Hace 52 años, el coronel retirado Joe Kittinger hizo historia aeroespacial con un salto estratosférico desde 31.333 metros de altura. Este logro hizo evolucionar la tecnología de los paracaídas y de los trajes presurizados que más tarde se usó para la misión del hombre a la Luna, en 1969. Hoy en día quedan pocas barreras por romper. Y, aun así, aquellos que han intentado superar lo que logró en su día el coronel Joe Kittinger no lo han conseguido e, incluso, algunos han perdido sus vidas.
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En 2012, el paracaidista Felix Baumgartner realizará un vuelo a bordo de un globo estratosférico que le llevará hasta los 36.576 metros de altitud, desde donde intentará batir un récord de salto, con el objetivo de convertirse en el primer ser humano en romper la barrera del sonido con su cuerpo, en caída libre.
Apoyado por un equipo de científicos, ingenieros y médicos de primera fila, que incluyen al propio Joe Kittinger, Felix ascenderá a la zona superior de la estratosfera en una cápsula presurizada e impulsada únicamente por un globo de helio. En un entorno hostil en el que no hay oxígeno suficiente como para que un ser humano sobreviva, con una temperatura extremadamente baja y una presión atmosférica inferior al 1% en comparación con el nivel del mar, Felix saltará de su cápsula, protegido exclusivamente por su traje presurizado y su casco. Se espera que, en apenas 35 segundos, rompa la barrera del sonido.
Este proyecto es un paso hacia lo desconocido. Hasta el momento, jamás se ha completado un salto en caída libre de esta magnitud, y desde esta altura. No obstante, la participación de mentes científicas privilegiadas, una exhaustiva preparación, la más avanzada tecnología y la determinación de Felix Baumgartner dan al equipo de la misión Red Bull Stratos la confianza para cumplir sus objetivos.
La misión Red Bull Stratos es un innovador y atrevido proyecto a las puertas del espacio. Su objetivo es el de superar una serie de límites humanos que han existido durante 50 años, además de avanzar en el campo médico y científico relacionado con la exploración espacial y los vuelos humanos en caída libre.
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El austriaco Felix Baumgartner ha completado la última etapa de su preparación antes de intentar lograr su sueño de convertirse en el primer ser humano que rompa la barrera del sonido sin apoyo mecánico. Baumgartner ha completado el vuelo de prueba a bordo de un globo aerostático de 150.079 metros cúbicos de capacidad que ha llegado a una altura de 29.455 metros, y ha ejecutado un salto en caída libre que ha durado 3 minutos y 48 segundos, en el que ha alcanzado una velocidad de 862 km/h.
Baumgartner ha aterrizado en una zona desértica del estado de Nuevo México, a unos 15 minutos en helicóptero del lugar del despegue, el Centro Aéreo Internacional de Roswell. Mientras el equipo de la misión mostraba su alegría por el éxito del ensayo, el director técnico del proyecto, Art Thompson, ha comentado: “Es difícil no emocionarse en un momento como este. Estamos muy contentos de tener a Félix de vuelta a la base tras una larga semana plagada de problemas climáticos. El equipo ha realizado un gran
trabajo”.
El salto de prueba había sido cancelado dos veces por culpa del viento y la lluvia, pero el equipo de expertos aeroespaciales de esta misión ha mantenido el temple en todo momento, ya que saben por experiencia que incluso los despegues de las misiones con transbordadores espaciales pueden retrasarse varios días. El éxito de este salto de Baumgartner es la prueba de que tener paciencia da resultados.
El globo que usará Baumgartner en su última ascensión será igual de alto que un rascacielos y solo podrá despegar si el viento no supera los 6,5 kilómetros por hora, para evitar dañar la materia plástica de la que está hecho. La fecha para el salto final de la misión estará sujeta a posibles cambios, atendiendo a la climatología y a las conclusiones de los datos obtenidos en este ensayo acerca de la funcionalidad del equipo y sus sistemas.
El éxito en el ensayo de hoy, a una altitud considerable en relación a la de ensayos previos y con un globo cuatro veces más grande que el que llevó el piloto en la primera prueba tripulada, en marzo, ha proporcionado nuevos datos para el avance de la misión y también nueva información que se compartirá con la comunidad aeroespacial internacional. “Han sido un par de días complicados por culpa del clima, pero ahora me siento muy positivo.
