970 mm Alto 1100 mm
UNA VERDADERA BESTIA DE LA DECADA DEL 80
ACASO LE VEN UN PARECIDO CON OTRA FERRARI.....?
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