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Eso a ocurrido toda la vida estimado.. pero solo con empresarios vinculados al peronismo.
Te pongo un ejemplo cercano... se termina el curro del dolar desdoblado para las ensambladoras de electronica y la UOM acepta CERO paritarias por tres años... tres años donde se estimaba un 30 a 20 de inflación por año.. osea.. en el mejor de los casos la mitad del salario en dos años. Todo hecho sencillamente para que la gente se vaya por su cuenta de la empresa y le ahorre costos adicionales a la empresa.
Sabes por que pregunto?
Mi cuñado trabaja en una fábrica de zapatos y el otro día lo escuche hablar de que por primera vez en el año pudo trabajar toda la semana completa.
Es ultra k el pelotudo pero bue..
De ahí viene esto..o estos hdps hicieron lo que vos decís que siempre hicieron que es lo mas probable..
O levanto el la buró por la quita del iva
A los alimentos y la gente se volvió a comprar calzado..
Pusieron nombre de ellos en calles, edificios, no falta mucho jaja
Enviado desde mi Moto Z2 Play mediante Tapatalk
Olvidate. Se han hecho estatuas, han sacado nombres de próceres como roca.. sarmiento.. o san martin para poner Nestor Kirchner.. y hasta Cristina Kirchner.. la otra vez vi un intendente de misiones que le clavo a una calle "No fue magia".. si buscas la nota debe aparecer, me llego por un grupo de whatsapp jajaja.
Olvidate. Se han hecho estatuas, han sacado nombres de próceres como roca.. sarmiento.. o san martin para poner Nestor Kirchner.. y hasta Cristina Kirchner.. la otra vez vi un intendente de misiones que le clavo a una calle "No fue magia".. si buscas la nota debe aparecer, me llego por un grupo de whatsapp jajaja.
Segunda definición económica concreta de Alberto Fernández, tras la primera que fue la de la ridícula Comisión Nacional contra el Hambre. Ha dicho el electo que aplicará retenciones, al petróleo, a la minería y al campo. Que sus socios serán los que exporten porque son los que traen "divisas". Que debe cobrar retenciones para cerrar el déficit fiscal de Macri de 6 puntos del PBI. Como con lo del "hambre", debo impugnar también esta segunda definición. Fernández no logrará los objetivos y fracasará por la vía elegida. El cambio contínuo de reglas de juego, siguiendo al delirante de Macri, generará desinversión, ninguna inversión y por supuesto menos recaudación. Debió decir que el 10 de diciembre se terminaban todas las retenciones para siempre, que el estado no intervendrá más sobre los precios y que las actividades pagarán un impuesto a las ganancias bajo, sin escalas y de alícuota única. Vería Fernández de este modo cómo de repente empieza a recaudar muchísimo más y lo más importante: cómo la economía se empieza a mover. El otro problema de Fernández es el de las "divisas", cree que el estado debe juntar y acumular divisas. Es un pensamiento equivocado, de ideología mercantilista-colectivista del siglo XVIII, propia del Rey Luis XIV y de su ministro Colbert. No va esto, Fernández, no funciona más así la economía del mundo. El gobierno no tiene para qué juntar divisas, ni oro, ni plata. El gobierno debe abstenerse de acumular "reservas", ya que éstas ni siquiera funcionan como garantía de la base monetaria. Los exportadores deben negociar en todo caso las divisas que obtienen con los importadores, sin intervención alguna del BCRA, por eso es que el gobierno tampoco debe intervenir jamás los tipos de cambio entre monedas, las que flotan en el mercado y a las que se accede libremente en el mundo desde el año 1971. La ideología que transmite Fernández en este tema clave, que es realmente relevante frente a la irrelevante en comparación Comisión contra el Hambre, es una mezcla de mercantilismo propio del absolutismo monárquico con el modelo de los cambios fijos del FMI vigente entre 1945 y 1971. Lo impresionante del caso es que ningún economista del poder apunta el error, como no lo hicieron tampoco con Macri, ignorando las leyes económicas naturales que rigen el funcionamiento de la sociedad. No hay uno que se haya opuesto a la declaración de inconvertibilidad del peso argentino de agosto 2019, o sea al cepo, y todos creen que hay que racionar las divisas, porque si no se acaban, ignorando que el mercado de libre acceso y de precio flotante se encargará siempre de que no falte ni sobre nada. Todas estas elaboraciones, por supuesto, van en linea con las predicciones reiteradamente posteadas en estas columnas en el sentido de que el piso de Argentina no coincide con el fin del gobierno de Macri sino que la caída se extenderá hasta octubre de 2021, en un marco de catástrofe total, cuando sí veremos el piso tras largas décadas de correcciones, por lo tanto Fernández se equivocará fuertemente al inicio y pondrá en riesgo a su propio gobierno y al Partido Justicialista en su conjunto. Y eso que todavía no sabemos qué imbecilidad van a proponer con la deuda, en pesos y en dólares, ni qué acuerdo con el FMI imaginan, ni qué hará con la política monetaria, ni qué otra confiscación pretende con los impuestos en un país récord de presión tributaria. Se vienen tiempos calamitosos que muy pocas personas podrán soportar. Las advertencias fueron debidamente presentadas.
