SOY BRASILERO Y LES DIGO QUE SE SIENTE
Ya son más las veces que me pidieron que les diga que se siente que los tweets del mundial y los goles de Alemania – sumados. No sé a qué viene la incesante intriga de los argentinos, tanto de los que me conocen como de todos los que cantan el último “hit” argentino, pero como brasilero de nacimiento y corazón, acá les respondo. A mis hermanos argentinos.
Si, somos hermanos. Así lo siento y así nos referimos en Brasil a los argentinos. En un español forzado, mas con un corazón firme y seguro. Si repudiamos cuando los escuchamos cantar que son nuestros padres, es porque no lo sentimos así.
Por qué será que todos los argentinos que visitan Brasil vuelven enamorados de estas tierras y este pueblo? Por qué será que todos los brasileros que visitan Argentina vuelven enamorados de esas tierras y ese pueblo? Creo que compartimos mucho más que el dolor de la colonización y las Cataratas del Iguazú.
No tenemos 5 estrellas en nuestra camiseta amarilla, y ustedes no están a un partido de sumar su tercera. Todos tenemos infinitas estrellas y están pintadas en el cielo. En ese mismo cielo que me baña en Rio de Janeiro y en Santiago del Estero, en el mismo que compartimos muchos más que solo argentinos y brasileros. Y el sol en la celeste y blanca es el mismo que me quema allá en el campo o acá en la playa. Somos hijos del cielo y la Tierra, del mismo Dios que nos ama y protege a todos.
En cuanto al canto que tan de moda está, permítanme aclararles que desde Italia ’90 hasta hoy Brasil tuvo incontables alegrías. Especialmente en lo que refiere a futbol: copas en todas las divisiones y modalidades, incluyendo mundiales en selección mayor, sub-21, sub-17, fútbol femenino, y hasta en fútbol playa y showbol. Y nos ganamos, por así decirlo, la posibilidad de albergar un mundial y los juegos olímpicos.
Y si, hoy todo está sepultado en Belo Horizonte bajo una histórica derrota, de lo más triste que le tocó vivir a Brasil. Si piensan que hablo de los 7 goles de Alemania – en los que Argentina no tuvo nada que ver – se equivocan. Eso lo vi en la cancha, y claro que fue muy triste. Pero nuestra verdadera derrota está materializada en la caída del puente que sacó de este mundo a dos personas e hirió a otras decenas (después de la tragedia del tren en Once supongo que me comprenderán). Una obra recién construida en la que se refleja el desorden en el que los brasileros nos metimos: inversión en cemento mojado en vez de atención en nuestros niños y ancianos. Disputa por dinero y poder en lugar de amor por el de al lado. Diarios que nos mienten y confunden. Para ser honesto, tenemos los pantalones sucios y mojados, porque estamos desorientados y no sabemos qué hacer.
Eso es derrota! Eso es dolor! Eso me entristece! Solo así siento que pueda tener un enemigo. Y lo que lo hace peor, el enemigo está de este lado de la puerta, adentro de mi querido Brasil. No en Argentina.
Les aseguro, ayudaría a calmar mi pena si un argentino me ofreciera un hombro para llorar. Este es nuestro duro presente, en el que todo Brasil requiere su apoyo. Brasil necesita a su hermano.
De ninguna manera voy a aceptar que figuras públicas y diarios o canales de televisión usen el fútbol para generar una disputa entre dos pueblos que de verdad se aman. Rede Globo! Telesur Venezuela! Pelé! Maradona! Entienden eso? No los quiero escuchar más!!
Exacto, en estos días, sin humildad a los brasileros nos queda muy poco. Hoy necesitamos el apoyo de nuestros hermanos. Y si Argentina nos comparte un poco de toda esa fiesta y algarabía que trajo a casa, a mí personalmente me hará muy feliz.
Volviendo a su canción: “a Messi lo vas a ver…” A Messi ya lo vi. E hizo un golazo en el Maracanã. Que sean dos. O tres. O siete. Que sean todos los que quiera (y pueda, porque los alemanes son buenos, lo digo por experiencia…). Yo ya vi a mi selección ganar el mundial – dos veces. Ahora quiero que mis hermanos y mis mejores amigos vean y sientan cómo es ganar un mundial. No quiero festejar su triunfo. Quiero festejar su alegría.
Quieren que les diga qué se siente? No hay como acotarlo a palabras, pero les aseguro que es más que un placer, porque los amo. Y que lo sepan todos los que me preguntan! Quiero que estén como en su casa – solo pido que no se peleen ni rompan nada... Tenerlos acá es motivo de festejo y fiesta. Que el papa transforme el agua en vino si quiere, que por ustedes, queridos, el domingo yo voy a transformar la caipirinha en fernet!
Para cerrar:
“Los hermanos sean unidos
Porque esa es la ley primera.
Tengan unión verdadera
En cualquier tiempo que sea.
Porque si entre ellos se pelean
Los devoran los de afuera”.
Y si mi hermano es argentino, mejor! Con lágrimas y corazón, con alegría y dolor, VAMOS ARGENTINA CARAJO!! LOS QUIERO!
