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Con el rostro de los principales referentes del kirchnerismo impreso en estrellas rojas señalando distintos edificios lujosos de Puerto Madero, los jóvenes radicales alineados con Ricardo Alfonsín buscaron mostrar las incongruencias del discurso kirchnerista. En una actividad que reunió a los diputados Ricardo Gil Lavedra y Graciela Ocaña, además del titular de la Auditoria General de la Nación (AGN), Leandro Despouy y Rodolfo Terragno ayer en el Puente de la Mujer, la UCR dejó inaugurado el “paseo de la corrupción de las estrellas K”.
“Lo que buscamos es poner en evidencia la doble moral, el doble discurso y la doble contabilidad de los que dicen hacer la revolución social desde Puerto Madero”, contó a Clarín Leandro Santoro, uno de los organizadores del paseo en el que mostraron que “mientras el Gobierno dice llevar adelante políticas que apuntan a la equidad y a la justicia social, los principales referentes del kirchnerismo tienen propiedades millonarias y un estilo de vida más cercano a una celebridad de Hollywood ”.
Además de un mapa de Puerto Madero en el que señalaron los edificios en que los funcionarios tienen propiedades, montaron un recorrido de estrellas sobre el puente de la Mujer emulando el paseo de Hollywood. En las estrellas se vieron los rostros de Cristina Kirchner, Amado Boudou; la ministra de Industria, Débora Giorgi; su par de Planificación, Julio De Vido y el del Interior y Transporte, Florencio Randazzo; el senador Aníbal Fernández, el jefe de la Secretaría de Inteligencia, Héctor Icazuriaga; el ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, el ex secretario de Medios, Enrique Albistur y el sindicalista, José Pedraza, todos con propiedades en Puerto Madero.
“Esta iniciativa pretende mostrar a los funcionarios públicos que hacen credo de su compromiso con los más humildes y sin embargo no pueden explicar de dónde sacaron el dinero para comprar las propiedades donde viven”, advirtió Ocaña. Gil Lavedra destacó la necesidad de “tomar conciencia de lo dañina que es la corrupción”.
La de ayer fue la primera actividad que Ocaña compartió con la UCR. El dato no es menor. Tanto Ocaña, como Gil Lavedra y Terragno apuestan a pelear por una banca en el Senado en octubre. Al final, improvisarón un brindis. Es que la jornada terminó con pizza y champagne en una suerte de parodia de la década menemista a la que, según los jóvenes radicales, el kirchnerismo se parece más de lo que admite.
“Lo que buscamos es poner en evidencia la doble moral, el doble discurso y la doble contabilidad de los que dicen hacer la revolución social desde Puerto Madero”, contó a Clarín Leandro Santoro, uno de los organizadores del paseo en el que mostraron que “mientras el Gobierno dice llevar adelante políticas que apuntan a la equidad y a la justicia social, los principales referentes del kirchnerismo tienen propiedades millonarias y un estilo de vida más cercano a una celebridad de Hollywood ”.
Además de un mapa de Puerto Madero en el que señalaron los edificios en que los funcionarios tienen propiedades, montaron un recorrido de estrellas sobre el puente de la Mujer emulando el paseo de Hollywood. En las estrellas se vieron los rostros de Cristina Kirchner, Amado Boudou; la ministra de Industria, Débora Giorgi; su par de Planificación, Julio De Vido y el del Interior y Transporte, Florencio Randazzo; el senador Aníbal Fernández, el jefe de la Secretaría de Inteligencia, Héctor Icazuriaga; el ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, el ex secretario de Medios, Enrique Albistur y el sindicalista, José Pedraza, todos con propiedades en Puerto Madero.
“Esta iniciativa pretende mostrar a los funcionarios públicos que hacen credo de su compromiso con los más humildes y sin embargo no pueden explicar de dónde sacaron el dinero para comprar las propiedades donde viven”, advirtió Ocaña. Gil Lavedra destacó la necesidad de “tomar conciencia de lo dañina que es la corrupción”.
La de ayer fue la primera actividad que Ocaña compartió con la UCR. El dato no es menor. Tanto Ocaña, como Gil Lavedra y Terragno apuestan a pelear por una banca en el Senado en octubre. Al final, improvisarón un brindis. Es que la jornada terminó con pizza y champagne en una suerte de parodia de la década menemista a la que, según los jóvenes radicales, el kirchnerismo se parece más de lo que admite.
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