Completar con éxito esta misión siempre ha sido uno de mis sueños. Ahora solo falta un salto más”, ha declarado Baumgartner después de aterrizar sano y salvo.
Pendientes del estudio de los datos y de la confirmación oficial, el salto de Baumgartner desde 29.455 metros le ha llevado a superar al ruso Yevgeny Andreyev, quien completó un salto desde 25.458 metros, y le ha convertido en el segundo ser humano que ha completado con éxito un salto desde esa altitud. El salto final desde 36.576 metros, finalmente batirá el récord establecido hace 52 años por el único hombre que ha sobrevivido a esa gran altitud, el mentor de Baumgartner, Joe Kittinger.

El Salto Final se llevará a cabo desde Roswell, Nuevo México, el próximo 8 de octubre. Todos los sistemas que Felix Baumgartner usará para realizar un salto desde las puertas del espacio han superado los últimos ensayos. La cápsula presurizada de la misión Red Bull Stratos ha resistido con éxito las nuevas simulaciones a gran altitud, después de que en el último salto de prueba, realizado el mes de julio, sufriese desperfectos en el aterrizaje.
La cuenta atrás definitiva para el salto de Felix Baumgartner desde las puertas del espacio empezó este lunes, después de que el Director Técnico del proyecto, Art Thompson, declarase que la cápsula presurizada que se va a utilizar y todos sus sistemas funcionan correctamente. La nueva fecha provisional para el salto desde una altitud de 36.576 metros es el 8 de octubre, momento en el que finalizará un periodo de agónica incertidumbre para el equipo y para Baumgartner. El deportista extremo austriaco y pionero del aire ha tenido que soportar una espera que no tenía un final determinado debido al laborioso trabajo de reparación de su cápsula, pero ahora está encantado de que la cuenta atrás definitiva para convertirse en la primera persona que supere la barrera del sonido sin apoyo mecánico -además de batir cuatro récords mundiales haya empezado. “Me siento como un tigre que espera salir de su jaula”, ha confesado Baumgartner, de 43 años, uno de los saltadores B.A.S.E. más respetados del mundo. Ya en 2003, fue la primera persona que atravesó el Canal de la Mancha, equipado con una ala de fibra de carbono, en un salto en caída libre. En el salto supersónico de la misión Red Bull Stratos, Baumgartner surcará el cielo a la misma velocidad de una bala.
Baumgartner y el equipo de la misión se han estado preparando para este salto a gran altitud durante años, con el objetivo de superar las marcas establecidas hace 52 años por el antiguo coronel norteamericano Joe Kittinger. La cápsula, que con 1.315 kilos pesa más o menos lo mismo que un VW Beetle, sufrió desperfectos cuando aterrizó bruscamente tras el último salto de prueba efectuado por Baumgartner el pasado mes de julio, desde una altitud de 29.610 metros. Entonces, el austriaco llegó a una velocidad de 864 kilómetros por hora, es decir, tan rápido como un avión comercial. Y pocos minutos después aterrizó sano y salvo en el desierto de Nuevo México.
Este lunes, 24 de septiembre, se realizó un test en una cámara hipobárica en la base de Brooks City, en la ciudad de San Antonio (Texas). La cápsula fue expuesta a condiciones extremas muy cercanas a las que deberá soportar a las puertas del espacio. Después de que el resultado del test fuese positivo, la cápsula se envió de vuelta a Roswell.
Uno de los objetivos principales del proyecto Red Bull Stratos es el de recoger datos científicos que, en última instancia, ayuden a mejorar la seguridad de los viajes espaciales, y que permitan el desarrollo de procedimientos de escape de una nave espacial que esté a gran altitud. Con el salto se intentarán batir hasta cuatro récords: mayor velocidad en caída libre, salto de mayor altitud, vuelo en globo tripulado de mayor altitud y caída libre más larga.
Thompson se muestra reservadamente optimista acerca de la fecha del Salto Final, el 8 de octubre, ya que sabe mejor que nadie que el clima debe ser perfecto para que el globo de helio de 850.000 metros cúbicos de capacidad y fabricado en un tipo de plástico diez veces más fino que el de una bolsa desechable, pueda despegar sin dificultades. El meteorólogo de la misión, Don Day, confirmó que "el principio del otoño en Nuevo México es uno de los mejores momentos del año para el lanzamiento de globos estratosféricos”.