PD: Vieron que el hit del mundial de la hinchada argentina dice que Brasil está llorando desde Italia? O sea, desde el mundial del ´90. Creo que se olvidaron de 4 Copas America, 4 Copas de las Confederaciones y DOS MUNDIALES!!! Una pavada...
https://www.facebook.com/fagao
Ya son más las veces que me pidieron que les diga que se siente que los tweets del mundial y los goles de Alemania – sumados. No sé a qué viene la incesante intriga de los argentinos, tanto de los que me conocen como de todos los que cantan el último “hit” argentino, pero como brasilero de nacimiento y corazón, acá les respondo. A mis hermanos argentinos.
Si, somos hermanos. Así lo siento y así nos referimos en Brasil a los argentinos. En un español forzado, mas con un corazón firme y seguro. Si repudiamos cuando los escuchamos cantar que son nuestros padres, es porque no lo sentimos así.
Por qué será que todos los argentinos que visitan Brasil vuelven enamorados de estas tierras y este pueblo? Por qué será que todos los brasileros que visitan Argentina vuelven enamorados de esas tierras y ese pueblo? Creo que compartimos mucho más que el dolor de la colonización y las Cataratas del Iguazú.
No tenemos 5 estrellas en nuestra camiseta amarilla, y ustedes no están a un partido de sumar su tercera. Todos tenemos infinitas estrellas y están pintadas en el cielo. En ese mismo cielo que me baña en Rio de Janeiro y en Santiago del Estero, en el mismo que compartimos muchos más que solo argentinos y brasileros. Y el sol en la celeste y blanca es el mismo que me quema allá en el campo o acá en la playa. Somos hijos del cielo y la Tierra, del mismo Dios que nos ama y protege a todos.
En cuanto al canto que tan de moda está, permítanme aclararles que desde Italia ’90 hasta hoy Brasil tuvo incontables alegrías. Especialmente en lo que refiere a futbol: copas en todas las divisiones y modalidades, incluyendo mundiales en selección mayor, sub-21, sub-17, fútbol femenino, y hasta en fútbol playa y showbol. Y nos ganamos, por así decirlo, la posibilidad de albergar un mundial y los juegos olímpicos.
Y si, hoy todo está sepultado en Belo Horizonte bajo una histórica derrota, de lo más triste que le tocó vivir a Brasil. Si piensan que hablo de los 7 goles de Alemania – en los que Argentina no tuvo nada que ver – se equivocan. Eso lo vi en la cancha, y claro que fue muy triste. Pero nuestra verdadera derrota está materializada en la caída del puente que sacó de este mundo a dos personas e hirió a otras decenas (después de la tragedia del tren en Once supongo que me comprenderán). Una obra recién construida en la que se refleja el desorden en el que los brasileros nos metimos: inversión en cemento mojado en vez de atención en nuestros niños y ancianos. Disputa por dinero y poder en lugar de amor por el de al lado. Diarios que nos mienten y confunden. Para ser honesto, tenemos los pantalones sucios y mojados, porque estamos desorientados y no sabemos qué hacer.
Eso es derrota! Eso es dolor! Eso me entristece! Solo así siento que pueda tener un enemigo. Y lo que lo hace peor, el enemigo está de este lado de la puerta, adentro de mi querido Brasil. No en Argentina.
Les aseguro, ayudaría a calmar mi pena si un argentino me ofreciera un hombro para llorar. Este es nuestro duro presente, en el que todo Brasil requiere su apoyo. Brasil necesita a su hermano.
De ninguna manera voy a aceptar que figuras públicas y diarios o canales de televisión usen el fútbol para generar una disputa entre dos pueblos que de verdad se aman. Rede Globo! Telesur Venezuela! Pelé! Maradona! Entienden eso? No los quiero escuchar más!!
Exacto, en estos días, sin humildad a los brasileros nos queda muy poco. Hoy necesitamos el apoyo de nuestros hermanos. Y si Argentina nos comparte un poco de toda esa fiesta y algarabía que trajo a casa, a mí personalmente me hará muy feliz.
Volviendo a su canción: “a Messi lo vas a ver…” A Messi ya lo vi. E hizo un golazo en el Maracanã. Que sean dos. O tres. O siete. Que sean todos los que quiera (y pueda, porque los alemanes son buenos, lo digo por experiencia…). Yo ya vi a mi selección ganar el mundial – dos veces. Ahora quiero que mis hermanos y mis mejores amigos vean y sientan cómo es ganar un mundial. No quiero festejar su triunfo. Quiero festejar su alegría.
Quieren que les diga qué se siente? No hay como acotarlo a palabras, pero les aseguro que es más que un placer, porque los amo. Y que lo sepan todos los que me preguntan! Quiero que estén como en su casa – solo pido que no se peleen ni rompan nada... Tenerlos acá es motivo de festejo y fiesta. Que el papa transforme el agua en vino si quiere, que por ustedes, queridos, el domingo yo voy a transformar la caipirinha en fernet!
Para cerrar:
“Los hermanos sean unidos
Porque esa es la ley primera.
Tengan unión verdadera
En cualquier tiempo que sea.
Porque si entre ellos se pelean
Los devoran los de afuera”.
Y si mi hermano es argentino, mejor! Con lágrimas y corazón, con alegría y dolor, VAMOS ARGENTINA CARAJO!! LOS QUIERO!
PD: Vieron que el hit del mundial de la hinchada argentina dice que Brasil está llorando desde Italia? O sea, desde el mundial del ´90. Creo que se olvidaron de 4 Copas America, 4 Copas de las Confederaciones y DOS MUNDIALES!!! Una pavada...

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