Un mendocino y su Dragster son los más rápidos de la Argentina
Empezó corriendo en las picadas con una cupé Taunus y luego diseñó y armó un vehículo como los que usan en Estados Unidos. En diciembre ganó las tres pruebas del campeonato argentino.
Parece una lancha, es rápido como un avión, pero es un auto. Mide siete metros de largo, en siete segundos recorre la pista de 250 metros, alcanza los 220 kilómetros por hora y en noviembre pasado venció a los coches más rápidos del país para transformarse en el flamante campeón argentino de picadas en la categoría libre. Su dueño y piloto es Lucas González, un lavallino de 32 años que tiene como hobbie la velocidad.
El nombre técnico del automóvil es Dragster, y fue su dueño con la ayuda de amigos quienes lo diseñaron y con el pasar de los años lo fueron perfeccionando. De la preparación del motor se encargó el especialista Hugo Bini, quien habitualmente prepara autos para carreras de TC 2000 a nivel nacional. El motor de la “nave” cuenta con un equipo de inyección de óxido nitroso, un condimento extra que le da un mejor rendimiento.
En su fabrica de aceitunas y aceite de oliva en Lavalle, Lucas contó que empezó compitiendo con una cupé Taunus. Al poco tiempo se hizo imbatible en la provincia, pero cuando probaba su coche fuera de Mendoza la cosa cambiaba. “Si bien el auto era muy rápido, cuando viajé a Córdoba me encontré con autos con mucho menos peso y motor trasero, este detalle hace que tengan mucho mejor salida y la relación peso-potencia los hace volar. Ahí fue cuando decidí que debía mejorarlo”, explicó a Los Andes.
Junto a Marcelo Lara, su inseparable co-equiper, decidieron armar un auto exclusivamente para ser usado en picadas. Así nació el Dragster que hoy es considerado el auto más veloz del país. Fue construido sobre la base de los autos que corren picadas en Estados Unidos y en un principio mantuvieron el motor del viejo Taunus. Pero en 2002 lo cambiaron por un Chevrolet de 4.200 centímetros cúbicos.
“Una vez que terminamos el Dragster, comenzamos a ganar carreras en todo el interior del país, pero las ganábamos muy ajustadamente, por eso me decidí por el motor Chevrolet. Yo siempre fue un amante de Ford, pero en esto tenía que conseguir motores con mayor cilindrada por eso opté por cambiar de vereda”, explicó Lucas, mientras su amigo Marcelo, hincha declarado de Chevrolet, lo cargaba.
En diciembre del año pasado llegó la prueba de fuego para González y su súper auto. Se realizaba el primer Campeonato Argentino de Picadas, con la participación de los autos más veloces del país, y no podía quedarse afuera de semejante desafío. La competencia tuvo tres fechas: Santiago del Estero, Río Cuarto en Córdoba y Lavalle en nuestra provincia. En las tres oportunidades la maquina mendocina logró los mejores tiempos, dejando mudos a los competidores de Buenos Aires que venían confiados con llevarse el primer puesto.
González y su equipo le prestan mucha atención al cuidado de la seguridad tanto suya como del numeroso público que se presencia las picadas. En este aspecto Marcelo Lara aseguró: “Algunos se vuelven locos y el tema no es así, hay que ser conscientes que a esa velocidad tenés muchas chances de hacer daño. La pista de Lavalle es muy segura en ese sentido por eso cuando corremos nos sentimos cómodos”.
La tarde lavallina fue cayendo, el Dragster ya descansaba en su galpón y Lucas, rodeado de trofeos de todos tamaños y colores, explicó qué siente cuando corre: “En lo único que pienso es en llegar primero, son 7 segundos en los que se decide el trabajo de todo un año. Esto es mi pasión, de chico no me subía a un auto de carrera ni para sacarme una foto, hoy en día nadie me puede bajar”
Fuente: Diario Los Andes | Mendoza - Argentina
Empezó corriendo en las picadas con una cupé Taunus y luego diseñó y armó un vehículo como los que usan en Estados Unidos. En diciembre ganó las tres pruebas del campeonato argentino.