El deportista extremo austriaco ha completado decenas de espectaculares saltos B.A.S.E. desde lugares icónicos de todo el mundo, como el Cristo Redentor de Rio de Janeiro, las torres Petronas de Kuala Lumpur o el Taipei 101, el edificio más alto del mundo. También ha sido el primer hombre en cruzar el Canal de la Mancha en caída libre con la sola ayuda de un ala de fibra de carbono. Pero el próximo 8 de octubre, Baumgartner se embarcará en el proyecto más ambicioso de toda su carrera: el Red Bull Stratos.
¿Qué motivo te ha llevado a perseguir este objetivo?
Felix Baumgartner: Me encantan los desafíos e intentar convertirme en la primera persona en romper la barrera del sonido en caída libre y sin apoyo mecánico es un desafío sin igual. Pero esa es, solamente, la punta del iceberg en términos de lo que motiva a todos los que estamos involucrados en este proyecto. El Red Bull Stratos es una gran oportunidad para obtener información que ayude al desarrollo de medidas de preservación vital para astronautas y pilotos -y, quizá también, de futuros turistas espaciales. Demostrar que un ser humano puede romper la barrera del sonido en la estratosfera y volver a la Tierra sano y salvo podría ser el primer paso para crear procedimientos de emergencia a las puertas del espacio que, actualmente, no existen.
¿Crees que este salto lleva los límites del cuerpo humano a un nuevo nivel?
Baumgartner: Una de las cosas que se desconocen es cómo reaccionará un cuerpo cuando se aproxime a velocidades supersónicas. Los efectos de la transición de velocidad subsónica a supersónica y viceversa no se conocen. Esta es solo una de las cosas que esperamos aprender. Quizá, un día será posible devolver a la Tierra a un astronauta sano y salvo, si su nave espacial se avería. Ahora mismo, esto parece ciencia-ficción, pero el mundo de la aeronáutica, definitivamente, se está moviendo en esa dirección. Así que los datos que muestren cómo reacciona mi cuerpo durante toda la misión serán de gran ayuda para los investigadores.
Ahora que el Salto Final se acerca, ¿tienes algún tipo de reserva, de temor acerca de este salto hacia lo desconocido?
Baumgartner: Por supuesto. No obstante, gracias a la experiencia que he acumulado durante años en proyectos extremos, he aprendido a usar el miedo para mi beneficio y el del proyecto. El miedo se ha convertido en un amigo. Es lo que me ayuda a no ir demasiado lejos, a no pasarme de la raya, por decirlo así. En una misión como esta, debes estar mentalmente preparado y tener total y absoluto control sobre lo que haces y, por ello, me estoy preparando a conciencia. Además, tengo un equipo increíble a mi lado y sé perfectamente que ellos no estarían conmigo si creyesen que no podemos lograr nuestro objetivo. Yo confío en su pericia y experiencia y su confianza ayuda a afianzar mi confianza.
Tu ritmo cardíaco será más alto no justo antes de realizar el salto, sino cuando te levantes para salir de la cápsula.
Baumgartner: He desarrollado un procedimiento técnico detallado que debo seguir antes del salto, 40 pasos que debo realizar en un orden concreto. Ese es el momento en el que te das cuenta de que dependes de la tecnología en un lugar en el que no hay nadie que te pueda ayudar. Justo antes del salto, mi ritmo cardíaco bajará, porque en ese momento yo controlaré la mayoría de cosas. Como paracaidista he completado unos 2.500 saltos, así que saltar es lo mío. Justo antes de dejar la cápsula sabré que estoy de vuelta a casa.
¿Qué es lo más importante en relación al salto, en sí mismo?
Baumgartner: Mientras caiga, debo colocar mi cuerpo de una manera concreta antes de llegar a la velocidad del sonido. Con toda mi experiencia en el aire eso no debería ser problema, pero para estabilizar mi cuerpo necesito la resistencia del aire. El problema es que durante unos 30 segundos no la tendré, lo que significa que no podré controlar la manera en que gire mi cuerpo. Sin embargo, en los ensayos que hemos completado hasta el momento siempre he sido capaz de estabilizarme bastante rápido en el momento en que había suficiente densidad de aire para hacerlo.