Segunda definición económica concreta de Alberto Fernández, tras la primera que fue la de la ridícula Comisión Nacional contra el Hambre. Ha dicho el electo que aplicará retenciones, al petróleo, a la minería y al campo. Que sus socios serán los que exporten porque son los que traen "divisas". Que debe cobrar retenciones para cerrar el déficit fiscal de Macri de 6 puntos del PBI. Como con lo del "hambre", debo impugnar también esta segunda definición. Fernández no logrará los objetivos y fracasará por la vía elegida. El cambio contínuo de reglas de juego, siguiendo al delirante de Macri, generará desinversión, ninguna inversión y por supuesto menos recaudación. Debió decir que el 10 de diciembre se terminaban todas las retenciones para siempre, que el estado no intervendrá más sobre los precios y que las actividades pagarán un impuesto a las ganancias bajo, sin escalas y de alícuota única. Vería Fernández de este modo cómo de repente empieza a recaudar muchísimo más y lo más importante: cómo la economía se empieza a mover. El otro problema de Fernández es el de las "divisas", cree que el estado debe juntar y acumular divisas. Es un pensamiento equivocado, de ideología mercantilista-colectivista del siglo XVIII, propia del Rey Luis XIV y de su ministro Colbert. No va esto, Fernández, no funciona más así la economía del mundo. El gobierno no tiene para qué juntar divisas, ni oro, ni plata. El gobierno debe abstenerse de acumular "reservas", ya que éstas ni siquiera funcionan como garantía de la base monetaria. Los exportadores deben negociar en todo caso las divisas que obtienen con los importadores, sin intervención alguna del BCRA, por eso es que el gobierno tampoco debe intervenir jamás los tipos de cambio entre monedas, las que flotan en el mercado y a las que se accede libremente en el mundo desde el año 1971. La ideología que transmite Fernández en este tema clave, que es realmente relevante frente a la irrelevante en comparación Comisión contra el Hambre, es una mezcla de mercantilismo propio del absolutismo monárquico con el modelo de los cambios fijos del FMI vigente entre 1945 y 1971. Lo impresionante del caso es que ningún economista del poder apunta el error, como no lo hicieron tampoco con Macri, ignorando las leyes económicas naturales que rigen el funcionamiento de la sociedad. No hay uno que se haya opuesto a la declaración de inconvertibilidad del peso argentino de agosto 2019, o sea al cepo, y todos creen que hay que racionar las divisas, porque si no se acaban, ignorando que el mercado de libre acceso y de precio flotante se encargará siempre de que no falte ni sobre nada. Todas estas elaboraciones, por supuesto, van en linea con las predicciones reiteradamente posteadas en estas columnas en el sentido de que el piso de Argentina no coincide con el fin del gobierno de Macri sino que la caída se extenderá hasta octubre de 2021, en un marco de catástrofe total, cuando sí veremos el piso tras largas décadas de correcciones, por lo tanto Fernández se equivocará fuertemente al inicio y pondrá en riesgo a su propio gobierno y al Partido Justicialista en su conjunto. Y eso que todavía no sabemos qué imbecilidad van a proponer con la deuda, en pesos y en dólares, ni qué acuerdo con el FMI imaginan, ni qué hará con la política monetaria, ni qué otra confiscación pretende con los impuestos en un país récord de presión tributaria. Se vienen tiempos calamitosos que muy pocas personas podrán soportar. Las advertencias fueron debidamente presentadas.
