Como unos verdaderos artistas podrían definirse a los mecánicos que transformaban vehículos comunes y corrientes, en falsos Ferrari, en España, que luego vendían a interesados que sabían que las piezas no eran originales.
Usaban y amoldaban fibras de vidrio para imitar la carrocería de estos exclusivos automóviles, que luego montaban y pintaban. Las piezas que no podían igualar, las importaban de Inglaterra o las encargaban a la propia fábrica de Ferrari.
Además contaban con una tienda donde pedían que les crearan los logos y signos distintivos de ambas marcas, para afinar su trabajo. Así, el diseño externo, interno e incluso los detalles del motor simulaban casi a la perfección a los vehículos originales.
El taller fue desmantelado por Policía Nacional que cuando los detuvo tenían 17 copias de los modelos F 430, F 430 Spider y F 458 y dos imitaciones de Aston Martin. Las imitaciones las vendían a través de dos páginas web por unos $ 27 millones, cuando el precio de uno auténtico ronda los $ 136 millones.
La investigación comenzó tras una denuncia del representante de Ferrari en España, quien detectó la venta en Internet y acusó el delito de derechos de propiedad industrial.
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http://www.lasegunda.com/Noticias/In...falsos-Ferrari
Usaban y amoldaban fibras de vidrio para imitar la carrocería de estos exclusivos automóviles, que luego montaban y pintaban. Las piezas que no podían igualar, las importaban de Inglaterra o las encargaban a la propia fábrica de Ferrari.
Además contaban con una tienda donde pedían que les crearan los logos y signos distintivos de ambas marcas, para afinar su trabajo. Así, el diseño externo, interno e incluso los detalles del motor simulaban casi a la perfección a los vehículos originales.
El taller fue desmantelado por Policía Nacional que cuando los detuvo tenían 17 copias de los modelos F 430, F 430 Spider y F 458 y dos imitaciones de Aston Martin. Las imitaciones las vendían a través de dos páginas web por unos $ 27 millones, cuando el precio de uno auténtico ronda los $ 136 millones.
La investigación comenzó tras una denuncia del representante de Ferrari en España, quien detectó la venta en Internet y acusó el delito de derechos de propiedad industrial.
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