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CUENTOS ENFIERRADOS 4
BUENO GENTE, LO PROMETIDO DEBE CUMPLIRSE, Y ACA ESTA, LA PARTE TRES (Y ULTIMAAAA 
) DEL CUENTO 1 DE "CUENTOS ENFIERRADOS"
LA PRIMERA Y SEGUNDA PARTE QUEDO EN EL FORO ANTERIOR, LA BUSCAMOS CON JP, PERO ES IMPOSIBLE, HAY QUE REVOLVER TODO EL FORO ANTERIOR Y NI DA, ASI QUE VOY A SUBIR LAS 3 PARTES, DE ULTIMA, EL QUE NO LAS LEYO ANTES, O INCLUSO PARA EL QUE LO QUIERE LEER COMPLETO LE VIENE BIEN.
ESPERO QUE ESTEN A LA ALTURA DE LO QUE ESPERABAN Y QUE LO DISFRUTEN TANTO COMO YO LO HAGO ENCRIBIENDOLOS.
UN ABRAZO A TODOS!, ENJOY!!!
PARTE 1
Se me hace difícil pensar, me convierto en una computadora, una computadora perfectamente sincronizada, a tal punto que cada cambio de marcha se produce exactamente décimas de segundos antes que el flash del meter dispare, marcando la línea entre el momento de torque y la destrucción total (no seria la primera vez!), primera, segunda, tercera….y no lo veo. Fue una partida excelente, juraría que vi la luz verde en mi cabeza antes que en el semáforo, si ya lo se, pero créanme que es así.
Tercera 4500,..5000,...5500 y ahí esta, todavía y después de 200 metros no se que auto es, ni de que color, pero escucho su motor, clarísimo.
6000,…6300,..6600…y ya puedo identificarlo perfectamente, justo sobre mi hombro izquierdo asoma clarísima la silueta inconfundible de un fiat uno, color blanco,..Ahora se que auto es…y eso no es bueno. De momento se mantiene ahí, o casi….no se si es producto del profundo estado de nerviosismo en el que estamos todos en ese momento, pero podría jurar que avanza de a milímetros, desconozco por completo que cantidad de cálculos por segundo puede hacer el cerebro humano, pero el mió me grita que a este paso y faltando 150 metros me va a pasar sin duda justo antes de la sentencia!
7500,…7800, el flash del meter se enciende,..pero yo no lo veo, o hago que no lo veo, 8000,….8200, y sucede, avanzo mas rápido, dejo atrás la posibilidad de ser ejecutado por el que en ese momento es mi único enemigo en este mundo y pongo la cuarta.
Me disparo hacia delante, todavía hoy me sorprende la potencia, cuarta y la patada es de una segunda, el meter sube rápidamente, pero mi alegría dura bien poco. Ahí esta de nuevo, tal vez mas cerca que antes, en realidad no lo se, pero se acerca,..me recorta,…me da caza, y mi única defensa es mi maquina, mi maquina contra la suya, y la misma idea de siempre vuelve a mi cabeza, ¿tengo lo que se necesita o lo tiene el?, ¿cuanta horas invirtió para estar ahí hoy?, sus amigos y colegas también quieren que gane, ¿quien tiene mas corazón?
50 metros mas y es mió, pero su trompa ya casi esta a la altura de la mía, ¿cuanto?, ¿10cm mas?, ¿20?, no lo se, lo que si se es que es muchísimo menos de lo que me gustaría.
30 metros mas, 20 mas!!, su trompa esta a la par de la mía, ya es imposible decir quien lleva ventaja a quien, 10 metros mas, por dios!!!, mi corazón no lo soporta!!
Y cruzo la sentencia,…fssss,..respiro, no quiero mirar,..no quiero
Pero miro, la luz de mi carril esta prendida, dudo un segundo, esperando que de un momento a otro titile,…pero no titila, permanece encendida.!!!!
Agarro el volante con fuerza y lo sacudo, grito, saco lo que tengo adentro, lo golpeo.
Esta vez fue mía, la que viene no se, solo quiero llegar a la prelargada, alli están mis amigos
Es oficial, ganamos la semi, ahora la final. Me siento patético, pero nunca estuve en una final, estaba menos nervioso el día de mi casamiento, lo puedo jurar.
Ya los veo como cincuenta metros antes, me hacen señas como si estuviera aterrizando un Boeing 747, y todas me señalan un inconfundible destino, la largada.
Ni bien me tienen al lado me gritan, “estas abajo casi 20 números gordo, la ganaste por por 3 centésimas, no te duermas en el semáforo, no te olvides que es la final…”
Dormirme en el semáforo…?