Y en cuanto a la cápsula, los trabajos de reparación han obligado a hacer algunos cambios al calendario original de la misión. ¿Cómo has llevado ese retraso?
Baumgartner: No hace falta insistir mucho en que hubiese sido mejor si la cápsula no se hubiese dañado, pero aun así tuvimos suerte y el equipo técnico realizó un gran trabajo. En cuanto a mí, ese tiempo extra me ha ido muy bien para recargar las pilas, tanto física como mentalmente. Siempre es algo delicado que haya retrasos. Pero con 25 años de experiencia en los deportes extremos, estoy acostumbrado a este tipo de contratiempos. El último ensayo fue un éxito rotundo y ya estamos preparados para el Salto Final del próximo 8 de octubre.
El salto en caída libre de Felix Baumgartner, desde 36.576 metros de altura se podrá seguir en directo a través de la página web www.redbullstratos.com

La previsión meteorológica para el histórico salto de Felix Baumgartner -en el que tratará de romper la barrera del sonido en caída libre sin apoyo mecánico-fue anunciada este lunes. Es fundamental que haya condiciones ideales para el equipo de tierra de la misión. Solo así, el delicado proceso de inflado del globo aerostático de helio, de 850.000m3 de capacidad, durará las ocho horas previstas por los ingenieros del proyecto.
El último parte meteorológico sugiere que el lunes 8 de octubre podría seguir siendo el día en el que Felix Baumgartner finalmente complete la misión Red Bull Stratos. El día 1, el meteorólogo del proyecto, Don Day, advirtió que unos frentes fríos que se mueven hacia el este y sureste de las Montañas Rocosas podrían refrescar las temperaturas del área de Roswell y, asimismo, podrían crean nubes bajas.
“El momento en que estos frentes lleguen será crucial, ya que las nubes bajas, la humedad y los vientos crecientes estarán asociados con cada uno de ellos“, remarcó Day el lunes, mientras medía impacto del clima en el histórico salto que Felix Baumgartner realizará en su intento de romper la barrera del sonido en caída libre desde 36.576 metros de altitud. "La previsión sobre estos frentes podría cambiar en tan solo 24 horas, así que hacia el viernes tendremos un pronóstico más claro". “Por mi parte, estoy preparado”, asegura Baumgartner, un aventurero austriaco de 43 años, quien ha estado preparándose con el equipo de la misión Red Bull Stratos para saltar desde las puertas del espacio durante más de 5 años. Para que Baumgartner pueda despegar, los vientos no deben superar los 3 kilómetros por hora, ya que el material plástico del que está hecho el globo solo tiene 0,000020 metros de espesor, o lo que es lo mismo, es 10 veces más fino que un envoltorio de plástico para bocadillos.
Las condiciones meteorológicas deben ser ideales, porque el proceso de inflado del globo con helio dura unas ocho horas. Una vez esté inflado, el globo será tan alto como un edificio de 55 plantas y llevará a Baumgartner y a su cápsula presurizada, de unos 1.300 kilos de peso, a la estratosfera. El globo, el mayor jamás fabricado para vuelos tripulados, está compuesto de tiras de polietileno de altas prestaciones. Si se extendiese completamente sobre el suelo, ocuparía 161.000 m2. Cuando llegue al punto exacto del salto, el globo medirá 102 metros de altura y tendrá un diámetro de 129.
El despegue del día 8 está previsto para el amanecer, el mejor momento de la jornada por las condiciones climáticas, lo que permitirá completar el proceso de inflado del globo sin temor a que el viento rasgue el plástico que lo compone. Ocho horas antes, este proceso empezará gracias a un equipo de 15 personas específicamente preparadas. Dicho equipo examinará exhaustivamente la zona de despegue para quitar cualquier tipo de tierra o de pequeños escombros que puedan dañar el polietileno del globo. Acto seguido, otro grupo de 10 personas equipadas con guantes de algodón y ropa protectora para evitar que el polietileno se enganche y se pueda rasgar, trasladarán cuidadosamente el globo desde el hangar y empezarán a extenderlo sobre una capa protectora de herculita, un tipo de tela muy resistente. Una hora antes del despegue, Ed Coca, jefe de estos equipos, recibirá el visto bueno de Don Day y del control de la misión para empezar la cuenta atrás y el inflado propiamente dicho del globo, que tiene un peso de 1.682 kilos en vacío. Este proceso se llevará a cabo en un intervalo de entre 45 y 60 minutos. El globo se llenará de helio, un gas no inflamable más ligero que el aire, suministrado por dos camiones. Un tercer camión equipado con un equipo especialmente diseñado para ello, sostendrá el globo mientras se hincha.
