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Entierra su Bentley Flying Spur para usarlo en la otra vida (actualizado)
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Una de las opciones más elegidas por los que tienen el dinero por castigo es volverse seres extravagantes hasta niveles insospechados. Te sale el dinero por las orejas y no sabes ya que hacer, pues… voy a ver un documental del antiguo Egipto. ¡Oh, esto me gusta, los faraones se enterraban con sus riquezas! Pues yo no voy a ser menos que ellos y ya que no me lo puedo gastar, me lo llevo conmigo a la otra vida.
Este caso tan raro que os cuento es lo que ha pasado en Brasil, donde un empresario después de ver un documental, va a enterrar su Bentley Flying Spur para poder disfrutarlo en la otra vida. Es el hombre que véis arriba con la pala, ha excavado el mismo una tumba para su valiosísimo coche en el jardín de su casa (aunque no a pico y pala, como veréis justo debajo).
Actualización: Todo era un montaje para apoyar una campaña para la donación de órganos en la que el empresario destaca que es absurdo enterrar una cosa mucho más valiosa que un Bentley, refiriéndose a los órganos de la gente. Viral y sublime, nos alegramos tanto por que no vaya a enterrar el coche como por que apoye la donación de órganos con esta originalidad. ¡Gracias por avisar en los comentarios!
63 años tiene este hombre que se llama Conde Chiquinho Scarpa (aunque no aparenta esa edad, cosas del tuning), es viudo, después divorciado y no tiene hijos, así pues con la fortuna amasada estátópagao y no hay que preocuparse por la descendencia. Todavía me pregunto si es auténtica y pura pasión por el automóvil o una simple locura de rico. Me temo que es lo segundo.
Al menos ha tenido la decencia de contactar a las autoridades para hacer todo legal, ya que seguramente le toque desmontar muchas piezas contaminantes del coche, como la batería, vaciar el depósito de gasolina, el aceite del motor, el refrigerante o el gas del aire acondicionado… Todo ello con las críticas de quien pide, y no sin razón, que en vez de tirar el dinero en un agujero en el suelo, done el coche a un fin benéfico. Apoyo esta opción, pero creo que ya no va a poder ser.
El entierro estaba programado para este fin de semana (sin especificar día) a las 11 de la mañana, así que a falta de confirmación, DEP Bentley Flying Spur. Desde luego enterrar un coche de cuarto de millón de euros no es un despilfarro al alcance de todos.
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Este caso tan raro que os cuento es lo que ha pasado en Brasil, donde un empresario después de ver un documental, va a enterrar su Bentley Flying Spur para poder disfrutarlo en la otra vida. Es el hombre que véis arriba con la pala, ha excavado el mismo una tumba para su valiosísimo coche en el jardín de su casa (aunque no a pico y pala, como veréis justo debajo).
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63 años tiene este hombre que se llama Conde Chiquinho Scarpa (aunque no aparenta esa edad, cosas del tuning), es viudo, después divorciado y no tiene hijos, así pues con la fortuna amasada estátópagao y no hay que preocuparse por la descendencia. Todavía me pregunto si es auténtica y pura pasión por el automóvil o una simple locura de rico. Me temo que es lo segundo.
Al menos ha tenido la decencia de contactar a las autoridades para hacer todo legal, ya que seguramente le toque desmontar muchas piezas contaminantes del coche, como la batería, vaciar el depósito de gasolina, el aceite del motor, el refrigerante o el gas del aire acondicionado… Todo ello con las críticas de quien pide, y no sin razón, que en vez de tirar el dinero en un agujero en el suelo, done el coche a un fin benéfico. Apoyo esta opción, pero creo que ya no va a poder ser.
El entierro estaba programado para este fin de semana (sin especificar día) a las 11 de la mañana, así que a falta de confirmación, DEP Bentley Flying Spur. Desde luego enterrar un coche de cuarto de millón de euros no es un despilfarro al alcance de todos.
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