Se llama Ed Houben y hace gala de sus poderes de inseminación, por eso mantiene relaciones sexuales con mujeres que desean tener hijos y por alguna razón no habían podido.
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Ed Houben se dio cuenta de "sus poderes de inseminación" y por eso decidió hacer feliz a mujeres solteras que deseaban ser madres, parejas de lesbianas, u otras mujeres con dificultades para concebir, a quienes les ofrece tener relaciones sexuales para tener un hijo. Ya tiene 98 hijos por el mundo, lo hace gratis y se lo puede contactar a través de su página web.
El dondante a la vieja usanza vive en una casa-granja en el noroeste de Alemania y lleva años ayudando a concebir a parejas de lesbianas, a mujeres solteras que quieren ser madres y también a parejas heterosexuales con problemas de fertilidad. De hecho, se considera a sí mismo un "donante de esperma caritativo".
Todo comenzó en 2002. Por entonces trabajaba como guía turístico y, como tantos otros hombres, decidió donar su esperma por primera vez a un banco de semen.
Eso fue hasta que Holanda prohibió la donación anónima de esperma que decidió dar un giro a su carrera como donante y crear una web en que ofrecía sus servicios por internet.
Ed ya no dona su esperma en una probeta sino "al estilo tradicional", utilizando el instrumento que Dios le dio en vez de una jeringa. "Así hay muchas más posibilidades de concebir", asegura.
"Quizá la gente piense que es una manera de practicar sexo sin aceptar responsabilidades, pero normalmente soy la única persona con la que pueden hablar cuando nada funciona", dice.
Lo que le motiva, dice, "es la ilusión de gente linda por concebir una nueva vida a la que amar y cuidar".
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- Ed lleva años ayudando a concebir a parejas de lesbianas, a mujeres solteras que quieren ser madre.
- Ed lleva años ayudando a concebir a parejas de lesbianas, a mujeres solteras que quieren ser madre.
Ed Houben se dio cuenta de "sus poderes de inseminación" y por eso decidió hacer feliz a mujeres solteras que deseaban ser madres, parejas de lesbianas, u otras mujeres con dificultades para concebir, a quienes les ofrece tener relaciones sexuales para tener un hijo. Ya tiene 98 hijos por el mundo, lo hace gratis y se lo puede contactar a través de su página web.
El dondante a la vieja usanza vive en una casa-granja en el noroeste de Alemania y lleva años ayudando a concebir a parejas de lesbianas, a mujeres solteras que quieren ser madres y también a parejas heterosexuales con problemas de fertilidad. De hecho, se considera a sí mismo un "donante de esperma caritativo".
Todo comenzó en 2002. Por entonces trabajaba como guía turístico y, como tantos otros hombres, decidió donar su esperma por primera vez a un banco de semen.
Eso fue hasta que Holanda prohibió la donación anónima de esperma que decidió dar un giro a su carrera como donante y crear una web en que ofrecía sus servicios por internet.
Ed ya no dona su esperma en una probeta sino "al estilo tradicional", utilizando el instrumento que Dios le dio en vez de una jeringa. "Así hay muchas más posibilidades de concebir", asegura.
"Quizá la gente piense que es una manera de practicar sexo sin aceptar responsabilidades, pero normalmente soy la única persona con la que pueden hablar cuando nada funciona", dice.
Lo que le motiva, dice, "es la ilusión de gente linda por concebir una nueva vida a la que amar y cuidar".
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