El globo de esta misión, 10 veces mayor que el que usó Joe Kittinger en 1960 para realizar su salto desde 31.333 metros -altitud que Felix Baumgartner quiere superar-, tendrá una apariencia larga y delgada en el despegue e irá ganando volumen a medida que vaya ascendiendo.

El atleta extremo austríaco Felix Baumgartner saltará en caída libre desde un globo, que en la estratosfera, llegará a una altura de 36.000 metros. Baumgartner, conocido por ser el primero en cruzar el Canal de la Mancha en caída libre, ha saltado desde monumentos tan conocidos como el Cristo Redentor de Brasil. El salto podrá ser seguido en Teledeporte y rtve.es a partir de las 14 horas. Además, la señal internacional se podrá seguir a través de redbullstratos.com
Por fin ha llegado el día. El equipo de la misión Red Bull Stratos está listo para que el próximo lunes 8 de octubre el atleta extremo austríaco Felix Baumgartner trate de superar el récord que estableció el coronel norteamericano Joe Kittinger, hace 52 años, cuando completó un salto en caída libre desde una altura de 31.333 metros (102.800 pies) durante la misión “Excelsior III” de 1960. Baumgartner saltará desde un globo que, en la estratosfera, llegará a una altura de 36.000 metros (120.000 pies).
El salto será en caída libre y supondrá un nuevo récord mundial. El austríaco quiere convertirse en la primera persona en romper la barrera del sonido sin más protección que la de su traje presurizado mientras un sistema de medición recogerá datos que nunca se habían conseguido y que se compartirán con las comunidades científica y médica.
La misión se llevará a cabo en Roswell, Nuevo México, sobre las 14 horas (hora española). Este acontecimiento, de una gran importancia para la comunidad científica mundial, será retransmitido por 150 televisiones de todo el mundo. En nuestro país, será Teledeporte la encargada de acercar al espectador una misión así y explicársela con la ayuda de científicos y especialistas. Además, esta emisión podrá ser seguida por la web rtve.es. Además, la señal internacional se podrá seguir a través de redbullstratos.com
Objetivo: Batir cuatro récords del mundo
Uno de los objetivos de la Misión Red Bull Stratos será el de batir cuatro récords al mismo tiempo y que fueron establecidos hace 50 años: el vuelo en globo tripulado más alto (36.000 metros / 120.000 pies), el salto desde la mayor altitud, la primera persona en romper la barrera del sonido en caída libre, y la caída libre de mayor duración (unos 5 minutos y 30 segundos).
El equipo compartirá sus descubrimientos y logros en todas las áreas con la comunidad científica de todo el mundo. La misión “Excelsior III” de Joe Kittinger fue una pieza clave para el avance de la investigación aeroespacial que llevó a implantar mejoras de seguridad para los tripulantes de misiones en órbita, así como mejoras en el equipamiento de trajes espaciales presurizados. Los límites físicos de la Humanidad también se redefinirán con esta misión. El equipo técnico espera lograr una serie de avances médicos que contribuyan a mejorar la comprensión de la supervivencia en el espacio.
Para Baumgartner, este proyecto es mucho más que el mero hecho de batir otro record. “Esta misión está centrada en hacer un trabajo pionero. Puede que un día la gente mire atrás y diga que fueron Felix Baumgartner y el equipo de la Misión Red Bull Stratos los que ayudaron a desarrollar el traje que llevan en el espacio. Queremos hacer algo para la posteridad”.

El viernes comenzaba la cuenta atrás de tres días para el salto final del Red Bull Stratos. El parte meteorológico de ayer ha recomendado que el salto final se retrase hasta el martes debido a un frente frío con vientos demasiado fuertes.
