Que opinan gente? Me parece mucho 300 lucrecias por un misero Up.. Pego la nota de Autoblog

Ponerme al volante de un auto que ya pasó por las manos de C.C. (leer su crítica acá), es todo un desafío. Hay varias razones, pero la principal es porque es el dueño de este boliche llamado Autoblog y sus lectores han aprendido a quererlo y creerle. Pero, como buen hermano mayor que soy, estuve una semana al volante del Volkswagen Up! Pepper 1.0 TSI de 302.152 pesos para contarles qué me pareció y, sobre todo, para tratar de “pelearlo” a C.C.
Como dice él: la crítica completa se reproduce a continuación.
El Up! “base” siempre me pareció un auto simpático y bien proporcionado, pero los detalles que incorpora esta versión lo mejoran bastante. La boca del paragolpes en negro, la línea roja cruzando el logo de VW, las llantas de aleación de 15 pulgadas con un atractivo diseño y los “Pepper” y “TSI” en los laterales y tapa del baúl, lo hacen más atractivo aún. Además, lo diferencian claramente de sus hermanos “des-pimentados”.
El color de esta unidad le queda bárbaro, aunque rompe con la regla de mi madre: “Los autos chicos deben ser de colores claros”. Estamos ante una versión diferente, más cara y que intenta ser algo “rebelde”, así que vale la transgresión.
Viene sólo en versión cinco puertas, lo cual facilita el acceso de los pasajeros traseros que, en estos autos de dimensiones reducidas, siempre se agradece. Aunque, es cierto, los que buscan un Up! “deportivo” tienen razón en pedir una versión Pepper tres puertas.
El volante viene con comandos de radio, computadora de abordo, Bluetooth y algunas cosas. La radio suena bien, pero la antena no es muy potente y pierde fácil algunas emisoras de FM. Viene con conector USB, que se ubica justo en la base del portacelular, un lugar un tanto raro, pero muy práctico. También cuenta con lector de tarjeta de memoria y Bluetooth. Ah, no trae lector de CD (ya sé que está cayendo en desuso, pero con los CD tengo la misma manía que C.C. tiene con la radio AM).
La posición de manejo es más que cómoda y los asientos con los apoyacabezas incorporados en una sola pieza: sujetan bien y se ajustan mejor. Con la ayuda del volante regulable en altura todo se acomoda y todo se ve.
La ventilación, calefacción y aire acondicionado están más que bien, pero es extraño no tener bocas en la parte central del frente del auto, sólo hay laterales y en la base del parabrisas.
El motor 1.0 de tres cilindros y turbo tiene 101 caballos de potencia y 165 Nm de torque. Tiene radiador de aceite, sistema de partida en frío de alta presión, refrigeración reforzada, inyección directa, distribución variable, turbo e intercooler.
Es genial. Empuja siempre. Y, cuando entra en acción el turbo, a partir de las 1.500 rpm, se pone muy divertido. Tengamos en cuenta que estamos hablando de una relación de cien caballos por litro, cifra que hace algunos años estaba reservada casi exclusivamente a vehículos más importantes.
En ciudad, la agilidad que aportan la potencia y el torque disponible, lo convierten en algo muy cercano al auto ideal para el tráfico. El conjunto caja-embrague no se siente pesado, aunque la caja automática sigue siendo mi preferida para el tránsito diario. Volkswagen tiene algunos Up! con la transmisión automatizada I-Motion, pero en Argentina no está disponible con este motor.
Cuando toma temperatura, el motor se pone un poco ruidoso. Nada grave, pero se siente más. Tiene un sonido bastante particular que, en un intercambio epistolar con C.C., definimos con un científico “suena como un cachorro de Bóxer”. No vamos a hablar si hablábamos de cilindros opuestos o de perros.
Lo más divertido de este Pepper Up! es cuando lo podés acelerar en cambios bajos y tratas de mantenerlo en la “zona turbo alegre”, que va de 1.500 a 4.000 rpm. Empuja bastante. Pensemos que son 101 CV/litro en un auto que no llega a los mil kilos en orden de marcha.
Su tamaño reducido y el buen conjunto dirección-suspensiones lo convierten un auto muy divertido de manejar en tránsito urbano. En varias ocasiones envidié a C.C. cuando lo probó en un kartódromo de Brasil (ver nota).
Releyendo al Jefe, vi que se quejaba de lo mullido de las suspensiones y de la inclinación de la carrocería. En mi caso, eso no se sintió tanto y ahora tengo que revisar si VW Argentina hizo algún cambio o tengo que ponerme a dieta en forma urgente.
