Gente, me llegó esto por e-mail, tienen idea si es tan asi? (la verdad, es lo que pienso yo, pero como todos los mail, me tira a la sospecha)
Por mi trabajo, entre otras cosas trabajo en la Isla Talavera,
conozco
muy bien el manejo de los pastizales de islas, y, por supuesto
las
constantes ambientales de las mismas.
Normalmente, para esta época procedemos al quemado de pastos,
pajas y
material leñoso que el vacuno no ingiere en el proceso de
engorde
primavera-verano.
Siempre que hemos hecho este trabajo, que por lo demás debe
hacerse
ayudado por gente de isla que conoce bien como llevarlo acabo,
hemos
sido concientes que durante dos o tres días las poblaciones
aledañas al
Paraná sufren las consecuencias - humo, hollín, olores - de
este
mejoramiento del pastizal. Pero nunca han sido de tal
persistencia ni
magnitud.
El hombre de isla sabe que un incendio de éste tipo cuando se
desborda
pone en peligro no solo a la fauna de las islas que es de lo
que el vive
y a las reservas forrajeras necesarias para sus animales sino
que
también él puede sufrir las consecuencias cuando este método -
la quema
de pastizales - se desmadra.
Por eso es menester aclarar ciertas cosas antes de seguir con
este tema.
Sé que a mediados de marzo, las municipalidades de los
partidos
bonaerenses ribereños y la ciudades entrerrianas de Victoria y
Gualeguay
pusieron especial énfasis en informar y pedir a los isleños,
propietarios y arrendatarios de islas que, dada la persistente
sequía
que afecta al sur de Entre Ríos y norte de Bs. As., que se
abstuvieran
de quemar pastizales, e inclusive mantuvieron reuniones con
los
principales propietarios y/o arrendatarios donde estos se
comprometieron
a no quemar pastizales.
De igual manera, los que trabajamos en las islas en soporte
técnico y
asesoramiento de productores (no hay que olvidar que entre
otras cosas
estas islas poseen importantes forestaciones éramos concientes
que un
incendio salido de control afectaría años de trabajo forestal
por lo que
se logró un consenso entre los productores de no quemar
pastizales hasta
que no se supiera si se podían esperar lluvias de otoño que
son el
control natural de la quema de pastizales.
El INTA informó a los productores que, dado el nivel de sequía
imperante
una quemazón de paja y restos leñosos sería de tal magnitud
que se
verían afectados los pastos de invierno.
Por informaciones de isleños, y personal de explotaciones de
la zona, a
partir de la primera semana de abril se empezó a ver
movimiento de
personas extrañas al paraje.
Hasta el día 8 de abril que un peón me informó que cerca de la
costa
había una lancha civil con gente desconocida.
Cuando me apersoné al lugar uno de ellos se me presentó
diciendo que era
Gómez o algo así, (el nombre no lo recuerdo exactamente) y que
traía
unos amigos para pescar y si era posible que allí lo hicieran.
Todo esto me resultó muy sorpresivo ya que yo ubicaba al
individuo ese
como un Subprefecto de la zona de San Pedro de apellido
Guglielmo o
Guglielmone y a otro, civil, - ignoro su nombre - que en
agosto del año
pasado se me había acercado para preguntar por la dirección
del
propietario o arrendatario del predio ya que quería pedirle
una
colaboración para la campaña electoral del Frente para la
Victoria, pero
al no tener nada que sospechar los autoricé a que, en la
medida que no
se adentraran en la isla podían pescar donde quisieran.
Esa misma noche empezaron los incendios, y supuse que (por
estúpidos)
algún grupo de irresponsables que después de un asado no
tomaron las
medidas pertinentes para evitar semejante problema, pero
empleados
nuestros que llegaron al lugar me trajeron restos de cubiertas
y dos
bidones retorcidos por el calor, lo que daba indicios de
intencionalidad.
Para finalizar, al día siguiente me presenté a Prefectura de
Zárate para
informar del incendio y que teníamos problemas para apagarlo
con
nuestros medios. Pero no quisieron tomarme la denuncia de lo
que había
pasado. Así las cosas, durante tres días no tuvimos ningún
tipo de apoyo
para extinguir el fuego que se extendió a las forestaciones y
al resto
de la isla. También concurrí a la Policía de la Provincia de
Buenos
Aires, también en Zárate, para presentar mi denuncia pero
tampoco la
misma no fue tomada con el pretexto, igual al de Prefectura,
que «un
incendio en esta época es cosa común».
De aquí en más, lo que sigue es una historia conocida. Pero
descarto,
por lo antedicho, de cualquier responsabilidad de este
desastre a
isleños, propietarios y personal de las explotaciones de las
islas.
Cabe preguntarse, lo siguiente:
¿Por que había orden de Aníbal Fernández de no tomar denuncias
sobre la
quema de campos?
Si los isleños se habían puesto de acuerdo, en reuniones que
habían
tenido lugar en marzo una de las cuales fue organizada por el
Ministerio
de Asuntos Agrarios, para no quemar pastizales ¿Por que
habrían cambiado
de opinión?
¿Por que el subprefecto, cuyo verdadero nombre es Vicente
Guglielmi fué
trasladado a Misiones el 11 de abril del corriente si recién
se había
hecho cargo de su puesto el 11 de febrero, también de este
año?
ALGO HUELE A PODRIDO EN ARGENTINA Y NO ES LA HUMAREDA QUE
HABRÍA
PROVOCADO EL EMPERADOR NERÓN Y LA NEURÓTICA QUE SE HAN
APROPIADO DEL
PAÍS.