Felix Baumgartner acababa de llegar a la estación base del Red Bull Stratos cuando el experto en meteorología Don Day le comunicó la previsión de temporal para el lunes. El lanzamiento de la misión a las puertas del espacio no se llevará a cabo el lunes como estaba previsto, pero todo apunta a que se pueda realizar el martes.
La razón del retraso es un fuerte frente frío con temperaturas muy frías, nubes bajas y algunas lloviznas que llegarán a Nuevo México durante el fin de semana. Se espera que la velocidad del viento esté por encima de los niveles aceptables para el lanzamiento seguro el lunes. Las previsiones anunican un viento con velocidad de entre 8 y 16 km / h / 5 a 10 mph con vientos en la parte superior del globo de 16 a 24 km / h 15/10 hasta mph, tal y como ha explicado el meteorólogo Don Day. Baumgartner se lanzará con el mayor globo tripulado de la historia: 550 pies / metros 168 alto desde el comienzo con un volumen de 30 millones de pies cúbicos / 850,000 metros cúbicos.
Está previsto que el clima mejore en gran medida el lunes y que el día termine con cielos limpios y temperaturas más cálidas. "La buena noticia es que después de uno o dos días este frente desaparecerá y se preveen condiciones climatológicas favorables para el lanzamiento del globo", dice Don Day.
El retraso no influye en los preparativos que se están llevando a cabo en el lugar. En el ensayo general de esta pasada noche, Felix Baumgartner y el equipo han realizado todo el procedimiento de pre-lanzamiento, que dura unas 7 horas, tal y como ocurrirá el martes.

El histórico salto que Felix Baumgartner realizará desde 36.576 metros del altura será filmado por diversas cámaras de Alta Definición instaladas en su cápsula, su cuerpo, en pleno vuelo y en tierra. La caída del austriaco, que debería romper la barrera del sonido, promete ser el salto de gran altitud mejor documentado de la historia y se podrá seguir en tiempo real en todo el mundo. A la espera del último parte meteorológico que se dará hoy domingo, todo parece indicar que el salto se podrá llevar a cabo el próximo martes.
Puede que Felix Baumgartner se sienta solo cuando salga de su cápsula presurizada a 36.576 metros de altura y se precipite hacia la Tierra, pero lo cierto es que habrá muchísimos ojos pendientes de él. Durante toda la ascensión, avanzadas cámaras de Alta Definición transmitirán imágenes en tiempo real de las actividades de Baumgartner en su cápsula presurizada y proporcionarán a los espectadores una espectacular perspectiva en primera persona de lo que suceda en todo momento. Y cuando el austriaco salte, su traje irá equipado con cinco cámaras de Alta Definición que grabarán todo el descenso.
El salto de Baumgartner hacia la Tierra, con el que espera batir hasta cuatro récords mundiales, también será grabado por potentes cámaras infrarrojas de largo alcance desde tierra, y por un helicóptero que se situará no muy lejos de su trayectoria de vuelo. La retransmisión en vivo del salto se podrá seguir desde la página www.redbullstratos.com, desde páginas de colaboradores de la misión y también por más de 50 cadenas de televisión y canales de internet de todo el mundo. En España será Teledeporte y la web de rtve.es las encargadas de retransmitir esta gesta. Además, la cadena inglesa BBC realizará un documental sobre el salto que se estrenará durante el otoño.
Las inhóspitas condiciones de la estratosfera y la velocidad supersónica a la que llegará Baumgartner han ocasionado numerosos desafíos para los fotógrafos y los realizadores. Jay Nemeth, director de fotografía a gran altitud de la misión, y su equipo han estado trabajando para superar esos retos durante los últimos cinco años. La cápsula de la misión y el traje espacial de Baumgartner tienen más cámaras de Alta Definición que la mayoría de camiones de 13 metros usados para la producción televisiva de eventos deportivos. “Básicamente, hemos creado un estudio de producción de vídeo volante”, explica Nemeth.