Pero si salí como un misil!...
Bueno,..por ahí no tanto como un misil…pero casi.
..está bien, está bien, podría haber largado “algo” mejor, pero che!!!
Dos aceleradas para “limpiar”, y a pista otra vez.
Chequeo todo de nuevo y lo veo…
El alternador conectado…
No puede ser!, chequee todo, pero TODO cien veces!
Pero no, ahí está, clarito, la llave del alternador en “ON”
Pero que bol…!!!!!!!!
Pero no, me justifico a mí mismo, un alternador conectado no pueden ser 20 números!! Psss ( o sí?)
Lo apago.
Alineo, se define en esta, solo una tirada mas, una y es suficiente,..o es nada.
Acelerador y embrague a fondo, largador en 2600
No caliento, alineo y espero.
La amarilla espera también.
Veo el cronometro en cero y la trompa del otro auto acercándose lentamente a la sentencia.
Milésimas de segundos después de las luces a alineación, la verde!
Y en ese instante justo, parto.
Muchísimo mejor que la anterior, ni bien engancho la segunda, ya lo veo por el espejo, mínimo un auto y medio por detrás.
Imposible recortar esa distancia.
Pero no, en el momento exacto de poner tercera, esa distancia es solo de un par de metros, suficientemente cerca como para escuchar el “estornudo”
A si…
Turbo.
Y de los buenos, estoy para enganchar la cuarta y ya está casi un auto entero por delante, y solo a 100 metros de la sentencia.
Ok.
Sera el viernes que viene.
Veo las luces de stop, me le acerco, pero no es suficiente, entra mínimo medio auto por delante mío.
Mira mi luz y titila, como tantas otras veces, nunca en la final, pero de todas formas titila.
Tardo más que de costumbre en llegar al box.
Pero algo no es lo que esperaba, esperaba caras de “la cagaste gordo, vamos a casa”
Pero no.
Muy por el contrario.
Y ya lo se, me lo imagino, pero lo confirmo con el grito de los chicos…
“se callo mal gordo!!!, le clavaste el tiempo!!!, ganaste la final!!!!!!!!!!!”
Ya en el taller, a la izquierda del banco de herramienta, sobre un exhibidor metálico, ex supermercado chino o algo así, arriba del revistero, y a la derecha de un monitor abandonado, esta el trofeo, que certifica por fin, que ahí estuve, y que esta vez, no nos fuimos con las manos vacías.
Agustin “el coi” Garcia
) DEL CUENTO 1 DE "CUENTOS ENFIERRADOS"LA PRIMERA Y SEGUNDA PARTE QUEDO EN EL FORO ANTERIOR, LA BUSCAMOS CON JP, PERO ES IMPOSIBLE, HAY QUE REVOLVER TODO EL FORO ANTERIOR Y NI DA, ASI QUE VOY A SUBIR LAS 3 PARTES, DE ULTIMA, EL QUE NO LAS LEYO ANTES, O INCLUSO PARA EL QUE LO QUIERE LEER COMPLETO LE VIENE BIEN.
ESPERO QUE ESTEN A LA ALTURA DE LO QUE ESPERABAN Y QUE LO DISFRUTEN TANTO COMO YO LO HAGO ENCRIBIENDOLOS.
UN ABRAZO A TODOS!, ENJOY!!!
PARTE 1
Me acomode en la butaca, una nick de segunda mano, venida de vaya a uno a saber donde, seguramente de alguna categoría zonal, de la cual el dueño anterior había retirado los nylons protectores, estaba mas que claro que contaba con un presupuesto mucho mejor que el mío. Pero bueno, ninguna casa de electrodomésticos importante malgastaría su presupuesto publicitario en mi auto, tampoco lo haría una cadena de comidas rápidas, ni de ropa para “teenager´s”, ni siquiera una modesta pancheria!!. Cambie la posición de la llave cortacorrientes del piso a “ON” y el flash del tacómetro me disparo entre los ojos, durante ese pequeño instante volé, volví como un rayo a mi infancia, ¿durante cuanto tiempo había soñado con esto?, ¿Cuándo empezó todo?, ¿con el “dodge 1500” de la colección de burago escala 1 en 1.000.000 que me regalo mi papa en Carlos paz, cuando tenia 4 años de edad?, como llore por ese autito Dios mío!, o talvez cuando me juntaba con mis amigos del barrio y dibujaba trabadísimas pistas de tiza en el asfalto, no estoy seguro, talvez ni siquiera fue un “momento” en mi vida, tal vez nací con esto dentro.