En los consumos, sorprende con menos de 4 litros cada 100 kilómetros (3,7, para ser precisos). Eso se logra en ruta y a 100 km/h. Si apretamos un poco más y nos vamos por una autopista 120 km/h, la cifra está en los 5,2litros cada 100. En ciudad hay que cuidarse con las aceleraciones y las invitaciones del turbo. Ahí puede llegar a cifras que rondan los 9 litros cada 100 kilómetros.
Los otros valores de prestaciones son muy buenos. Acelera de 0 a 100 km/h en 9,7 segundos y alcanza una velocidad máxima de 180 km/h. Es decir, es un citycar, pero por consumo, aceleración y velocidad es un lindo auto para sacar a la ruta.
El resto lo hace un conjunto bien logrado entre diseño, habitabilidad y confort de marcha.
¿Nos ponemos “pedigüeños”? Caja automática-secuencial y control de estabilidad. Ok, el reproductor de CD también, pero como opcional.
El Pepper Up! cuesta 302.152 pesos. No es un precio popular, aunque tampoco es prohibitivo. Es un citycar que se puede disfrutar en la ruta y que, encima, suena como cachorro de Bóxer. Chiquito, juguetón y ladrador. Lo quiero adoptar.


Ponerme al volante de un auto que ya pasó por las manos de C.C. (leer su crítica acá), es todo un desafío. Hay varias razones, pero la principal es porque es el dueño de este boliche llamado Autoblog y sus lectores han aprendido a quererlo y creerle. Pero, como buen hermano mayor que soy, estuve una semana al volante del Volkswagen Up! Pepper 1.0 TSI de 302.152 pesos para contarles qué me pareció y, sobre todo, para tratar de “pelearlo” a C.C.
Como dice él: la crítica completa se reproduce a continuación.
POR FUERA
Es lindo. Sí, aunque los puristas y doctorados en el diseño automotor quizás lo definan con otras palabras. Yo voy a lo simple y a lo que me dijeron casi todas las personas con las que charlé sobre el Pepper Up!: es lindo.El Up! “base” siempre me pareció un auto simpático y bien proporcionado, pero los detalles que incorpora esta versión lo mejoran bastante. La boca del paragolpes en negro, la línea roja cruzando el logo de VW, las llantas de aleación de 15 pulgadas con un atractivo diseño y los “Pepper” y “TSI” en los laterales y tapa del baúl, lo hacen más atractivo aún. Además, lo diferencian claramente de sus hermanos “des-pimentados”.
El color de esta unidad le queda bárbaro, aunque rompe con la regla de mi madre: “Los autos chicos deben ser de colores claros”. Estamos ante una versión diferente, más cara y que intenta ser algo “rebelde”, así que vale la transgresión.
Viene sólo en versión cinco puertas, lo cual facilita el acceso de los pasajeros traseros que, en estos autos de dimensiones reducidas, siempre se agradece. Aunque, es cierto, los que buscan un Up! “deportivo” tienen razón en pedir una versión Pepper tres puertas.
POR DENTRO
Prolijidad, ante todo. Tablero claro, con el velocímetro en el centro y sin temperatura de agua (está entre las funciones de la computadora de a bordo, pero uno es un fundamentalista de los relojitos). El equipamiento de serie incluye el soporte para el Smartphone “multiformato”. ¿Útil? Sí. ¿Lindo? Lo charlamos.El volante viene con comandos de radio, computadora de abordo, Bluetooth y algunas cosas. La radio suena bien, pero la antena no es muy potente y pierde fácil algunas emisoras de FM. Viene con conector USB, que se ubica justo en la base del portacelular, un lugar un tanto raro, pero muy práctico. También cuenta con lector de tarjeta de memoria y Bluetooth. Ah, no trae lector de CD (ya sé que está cayendo en desuso, pero con los CD tengo la misma manía que C.C. tiene con la radio AM).
La posición de manejo es más que cómoda y los asientos con los apoyacabezas incorporados en una sola pieza: sujetan bien y se ajustan mejor. Con la ayuda del volante regulable en altura todo se acomoda y todo se ve.
La ventilación, calefacción y aire acondicionado están más que bien, pero es extraño no tener bocas en la parte central del frente del auto, sólo hay laterales y en la base del parabrisas.