La cápsula de Baumgartner estará equipada con nueve cámaras de Alta Definición, tres cámaras de cine digitales y tres cámaras de fotos de alta resolución. En su traje presurizado, llevará cinco pequeñas cámaras de Alta Definición (dos en cada muslo y una enel pecho). El helicóptero, que seguirá tanto a Baumgartner como a la cápsula, usará una cámara Cineflex giroscópica de Alta Definición y dos cámaras interiores de Alta Definición. Los dos sistemas ópticos de rastreo de la misión que estarán fijos en tierra, aunque en realidad son móviles, tendrán 2 cámaras P2 de Alta Definición, una cámara 4K, una cámara de infrarrojos de onda corta y una cámara de fotos de alta resolución con variedad de potentes objetivos de largo alcance y grandes telescopios. Para recibir las diferentes señales en vivo, se ha tenido que desplegar un sistema de comunicación por radio específico para la misión, que incluye unidades fijas y móviles con un alcance de 300 kilómetros alrededor de Roswell.
Este complejo sistema de cámaras es vital para permitir que el Centro de Control de la Misión monitorice en todo momento y en tiempo real el estado físico de Baumgartner.

Felix Baumgartner intentará romper la barrera del sonido en caída libre, el próximo martes 9 de octubre, con un salto desde una cápsula espacial presurizada a una altitud de 36.576 metros. El austriaco se ha estado preparando durante cinco largos años, pero la intensa expectación por la culminación del proyecto harán de las 24 horas previas al Salto Final las más difíciles de todas.
Cuando Felix Baumgartner se despierte el lunes por la mañana, 24 horas antes del despegue, tendrá la seguridad de haber hecho todo lo posible para prepararse de cara a su salto en caída libre desde las puertas del espacio. Por tanto, mientras espera a que empiece la cuenta atrás, lo mejor que puede hacer el austriaco es descansar y reservar energía para la larga noche de actividad que precederá al despegue de su enorme globo aerostático, el martes por la mañana.
“Creo que estaré más nervioso cuando intente dormir durante la noche antes del despegue, en ese momento en que solo estaremos mis pensamientos y yo”, cuenta Baumgartner. “Cuando empiece la jornada final, habrá tantas cosas que hacer que, en todo momento, mi mente tendrá algo en lo que centrarse”.
Despegue, 24 horas antes: Baumgartner empezará el día anterior al salto con un suave entrenamiento físico centrado en la actividad cardiovascular, para “relajarle y desentumecerle”, según explica el Director de Alto Rendimiento de Red Bull, Andy Walshe.
18 horas y 30 minutos antes: el austriaco de 43 años volverá a su hotel para descansar. Si no puede hacer una siesta, Baumgartner pasará el tiempo charlando con sus amigos y familiares, leyendo algunos de los muchos mensajes de apoyo que recibe de todo el mundo, haciendo esbozos en su libro de dibujo -un pasatiempo que le ayuda a relajarse- o revisando mentalmente todo lo que tiene que hacer durante la misión.
13 horas y 30 minutos antes: Baumgartner se reunirá con miembros de la misión para una temprana y ligera cena, pero el suyo será un menú único y especial. Durante las 24 horas previas al despegue, el austriaco deberá hacer una dieta muy baja en fibra, diseñada por el equipo médico de la misión. Es vital que solo tome alimentos que se procesen rápidamente y que no dejen residuos que puedan producir gas, porque, en caso de tener gases, las bajísimas presiones de la atmósfera podrían expandirlos dentro del cuerpo, causando un serio malestar.
Medio día antes: Baumgartner deberá irse a dormir temprano, antes de que el sol se haya puesto. Intentará eliminar toda luz del exterior y todo ruido de la calle o de los pasillos del hotel. Es esencial que el austriaco duerma antes de su toque de diana, previsto para antes del amanecer, aunque pese a ello es más que probable que se quede en vela pensando en lo que sentirá y experimentará durante el Salto Final para convertirse en la primera persona en el mundo en romper la barrera del sonido en caída libre.
4 horas y 30 minutos antes: “Cuando necesite estar preparado, estaré preparado”, acostumbra a decir Baumgartner. Y aunque tratará de dormir lo máximo posible, deberá levantarse unas cuatro o cinco horas antes del amanecer para prepararse de cara a la intensa jornada que le espera.