El reloj de presión de aceite iluminado con su intenso rojo, me trajo de vuelta, conecte el alternador, di contacto, gatille el botón de arranque y ahí estaba, el mágico ruido de las fuerzas encontradas de fierros que van y vienen, explosiones, compresiones y escapes. Una sinfonía perfecta, un “allegro” endemoniado, con sus acordes justos y perfectamente sincronizados, todo perfectamente dirigido y coordinado por un pie derecho, que con sus idas y vueltas marca los tiempos.
Y ahí esta de nuevo, los pelos de los brazos erizados, el pulso se acelera un tanto, miro reloj por reloj, ellos son el nexo entre mi maquina y yo, me hablan, me cuentan como se siente, cuantos latidos, que presión “sanguínea” tiene, si tiene fiebre o su temperatura es normal.
Durante el recorrido de los boxes a la prelargada no pienso mucho, mas bien miro, escucho, presto mucha atención, una pequeña contra explosión, algún “titiriteo” raro, un “instrumento” mal afinado, pero no, todo es perfecto.
Horas antes, en el taller, cada cosa se repaso dos y hasta tres veces, se probó todo, lo que estaba y lo que el viernes pasado decidimos que se podía mejorar también, ni el trailer se salva de la “inspección”, pero ojo, durante las primeras horas hay algo que nos mantiene todavía mas alerta, y eso es el olor de la carne sobre la parrilla, la ida y vuelta del mate y las charlas, eso es un tema aparte, nadie creería en que derivan esas charlas, temas diversos se debaten en la puerta del “llerta”, y por supuesto, todos cuentan con soluciones para los temas mas diversos, pero hasta eso se termina, y su final es exacto, termina exactamente en el momento en el que el encargado del “asadito” pronuncia las celebres palabras “todos a la mesa que esto esta listo!”, y por supuesto, siempre, pero siempre faltan sillas.
El reloj de presión de aceite iluminado con su intenso rojo, me trajo de vuelta, conecte el alternador, di contacto, gatille el botón de arranque y ahí estaba, el mágico ruido de las fuerzas encontradas de fierros que van y vienen, explosiones, compresiones y escapes. Una sinfonía perfecta, un “allegro” endemoniado, con sus acordes justos y perfectamente sincronizados, todo perfectamente dirigido y coordinado por un pie derecho, que con sus idas y vueltas marca los tiempos.
Y ahí esta de nuevo, los pelos de los brazos erizados, el pulso se acelera un tanto, miro reloj por reloj, ellos son el nexo entre mi maquina y yo, me hablan, me cuentan como se siente, cuantos latidos, que presión “sanguínea” tiene, si tiene fiebre o su temperatura es normal.
Durante el recorrido de los boxes a la prelargada no pienso mucho, mas bien miro, escucho, presto mucha atención, una pequeña contra explosión, algún “titiriteo” raro, un “instrumento” mal afinado, pero no, todo es perfecto.
Horas antes, en el taller, cada cosa se repaso dos y hasta tres veces, se probó todo, lo que estaba y lo que el viernes pasado decidimos que se podía mejorar también, ni el trailer se salva de la “inspección”, pero ojo, durante las primeras horas hay algo que nos mantiene todavía mas alerta, y eso es el olor de la carne sobre la parrilla, la ida y vuelta del mate y las charlas, eso es un tema aparte, nadie creería en que derivan esas charlas, temas diversos se debaten en la puerta del “llerta”, y por supuesto, todos cuentan con soluciones para los temas mas diversos, pero hasta eso se termina, y su final es exacto, termina exactamente en el momento en el que el encargado del “asadito” pronuncia las celebres palabras “todos a la mesa que esto esta listo!”, y por supuesto, siempre, pero siempre faltan sillas.
5 - - 1 a pista!!!!!
Es increíble, pero nunca, nunca estoy listo, repase todo 100 veces, o mas, pero así y todo, todavía, me siento tan nervioso y excitado como el primer día, me abrocho el casco y el “clic” del seguro me desespera… ¿Qué pista?, ¿la uno o la dos?, ¿da lo mismo?, la verdad no estoy seguro, yo me inclino por la dos, será cabala, o lo que sea, yo realmente no creo que nadie tenga ventaja en una o en otra, talvez es psicológico, pero que nadie me diga que no tiene una en preferencia.