Estamos en wilde corriendo la libre sin frenos..directo al paredon
Segunda definición económica concreta de Alberto Fernández, tras la primera que fue la de la ridícula Comisión Nacional contra el Hambre. Ha dicho el electo que aplicará retenciones, al petróleo, a la minería y al campo. Que sus socios serán los que exporten porque son los que traen "divisas". Que debe cobrar retenciones para cerrar el déficit fiscal de Macri de 6 puntos del PBI. Como con lo del "hambre", debo impugnar también esta segunda definición. Fernández no logrará los objetivos y fracasará por la vía elegida. El cambio contínuo de reglas de juego, siguiendo al delirante de Macri, generará desinversión, ninguna inversión y por supuesto menos recaudación. Debió decir que el 10 de diciembre se terminaban todas las retenciones para siempre, que el estado no intervendrá más sobre los precios y que las actividades pagarán un impuesto a las ganancias bajo, sin escalas y de alícuota única. Vería Fernández de este modo cómo de repente empieza a recaudar muchísimo más y lo más importante: cómo la economía se empieza a mover. El otro problema de Fernández es el de las "divisas", cree que el estado debe juntar y acumular divisas. Es un pensamiento equivocado, de ideología mercantilista-colectivista del siglo XVIII, propia del Rey Luis XIV y de su ministro Colbert. No va esto, Fernández, no funciona más así la economía del mundo. El gobierno no tiene para qué juntar divisas, ni oro, ni plata. El gobierno debe abstenerse de acumular "reservas", ya que éstas ni siquiera funcionan como garantía de la base monetaria. Los exportadores deben negociar en todo caso las divisas que obtienen con los importadores, sin intervención alguna del BCRA, por eso es que el gobierno tampoco debe intervenir jamás los tipos de cambio entre monedas, las que flotan en el mercado y a las que se accede libremente en el mundo desde el año 1971. La ideología que transmite Fernández en este tema clave, que es realmente relevante frente a la irrelevante en comparación Comisión contra el Hambre, es una mezcla de mercantilismo propio del absolutismo monárquico con el modelo de los cambios fijos del FMI vigente entre 1945 y 1971. Lo impresionante del caso es que ningún economista del poder apunta el error, como no lo hicieron tampoco con Macri, ignorando las leyes económicas naturales que rigen el funcionamiento de la sociedad. No hay uno que se haya opuesto a la declaración de inconvertibilidad del peso argentino de agosto 2019, o sea al cepo, y todos creen que hay que racionar las divisas, porque si no se acaban, ignorando que el mercado de libre acceso y de precio flotante se encargará siempre de que no falte ni sobre nada. Todas estas elaboraciones, por supuesto, van en linea con las predicciones reiteradamente posteadas en estas columnas en el sentido de que el piso de Argentina no coincide con el fin del gobierno de Macri sino que la caída se extenderá hasta octubre de 2021, en un marco de catástrofe total, cuando sí veremos el piso tras largas décadas de correcciones, por lo tanto Fernández se equivocará fuertemente al inicio y pondrá en riesgo a su propio gobierno y al Partido Justicialista en su conjunto. Y eso que todavía no sabemos qué imbecilidad van a proponer con la deuda, en pesos y en dólares, ni qué acuerdo con el FMI imaginan, ni qué hará con la política monetaria, ni qué otra confiscación pretende con los impuestos en un país récord de presión tributaria. Se vienen tiempos calamitosos que muy pocas personas podrán soportar. Las advertencias fueron debidamente presentadas.
Habria que preguntarle a este vende humo , si el modelo a seguir es el chileno
Era previsible esta traición de Piñera a sus propias fuerzas de seguridad. Se trata de una nueva muestra moral propia de la basura humana que gobierna Chile, mismo tipo-humano que Mauricio Macri, un entreguista del país al comunismo que para zafar del desastre que ha hecho le concede al enemigo hasta la misma Constitución del país. Carabineros y militares en Chile, en respuesta y ante la evidencia de que serán juzgados por violación a los derechos humanos mientras que los marxistas serán colectivamente absueltos y condecorados, deberían a partir de estos momentos desobedecer las órdenes del estado y no proteger más ni personas ni bienes sujetos a la agresión de la insurrección bolchevique en curso. Ni siquiera deberían proteger al Presidente, que éste se haga responsable directo del caos y que se las arregle solo cuando los marxistas entren a La Moneda a partirlo en pedazos.
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