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Fuente: www.clarin.com.ar
Quienes excedan en más de 40 km/h la velocidad máxima en cualquier calle, avenida o autopista de la Ciudad no sólo tendrán que pagar una multa y sufrirán el descuento de punto en el scoring, también les secuestrarán el auto. Así lo establece un proyecto de ley que está muy cerca de ser aprobado por la Legislatura porteña.
El proyecto fue enviado por el Ejecutivo a principios de año, y lo trabajó la Comisión de Tránsito y Transporte. Sería aprobado la semana que viene.
Una vez que la ley sea sancionada y publicada en el Boletín Oficial (hacia fin de mes), el Ejecutivo arrancaría con los controles. Para ellos, la Ciudad ya compró radares (ver Cómo será...), y sumarán más cuando se modifique el servicio de fotomultas (está en licitación, se implementaría el año que viene).
Pablo Martínez Carignano, director de Seguridad Vial, explicó: "Comenzaremos por los excesos de velocidad más groseros, en vías rápidas como Figueroa Alcorta, Libertador, Lugones y Cantilo. Una primera posta detectará el exceso de velocidad con el radar, y una segunda, a 500 metros, detendrá al auto, le imprimirá la multa en el momento y retendrá el vehículo".
La sanción correrá para todo tipo de vehículos y en cualquier vía de la Ciudad. Las máximas son:
40 km/h en calles.
60 km/h en avenidas.
70 km/h en tramos de Libertador, Figueroa Alcorta, Costanera Norte y Brigadier Quiroga (la que pasa detrás del parque Thays).
100 km/h en autopistas, Cantilo, Lugones y en el tramo de la General Paz entre Panamericana y Lugones.
La multa por exceso de velocidad es de $ 100 a $ 1.000 para vehículos particulares, y de $ 300 a $ 5.000 para colectivos, micros, camiones, taxis y transportes de escolares o discapacitados. Además, por exceder en 40 km/h la máxima corresponde una quita de diez puntos en el scoring.
Pero actualmente para hacer efectivas las sanciones hay dos problemas. Primero, que muchos no pagan las multas. Segundo, que la única forma de controlar el exceso de velocidad es con las fotomultas, que no sirven para identificar al conductor, y por lo tanto se hace imposible descontarle los puntos.
Al incluir como sanción la retención del vehículo se facilitará la aplicación de las otras sanciones, porque para retirar el auto secuestrado el dueño necesitará obligatoriamente una autorización del controlador de faltas, que sólo conseguirá si paga la multa y le quitan los puntos.
"La ley apunta directamente a la seguridad vial. Con esto buscamos endurecer las sanciones y evitar accidentes", explicó Daniel Amoroso, legislador de PRO y presidente de la Comisión de Tránsito. El secuestro de autos también se aplica desde el año pasado en los casos de alcoholemia positiva.
Según informaron en la Legislatura, el proyecto cuenta con el apoyo de los padres del colegio Ecos, que desde el accidente en Santa Fe, el 8 de octubre de 2006, en el que murieron nueve alumnos y una docente de la institución, vienen peleando por mejoras en la seguridad vial.
Para que sea aprobado el proyecto sólo necesita de mayoría simple, por lo que PRO podría sacarla sin problemas. Además, el tema no tiene demasiados opositores. Desde la Coalición Cívica, Sergio Abrevaya afirmó: "Exceder en 40 km/h es mucho y es muy probable que quien lo hace venga pasando semáforos en rojo". En el bloque K, un diputado adelantó que se abstendrá. Para Pablo Failde, "la iniciativa no está mal, pero debería venir acompañada de un estudio integral para modificar las velocidades máximas en toda la Ciudad".
Quienes excedan en más de 40 km/h la velocidad máxima en cualquier calle, avenida o autopista de la Ciudad no sólo tendrán que pagar una multa y sufrirán el descuento de punto en el scoring, también les secuestrarán el auto. Así lo establece un proyecto de ley que está muy cerca de ser aprobado por la Legislatura porteña.
El proyecto fue enviado por el Ejecutivo a principios de año, y lo trabajó la Comisión de Tránsito y Transporte. Sería aprobado la semana que viene.
Una vez que la ley sea sancionada y publicada en el Boletín Oficial (hacia fin de mes), el Ejecutivo arrancaría con los controles. Para ellos, la Ciudad ya compró radares (ver Cómo será...), y sumarán más cuando se modifique el servicio de fotomultas (está en licitación, se implementaría el año que viene).
Pablo Martínez Carignano, director de Seguridad Vial, explicó: "Comenzaremos por los excesos de velocidad más groseros, en vías rápidas como Figueroa Alcorta, Libertador, Lugones y Cantilo. Una primera posta detectará el exceso de velocidad con el radar, y una segunda, a 500 metros, detendrá al auto, le imprimirá la multa en el momento y retendrá el vehículo".
La sanción correrá para todo tipo de vehículos y en cualquier vía de la Ciudad. Las máximas son:
40 km/h en calles.
60 km/h en avenidas.
70 km/h en tramos de Libertador, Figueroa Alcorta, Costanera Norte y Brigadier Quiroga (la que pasa detrás del parque Thays).
100 km/h en autopistas, Cantilo, Lugones y en el tramo de la General Paz entre Panamericana y Lugones.
La multa por exceso de velocidad es de $ 100 a $ 1.000 para vehículos particulares, y de $ 300 a $ 5.000 para colectivos, micros, camiones, taxis y transportes de escolares o discapacitados. Además, por exceder en 40 km/h la máxima corresponde una quita de diez puntos en el scoring.
Pero actualmente para hacer efectivas las sanciones hay dos problemas. Primero, que muchos no pagan las multas. Segundo, que la única forma de controlar el exceso de velocidad es con las fotomultas, que no sirven para identificar al conductor, y por lo tanto se hace imposible descontarle los puntos.
Al incluir como sanción la retención del vehículo se facilitará la aplicación de las otras sanciones, porque para retirar el auto secuestrado el dueño necesitará obligatoriamente una autorización del controlador de faltas, que sólo conseguirá si paga la multa y le quitan los puntos.
"La ley apunta directamente a la seguridad vial. Con esto buscamos endurecer las sanciones y evitar accidentes", explicó Daniel Amoroso, legislador de PRO y presidente de la Comisión de Tránsito. El secuestro de autos también se aplica desde el año pasado en los casos de alcoholemia positiva.
Según informaron en la Legislatura, el proyecto cuenta con el apoyo de los padres del colegio Ecos, que desde el accidente en Santa Fe, el 8 de octubre de 2006, en el que murieron nueve alumnos y una docente de la institución, vienen peleando por mejoras en la seguridad vial.
Para que sea aprobado el proyecto sólo necesita de mayoría simple, por lo que PRO podría sacarla sin problemas. Además, el tema no tiene demasiados opositores. Desde la Coalición Cívica, Sergio Abrevaya afirmó: "Exceder en 40 km/h es mucho y es muy probable que quien lo hace venga pasando semáforos en rojo". En el bloque K, un diputado adelantó que se abstendrá. Para Pablo Failde, "la iniciativa no está mal, pero debería venir acompañada de un estudio integral para modificar las velocidades máximas en toda la Ciudad".
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