Me paro frente al semáforo y me quedo mirando el reloj, no me pregunten porque, pero tengo la imperiosa necesidad se saber exactamente que tiempo hace el que salio delante mió, cuando esto ocurre engancho la primera y a calentar!, que momento Dios!, un ritual incomparable, las cubiertas delanteras patinan por mas de veinte metros y la temperatura va subiendo. Y marcha atrás, y otra vez
El auxiliar de pista nos dice con un gesto que ya es suficiente, mis amigos están ahí, los de siempre, uno a cada lado de la cola de mi maquina, la misma pasión corre por sus venas y por las mías, sufren y gozan igual, incluso en algunos casos mas que yo, muchos en las tribunas se preguntan si realmente hacen falta, yo les aseguro que si, sin ellos ahí yo no podría estar donde estoy.
Ya están echadas las cartas, el foco amarillo superior esta a punto de desatar una cascada descendente de pura adrenalina, no miro al piloto de al lado, en muchos casos no se que auto es, ni de que color, en realidad no importa.
Todo, absolutamente todo se va a definir en poquitos segundos, cuando caigan esas luces, muchos se preguntaran si realmente me interesa ganar, ¿honestamente?, no es indispensable..
Acelerador y embrague a fondo, solo un pequeño dispositivo electrónico se interpone entre mi pie derecho y el encendido, y es el que impide que mi motor explote en mil pedazos.
Escucho el motor del piloto de al lado, esta todo listo, casi podría decirse que un sexto sentido interno nos avisa en que momento, la tranquila luz superior se convertirá en un flujo descendente de luz que culminara en la verde de partida.
Espero, no respiro, no pestañeo, no pienso.
Las luces finalmente caen.
La verde se enciende.
Y acelero.
Me paro frente al semáforo y me quedo mirando el reloj, no me pregunten porque, pero tengo la imperiosa necesidad se saber exactamente que tiempo hace el que salio delante mió, cuando esto ocurre engancho la primera y a calentar!, que momento Dios!, un ritual incomparable, las cubiertas delanteras patinan por mas de veinte metros y la temperatura va subiendo. Y marcha atrás, y otra vez
El auxiliar de pista nos dice con un gesto que ya es suficiente, mis amigos están ahí, los de siempre, uno a cada lado de la cola de mi maquina, la misma pasión corre por sus venas y por las mías, sufren y gozan igual, incluso en algunos casos mas que yo, muchos en las tribunas se preguntan si realmente hacen falta, yo les aseguro que si, sin ellos ahí yo no podría estar donde estoy.
Ya están echadas las cartas, el foco amarillo superior esta a punto de desatar una cascada descendente de pura adrenalina, no miro al piloto de al lado, en muchos casos no se que auto es, ni de que color, en realidad no importa.
Todo, absolutamente todo se va a definir en poquitos segundos, cuando caigan esas luces, muchos se preguntaran si realmente me interesa ganar, ¿honestamente?, no es indispensable..
Acelerador y embrague a fondo, solo un pequeño dispositivo electrónico se interpone entre mi pie derecho y el encendido, y es el que impide que mi motor explote en mil pedazos.
Escucho el motor del piloto de al lado, esta todo listo, casi podría decirse que un sexto sentido interno nos avisa en que momento, la tranquila luz superior se convertirá en un flujo descendente de luz que culminara en la verde de partida.
Espero, no respiro, no pestañeo, no pienso.
Las luces finalmente caen.
La verde se enciende.
Y acelero.
PARTE 2
Se me hace difícil pensar, me convierto en una computadora, una computadora perfectamente sincronizada, a tal punto que cada cambio de marcha se produce exactamente décimas de segundos antes que el flash del meter dispare, marcando la línea entre el momento de torque y la destrucción total (no seria la primera vez!), primera, segunda, tercera….y no lo veo. Fue una partida excelente, juraría que vi la luz verde en mi cabeza antes que en el semáforo, si ya lo se, pero créanme que es así.
Tercera 4500,..5000,...5500 y ahí esta, todavía y después de 200 metros no se que auto es, ni de que color, pero escucho su motor, clarísimo.
6000,…6300,..6600…y ya puedo identificarlo perfectamente, justo sobre mi hombro izquierdo asoma clarísima la silueta inconfundible de un fiat uno, color blanco,..Ahora se que auto es…y eso no es bueno. De momento se mantiene ahí, o casi….no se si es producto del profundo estado de nerviosismo en el que estamos todos en ese momento, pero podría jurar que avanza de a milímetros, desconozco por completo que cantidad de cálculos por segundo puede hacer el cerebro humano, pero el mió me grita que a este paso y faltando 150 metros me va a pasar sin duda justo antes de la sentencia!
7500,…7800, el flash del meter se enciende,..pero yo no lo veo, o hago que no lo veo, 8000,….8200, y sucede, avanzo mas rápido, dejo atrás la posibilidad de ser ejecutado por el que en ese momento es mi único enemigo en este mundo y pongo la cuarta.