Parece una lancha, es rápido como un avión, pero es un auto. Mide siete metros de largo, en siete segundos recorre la pista de 250 metros, alcanza los 220 kilómetros por hora y en noviembre pasado venció a los coches más rápidos del país para transformarse en el flamante campeón argentino de picadas en la categoría libre. Su dueño y piloto es Lucas González, un lavallino de 32 años que tiene como hobbie la velocidad.
El nombre técnico del automóvil es Dragster, y fue su dueño con la ayuda de amigos quienes lo diseñaron y con el pasar de los años lo fueron perfeccionando. De la preparación del motor se encargó el especialista Hugo Bini, quien habitualmente prepara autos para carreras de TC 2000 a nivel nacional. El motor de la “nave” cuenta con un equipo de inyección de óxido nitroso, un condimento extra que le da un mejor rendimiento.
En su fabrica de aceitunas y aceite de oliva en Lavalle, Lucas contó que empezó compitiendo con una cupé Taunus. Al poco tiempo se hizo imbatible en la provincia, pero cuando probaba su coche fuera de Mendoza la cosa cambiaba. “Si bien el auto era muy rápido, cuando viajé a Córdoba me encontré con autos con mucho menos peso y motor trasero, este detalle hace que tengan mucho mejor salida y la relación peso-potencia los hace volar. Ahí fue cuando decidí que debía mejorarlo”, explicó a Los Andes.
Junto a Marcelo Lara, su inseparable co-equiper, decidieron armar un auto exclusivamente para ser usado en picadas. Así nació el Dragster que hoy es considerado el auto más veloz del país. Fue construido sobre la base de los autos que corren picadas en Estados Unidos y en un principio mantuvieron el motor del viejo Taunus. Pero en 2002 lo cambiaron por un Chevrolet de 4.200 centímetros cúbicos.
“Una vez que terminamos el Dragster, comenzamos a ganar carreras en todo el interior del país, pero las ganábamos muy ajustadamente, por eso me decidí por el motor Chevrolet. Yo siempre fue un amante de Ford, pero en esto tenía que conseguir motores con mayor cilindrada por eso opté por cambiar de vereda”, explicó Lucas, mientras su amigo Marcelo, hincha declarado de Chevrolet, lo cargaba.
En diciembre del año pasado llegó la prueba de fuego para González y su súper auto. Se realizaba el primer Campeonato Argentino de Picadas, con la participación de los autos más veloces del país, y no podía quedarse afuera de semejante desafío. La competencia tuvo tres fechas: Santiago del Estero, Río Cuarto en Córdoba y Lavalle en nuestra provincia. En las tres oportunidades la maquina mendocina logró los mejores tiempos, dejando mudos a los competidores de Buenos Aires que venían confiados con llevarse el primer puesto.
González y su equipo le prestan mucha atención al cuidado de la seguridad tanto suya como del numeroso público que se presencia las picadas. En este aspecto Marcelo Lara aseguró: “Algunos se vuelven locos y el tema no es así, hay que ser conscientes que a esa velocidad tenés muchas chances de hacer daño. La pista de Lavalle es muy segura en ese sentido por eso cuando corremos nos sentimos cómodos”.
La tarde lavallina fue cayendo, el Dragster ya descansaba en su galpón y Lucas, rodeado de trofeos de todos tamaños y colores, explicó qué siente cuando corre: “En lo único que pienso es en llegar primero, son 7 segundos en los que se decide el trabajo de todo un año. Esto es mi pasión, de chico no me subía a un auto de carrera ni para sacarme una foto, hoy en día nadie me puede bajar”
Fuente: Diario Los Andes | Mendoza - Argentina
Comment