SEGURIDAD
VW partió de la buena base del Up!, que debutó en 2014 con cinco estrellas de LatinNCAP (protocolo anterior). Sigue con doble airbag frontal, frenos ABS con EBD y anclajes Isofix. A eso, este nuevo modelo agrega sensor de lluvia y encendido automático de luces. Un adicional es la llegada del control de tracción y un sistema que regula el torque del motor, de esta forma se evita que las ruedas delanteras patinen al acelerar, tanto en recta como en curva. No, no es un control de estabilidad. Está muy cerca, pero no lo es.MOTOR Y TRANSMISIÓN
No importa si nunca manejaste un Up! Si alguna vez manejaste un VW, ya sabés cómo es la caja. Palanca de recorrido corto y preciso. Cambios que se sienten cuando entran (es un elogio, aunque no parezca). En ruta, quizás la quinta parezca un poco larga y ahí querramos pedir una sexta marcha. Pero ya sería ponernos demasiado exquisitos con un citycar.El motor 1.0 de tres cilindros y turbo tiene 101 caballos de potencia y 165 Nm de torque. Tiene radiador de aceite, sistema de partida en frío de alta presión, refrigeración reforzada, inyección directa, distribución variable, turbo e intercooler.
Es genial. Empuja siempre. Y, cuando entra en acción el turbo, a partir de las 1.500 rpm, se pone muy divertido. Tengamos en cuenta que estamos hablando de una relación de cien caballos por litro, cifra que hace algunos años estaba reservada casi exclusivamente a vehículos más importantes.
COMPORTAMIENTO
Apenas puesto en marcha, el motor del Pepper Up! es muy silencioso, no parece estar funcionando. El ojo en el cuentavueltas te dice que sí, entonces: embrague y primera.En ciudad, la agilidad que aportan la potencia y el torque disponible, lo convierten en algo muy cercano al auto ideal para el tráfico. El conjunto caja-embrague no se siente pesado, aunque la caja automática sigue siendo mi preferida para el tránsito diario. Volkswagen tiene algunos Up! con la transmisión automatizada I-Motion, pero en Argentina no está disponible con este motor.
Cuando toma temperatura, el motor se pone un poco ruidoso. Nada grave, pero se siente más. Tiene un sonido bastante particular que, en un intercambio epistolar con C.C., definimos con un científico “suena como un cachorro de Bóxer”. No vamos a hablar si hablábamos de cilindros opuestos o de perros.
Lo más divertido de este Pepper Up! es cuando lo podés acelerar en cambios bajos y tratas de mantenerlo en la “zona turbo alegre”, que va de 1.500 a 4.000 rpm. Empuja bastante. Pensemos que son 101 CV/litro en un auto que no llega a los mil kilos en orden de marcha.
Su tamaño reducido y el buen conjunto dirección-suspensiones lo convierten un auto muy divertido de manejar en tránsito urbano. En varias ocasiones envidié a C.C. cuando lo probó en un kartódromo de Brasil (ver nota).
Releyendo al Jefe, vi que se quejaba de lo mullido de las suspensiones y de la inclinación de la carrocería. En mi caso, eso no se sintió tanto y ahora tengo que revisar si VW Argentina hizo algún cambio o tengo que ponerme a dieta en forma urgente.
En los consumos, sorprende con menos de 4 litros cada 100 kilómetros (3,7, para ser precisos). Eso se logra en ruta y a 100 km/h. Si apretamos un poco más y nos vamos por una autopista 120 km/h, la cifra está en los 5,2litros cada 100. En ciudad hay que cuidarse con las aceleraciones y las invitaciones del turbo. Ahí puede llegar a cifras que rondan los 9 litros cada 100 kilómetros.
Los otros valores de prestaciones son muy buenos. Acelera de 0 a 100 km/h en 9,7 segundos y alcanza una velocidad máxima de 180 km/h. Es decir, es un citycar, pero por consumo, aceleración y velocidad es un lindo auto para sacar a la ruta.
CONCLUSIÓN
El motor del Pepper, sin dudas, suma muchos puntos a la hora de escribir esta parte de la crítica. No le tenía mucha fe a este auto de tres cilindros y un litro de cilindrada. Pensaba encontrarme con un buen auto para la ciudad, pero sin nada que me hiciera mover las mariposas a combustión interna en la panza. Y el 1.0 TSi lo logró.El resto lo hace un conjunto bien logrado entre diseño, habitabilidad y confort de marcha.
¿Nos ponemos “pedigüeños”? Caja automática-secuencial y control de estabilidad. Ok, el reproductor de CD también, pero como opcional.
El Pepper Up! cuesta 302.152 pesos. No es un precio popular, aunque tampoco es prohibitivo. Es un citycar que se puede disfrutar en la ruta y que, encima, suena como cachorro de Bóxer. Chiquito, juguetón y ladrador. Lo quiero adoptar.


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