JUAN BENITO MATTEAUDA
Ingeniero Agrónomo y Forestal
D.N.I.: 17.035.052
Por mi trabajo, entre otras cosas trabajo en la Isla Talavera,
conozco
muy bien el manejo de los pastizales de islas, y, por supuesto
las
constantes ambientales de las mismas.
Normalmente, para esta época procedemos al quemado de pastos,
pajas y
material leñoso que el vacuno no ingiere en el proceso de
engorde
primavera-verano.
Siempre que hemos hecho este trabajo, que por lo demás debe
hacerse
ayudado por gente de isla que conoce bien como llevarlo acabo,
hemos
sido concientes que durante dos o tres días las poblaciones
aledañas al
Paraná sufren las consecuencias - humo, hollín, olores - de
este
mejoramiento del pastizal. Pero nunca han sido de tal
persistencia ni
magnitud.
El hombre de isla sabe que un incendio de éste tipo cuando se
desborda
pone en peligro no solo a la fauna de las islas que es de lo
que el vive
y a las reservas forrajeras necesarias para sus animales sino
que
también él puede sufrir las consecuencias cuando este método -
la quema
de pastizales - se desmadra.
Por eso es menester aclarar ciertas cosas antes de seguir con
este tema.
Sé que a mediados de marzo, las municipalidades de los
partidos
bonaerenses ribereños y la ciudades entrerrianas de Victoria y
Gualeguay
pusieron especial énfasis en informar y pedir a los isleños,
propietarios y arrendatarios de islas que, dada la persistente
sequía
que afecta al sur de Entre Ríos y norte de Bs. As., que se
abstuvieran
de quemar pastizales, e inclusive mantuvieron reuniones con
los
principales propietarios y/o arrendatarios donde estos se
comprometieron
a no quemar pastizales.
De igual manera, los que trabajamos en las islas en soporte
técnico y
asesoramiento de productores (no hay que olvidar que entre
otras cosas
estas islas poseen importantes forestaciones éramos concientes
que un
incendio salido de control afectaría años de trabajo forestal
por lo que
se logró un consenso entre los productores de no quemar
pastizales hasta
que no se supiera si se podían esperar lluvias de otoño que
son el
control natural de la quema de pastizales.
El INTA informó a los productores que, dado el nivel de sequía
imperante
una quemazón de paja y restos leñosos sería de tal magnitud
que se
verían afectados los pastos de invierno.
Por informaciones de isleños, y personal de explotaciones de
la zona, a
partir de la primera semana de abril se empezó a ver
movimiento de
personas extrañas al paraje.
Hasta el día 8 de abril que un peón me informó que cerca de la
costa
había una lancha civil con gente desconocida.
Cuando me apersoné al lugar uno de ellos se me presentó
diciendo que era
Gómez o algo así, (el nombre no lo recuerdo exactamente) y que
traía
unos amigos para pescar y si era posible que allí lo hicieran.
Todo esto me resultó muy sorpresivo ya que yo ubicaba al
individuo ese
como un Subprefecto de la zona de San Pedro de apellido
Guglielmo o
Guglielmone y a otro, civil, - ignoro su nombre - que en
agosto del año
pasado se me había acercado para preguntar por la dirección
del
propietario o arrendatario del predio ya que quería pedirle
una
colaboración para la campaña electoral del Frente para la
Victoria, pero
al no tener nada que sospechar los autoricé a que, en la
medida que no
se adentraran en la isla podían pescar donde quisieran.
Esa misma noche empezaron los incendios, y supuse que (por
estúpidos)
algún grupo de irresponsables que después de un asado no
tomaron las
medidas pertinentes para evitar semejante problema, pero
empleados
nuestros que llegaron al lugar me trajeron restos de cubiertas
y dos
bidones retorcidos por el calor, lo que daba indicios de
intencionalidad.
Para finalizar, al día siguiente me presenté a Prefectura de
Zárate para
informar del incendio y que teníamos problemas para apagarlo
con
nuestros medios. Pero no quisieron tomarme la denuncia de lo
que había
pasado. Así las cosas, durante tres días no tuvimos ningún
tipo de apoyo
para extinguir el fuego que se extendió a las forestaciones y
al resto
de la isla. También concurrí a la Policía de la Provincia de
Buenos
Aires, también en Zárate, para presentar mi denuncia pero
tampoco la
misma no fue tomada con el pretexto, igual al de Prefectura,
que «un
incendio en esta época es cosa común».
De aquí en más, lo que sigue es una historia conocida. Pero
descarto,
por lo antedicho, de cualquier responsabilidad de este
desastre a
isleños, propietarios y personal de las explotaciones de las
islas.
Cabe preguntarse, lo siguiente:
¿Por que había orden de Aníbal Fernández de no tomar denuncias
sobre la
quema de campos?
Si los isleños se habían puesto de acuerdo, en reuniones que
habían
tenido lugar en marzo una de las cuales fue organizada por el
Ministerio
de Asuntos Agrarios, para no quemar pastizales ¿Por que
habrían cambiado
de opinión?
¿Por que el subprefecto, cuyo verdadero nombre es Vicente
Guglielmi fué
trasladado a Misiones el 11 de abril del corriente si recién
se había
hecho cargo de su puesto el 11 de febrero, también de este
año?
ALGO HUELE A PODRIDO EN ARGENTINA Y NO ES LA HUMAREDA QUE
HABRÍA
PROVOCADO EL EMPERADOR NERÓN Y LA NEURÓTICA QUE SE HAN
APROPIADO DEL
PAÍS.
JUAN BENITO MATTEAUDA
Ingeniero Agrónomo y Forestal
D.N.I.: 17.035.052
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