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El año que viene, Ferrari festejará sus 70 años de historia. Y las celebraciones ya comenzaron en el Salón de París. Allí se anunció una serie especial de 70 autos que rinden homenaje a los mejores modelos y pilotos de la Iglesia de San Ferrari.
Esta serie especial está basada en vehículos de la gama actual de Maranello. Y no presentan cambios mecánicos. Tienen detalles, guiños, equipamientos, accesorios y colores exclusivos. Un tuning, es cierto. Pero firmado por Ferrari.
Y, entre los 70 autos, hay un grupo muy especial para los argentinos: son los cinco modelos que integran el lote llamado “The Fangio”. Son una California T, una 488 GTB, una 488 Spider, una F12berlinetta y una GTC4 Lusso. Se producirá sólo una “The Fangio” con cada uno de estos modelos, ni una más.
Como su nombre lo indica, es un homenaje de Ferrari al Chueco de Balcarce, quien le diera a la marca el título mundial de 1956.
Los cinco autos están decorados con los colores de la 290MM, que Fangio condujera en la Mille Miglia de 1956. Allí Ferrari se quedó con los cuatro primeros puestos. Esa 290MM de Fangio fue una Ferrari muy especial, porque estaba pintada en rojo, pero llevaba en la trompa los colores que identificaban a los pilotos argentinos en las carreras de esa época: azul y amarillo (nada que ver con Boca).
Esta serie especial está basada en vehículos de la gama actual de Maranello. Y no presentan cambios mecánicos. Tienen detalles, guiños, equipamientos, accesorios y colores exclusivos. Un tuning, es cierto. Pero firmado por Ferrari.
Y, entre los 70 autos, hay un grupo muy especial para los argentinos: son los cinco modelos que integran el lote llamado “The Fangio”. Son una California T, una 488 GTB, una 488 Spider, una F12berlinetta y una GTC4 Lusso. Se producirá sólo una “The Fangio” con cada uno de estos modelos, ni una más.
Como su nombre lo indica, es un homenaje de Ferrari al Chueco de Balcarce, quien le diera a la marca el título mundial de 1956.
Los cinco autos están decorados con los colores de la 290MM, que Fangio condujera en la Mille Miglia de 1956. Allí Ferrari se quedó con los cuatro primeros puestos. Esa 290MM de Fangio fue una Ferrari muy especial, porque estaba pintada en rojo, pero llevaba en la trompa los colores que identificaban a los pilotos argentinos en las carreras de esa época: azul y amarillo (nada que ver con Boca).
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