Diario Clarin 27/10
Con el sello del bicampeón
Una serie limitada, para festejar el título de 2005, con motor turbo de 225 CV. ¿Estarán preparando la nueva edición?
Los logros deportivos conseguidos por un constructor de autos son una muestra de su excelencia mecánica y tecnológica. Y si esas victorias son obtenidas en la Fórmula 1, esa marca ha llegado a la cima. Renault lo acaba de hacer por segunda vez consecutiva. Pero para conmemorar los títulos alcanzados en 2005 (el de pilotos, logrado por Fernando Alonso, y el de constructores), la marca del rombo lanzó una edición limitada basada en el Mégane de tres puertas. Clarín Autos estuvo en Francia y manejó este deportivo que entrega muchas más sensaciones de las que aparenta. Está claro que puede resultar más sencillo para Ferrari o para Mercedes-Benz relacionar un auto de calle con la tecnología de F1. Sin embargo, Renault ha dotado a este Mégane con características estéticas y dinámicas únicas.
Lo primero que llama la atención es su carrocería, especialmente para los argentinos, ya que la base es la versión de tres puertas, que aquí no se vende. A su figura vanguardista, le suma una gran toma de aire decorada con una rejilla cuadriculada negra. Este elemento se repite en el sector trasero, en donde se destaca la doble salida de escape, ubicada en el centro del paragolpes. Las enormes llantas de 18 pulgadas (las versiones estándar vienen con llantas de 15") tiene un diseño de 12 rayos y están pintadas de negro, lo que realza aún más su estilo deportivo Además, tanto en la trompa como en la cola aparece el logo del Renault F1 Team y dos pequeñas franjas, una amarilla y la otra celeste, representan los colores del equipo.
El interior del Mégane F1 Team respeta el estilo general de las versiones convencionales. La consola central, el resto de la plancha, el volante y los paneles de puertas casi no tienen modificaciones. Lo más llamativo del habitáculo son las butacas deportivas Recaro y la pedalera de aluminio. El volante, forrado en cuero, tiene una costura roja en el centro de la parte alta del aro, que nos indica cuando las ruedas están derechas. En la parte baja de la consola hay una chapa que certifica la condición de edición limitada de este modelo. La unidad que manejó Clarín Autos era la Nø 0031.
El motor es una evolución del que llevan modelos más grandes en Europa, como el Vel Satis o el Espace. Es un naftero de 2.0 litros, 4 cilindros y un turbocompresor que entrega un potencia de 225 CV. El 90 % de su torque de 31 kgm está disponible entre las 2.000 y las 6.000 rpm. En otras palabras, y gracias también a la caja manual de 6 velocidades, el Mégane F1 Team empuja en cualquier momento que se lo exija. La aceleración es muy progresiva y casi no se advierte la intervención del turbo. Además, la precisión y los cortos recorridos de la selectora invitan a ir "jugando" permanentemente con la caja de cambios, especialmente si el circuito es trabado.
Si bien se trata de un vehículo de suspensiones firmes y con neumáticos de perfil muy bajo (235/40 R18), no nos resultó del todo incómodo en superficies desparejas. Pero sí resulta sumamente divertido entrelazar curvas, ya que lo hace casi a la perfección. La dirección, con asistencia progresiva en función de la velocidad, ofrece una precisión asombrosa y el auto entra en la curva por donde se lo indique el conductor. Los frenos Brembo se mostraron muy potentes. Si bien tiene controles de tracción y de estabilidad, estos están adaptados al comportamiento deportivo de este Mégane. Como para sentirse Fernando Alonso en un Gran Premio.
Con el sello del bicampeón
Una serie limitada, para festejar el título de 2005, con motor turbo de 225 CV. ¿Estarán preparando la nueva edición?
Los logros deportivos conseguidos por un constructor de autos son una muestra de su excelencia mecánica y tecnológica. Y si esas victorias son obtenidas en la Fórmula 1, esa marca ha llegado a la cima. Renault lo acaba de hacer por segunda vez consecutiva. Pero para conmemorar los títulos alcanzados en 2005 (el de pilotos, logrado por Fernando Alonso, y el de constructores), la marca del rombo lanzó una edición limitada basada en el Mégane de tres puertas. Clarín Autos estuvo en Francia y manejó este deportivo que entrega muchas más sensaciones de las que aparenta. Está claro que puede resultar más sencillo para Ferrari o para Mercedes-Benz relacionar un auto de calle con la tecnología de F1. Sin embargo, Renault ha dotado a este Mégane con características estéticas y dinámicas únicas.
Lo primero que llama la atención es su carrocería, especialmente para los argentinos, ya que la base es la versión de tres puertas, que aquí no se vende. A su figura vanguardista, le suma una gran toma de aire decorada con una rejilla cuadriculada negra. Este elemento se repite en el sector trasero, en donde se destaca la doble salida de escape, ubicada en el centro del paragolpes. Las enormes llantas de 18 pulgadas (las versiones estándar vienen con llantas de 15") tiene un diseño de 12 rayos y están pintadas de negro, lo que realza aún más su estilo deportivo Además, tanto en la trompa como en la cola aparece el logo del Renault F1 Team y dos pequeñas franjas, una amarilla y la otra celeste, representan los colores del equipo.
El interior del Mégane F1 Team respeta el estilo general de las versiones convencionales. La consola central, el resto de la plancha, el volante y los paneles de puertas casi no tienen modificaciones. Lo más llamativo del habitáculo son las butacas deportivas Recaro y la pedalera de aluminio. El volante, forrado en cuero, tiene una costura roja en el centro de la parte alta del aro, que nos indica cuando las ruedas están derechas. En la parte baja de la consola hay una chapa que certifica la condición de edición limitada de este modelo. La unidad que manejó Clarín Autos era la Nø 0031.
El motor es una evolución del que llevan modelos más grandes en Europa, como el Vel Satis o el Espace. Es un naftero de 2.0 litros, 4 cilindros y un turbocompresor que entrega un potencia de 225 CV. El 90 % de su torque de 31 kgm está disponible entre las 2.000 y las 6.000 rpm. En otras palabras, y gracias también a la caja manual de 6 velocidades, el Mégane F1 Team empuja en cualquier momento que se lo exija. La aceleración es muy progresiva y casi no se advierte la intervención del turbo. Además, la precisión y los cortos recorridos de la selectora invitan a ir "jugando" permanentemente con la caja de cambios, especialmente si el circuito es trabado.
Si bien se trata de un vehículo de suspensiones firmes y con neumáticos de perfil muy bajo (235/40 R18), no nos resultó del todo incómodo en superficies desparejas. Pero sí resulta sumamente divertido entrelazar curvas, ya que lo hace casi a la perfección. La dirección, con asistencia progresiva en función de la velocidad, ofrece una precisión asombrosa y el auto entra en la curva por donde se lo indique el conductor. Los frenos Brembo se mostraron muy potentes. Si bien tiene controles de tracción y de estabilidad, estos están adaptados al comportamiento deportivo de este Mégane. Como para sentirse Fernando Alonso en un Gran Premio.
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