Me disparo hacia delante, todavía hoy me sorprende la potencia, cuarta y la patada es de una segunda, el meter sube rápidamente, pero mi alegría dura bien poco. Ahí esta de nuevo, tal vez mas cerca que antes, en realidad no lo se, pero se acerca,..me recorta,…me da caza, y mi única defensa es mi maquina, mi maquina contra la suya, y la misma idea de siempre vuelve a mi cabeza, ¿tengo lo que se necesita o lo tiene el?, ¿cuanta horas invirtió para estar ahí hoy?, sus amigos y colegas también quieren que gane, ¿quien tiene mas corazón?
50 metros mas y es mió, pero su trompa ya casi esta a la altura de la mía, ¿cuanto?, ¿10cm mas?, ¿20?, no lo se, lo que si se es que es muchísimo menos de lo que me gustaría.
30 metros mas, 20 mas!!, su trompa esta a la par de la mía, ya es imposible decir quien lleva ventaja a quien, 10 metros mas, por dios!!!, mi corazón no lo soporta!!
Y cruzo la sentencia,…fssss,..respiro, no quiero mirar,..no quiero
Pero miro, la luz de mi carril esta prendida, dudo un segundo, esperando que de un momento a otro titile,…pero no titila, permanece encendida.!!!!
Agarro el volante con fuerza y lo sacudo, grito, saco lo que tengo adentro, lo golpeo.
Esta vez fue mía, la que viene no se, solo quiero llegar a la prelargada, alli están mis amigos
Y se que me esperan!!!
PARTE 3
Es oficial, ganamos la semi, ahora la final. Me siento patético, pero nunca estuve en una final, estaba menos nervioso el día de mi casamiento, lo puedo jurar.
Ya los veo como cincuenta metros antes, me hacen señas como si estuviera aterrizando un Boeing 747, y todas me señalan un inconfundible destino, la largada.
Ni bien me tienen al lado me gritan, “estas abajo casi 20 números gordo, la ganaste por por 3 centésimas, no te duermas en el semáforo, no te olvides que es la final…”
Dormirme en el semáforo…?
Pero si salí como un misil!...
Bueno,..por ahí no tanto como un misil…pero casi.
..está bien, está bien, podría haber largado “algo” mejor, pero che!!!
Dos aceleradas para “limpiar”, y a pista otra vez.
Chequeo todo de nuevo y lo veo…
El alternador conectado…
No puede ser!, chequee todo, pero TODO cien veces!
Pero no, ahí está, clarito, la llave del alternador en “ON”
Pero que bol…!!!!!!!!
Pero no, me justifico a mí mismo, un alternador conectado no pueden ser 20 números!! Psss ( o sí?)
Lo apago.
Alineo, se define en esta, solo una tirada mas, una y es suficiente,..o es nada.
Acelerador y embrague a fondo, largador en 2600
No caliento, alineo y espero.
La amarilla espera también.
Veo el cronometro en cero y la trompa del otro auto acercándose lentamente a la sentencia.
Milésimas de segundos después de las luces a alineación, la verde!
Y en ese instante justo, parto.
Muchísimo mejor que la anterior, ni bien engancho la segunda, ya lo veo por el espejo, mínimo un auto y medio por detrás.
Imposible recortar esa distancia.
Pero no, en el momento exacto de poner tercera, esa distancia es solo de un par de metros, suficientemente cerca como para escuchar el “estornudo”
A si…
Turbo.
Y de los buenos, estoy para enganchar la cuarta y ya está casi un auto entero por delante, y solo a 100 metros de la sentencia.
Ok.
Sera el viernes que viene.
Veo las luces de stop, me le acerco, pero no es suficiente, entra mínimo medio auto por delante mío.
Mira mi luz y titila, como tantas otras veces, nunca en la final, pero de todas formas titila.
Tardo más que de costumbre en llegar al box.
Pero algo no es lo que esperaba, esperaba caras de “la cagaste gordo, vamos a casa”
Pero no.
Muy por el contrario.
Y ya lo se, me lo imagino, pero lo confirmo con el grito de los chicos…
“se callo mal gordo!!!, le clavaste el tiempo!!!, ganaste la final!!!!!!!!!!!”
Ya en el taller, a la izquierda del banco de herramienta, sobre un exhibidor metálico, ex supermercado chino o algo así, arriba del revistero, y a la derecha de un monitor abandonado, esta el trofeo, que certifica por fin, que ahí estuve, y que esta vez, no nos fuimos con las manos vacías.
Agustin “el coi” Garcia
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