3 horas y 30 minutos antes: Baumgartner llegará a la zona de despegue, acompañado por Walshe. Los líderes de la misión, que incluyen al coronel Joe Kittinger, al Director Técnico del proyecto, Art Thompson y el meteorólogo Don Day, harán una reunión informativa acerca del estado de los preparativos hasta ese momento y que habrán empezado unas cinco horas antes.
4 horas antes: Baumgartner irá a la pista de despegue donde, como es habitual en él antes de cada vuelo, realizará una meticulosa inspección de la cápsula.
2 horas y 30 minutos antes: en su trailer personal, Baumgartner pasará la última revisión médica. Una vez finalizada, se le atará al pecho un sistema de monitarización física de última tecnología, sobre el que se pondrá el traje presurizado de la misión.
2 horas antes: el Ingeniero de Soporte Vital Mike Todd vestirá a Baumgartner con el traje presurizado -un proceso lento- y el austriaco “pre-respirará” oxígeno durante dos horas para eliminar el nitrógeno de su riego sanguíneo, ya que a gran altitud podría expandirse peligrosamente. Para pasar el tiempo restante, Baumgartner mirará algunos vídeos, mientras espera el anuncio de que el proceso de inflado del globo aerostático ha empezado para, así, dirigirse hacia la cápsula.
30 minutos antes: se atará a Baumgartner al asiento de la cápsula para llevar a cabo las últimas comprobaciones técnicas de su panel de instrumentos siguiendo los parámetros que marcará el Control de la Misión. Una vez finalizado este proceso, el ingeniero de la cápsula, Jon Wells, sellará la compuerta de material acrílico transparente. Baumgartner deberá esperar unos minutos más hasta que empiece la cuenta atrás para el despegue.

Hoy, el despegue de la cápsula de la misión Red Bull Stratos ha tenido que ser cancelado a las 11.42 de la mañana, hora local de Nuevo México, debido a vientos racheados de unos 200 metros de altura que han imposibilitado el inflado del globo aerostático de helio de 850.000 metros cúbicos. Felix Baumgartner y el equipo de la misión Red Bull Stratos han estado esperando en vano cinco horas a que el viento amainase, desde primera hora de la mañana, y cuando parecía que el inflado se podía hacer sin problemas, el viento ha empezado a soplar nuevamente, lo que ha provocado la suspensión del despegue.
Felix Baumgartner está intentando llevar a cabo un vuelo en globo aerostático hasta 36.576 metros de altura para convertirse en el primer hombre en romper la barrera del sonido en caída libre sin ningún tipo de apoyo mecánico. El austriaco espera que esta misión ayude a mejorar la comprensión científica sobre la estratosfera y aportar más información sobre las reacciones corporales en condiciones extremas a las que estará sujeto a esa distancia de la Tierra. La cápsula realizará la ascensión al límite de la estratosfera, impulsada por un globo aerostático lleno de helio. Entonces, una vez el globo llegue a la altura programada, Félix Baumgartner saldrá de la cápsula y llevará a cabo un salto en caída libre que le permitirá romper la barrera del sonido antes de abrir su paracaídas y aterrizar de nuevo en tierra, sano y salvo.
En estos momentos, el equipo de la misión está estudiando exhaustivamente qué próximas fechas serían las idóneas, antes de dar luz verde a un nuevo proceso de despegue. En cuanto se tengan nuevas noticias, se comunicarán a través de los canales habituales del proyecto.
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En 2012, el paracaidista Felix Baumgartner realizará un vuelo a bordo de un globo estratosférico que le llevará hasta los 36.576 metros de altitud, desde donde intentará batir un récord de salto, con el objetivo de convertirse en el primer ser humano en romper la barrera del sonido con su cuerpo, en caída libre.
Apoyado por un equipo de científicos, ingenieros y médicos de primera fila, que incluyen al propio Joe Kittinger, Felix ascenderá a la zona superior de la estratosfera en una cápsula presurizada e impulsada únicamente por un globo de helio. En un entorno hostil en el que no hay oxígeno suficiente como para que un ser humano sobreviva, con una temperatura extremadamente baja y una presión atmosférica inferior al 1% en comparación con el nivel del mar, Felix saltará de su cápsula, protegido exclusivamente por su traje presurizado y su casco. Se espera que, en apenas 35 segundos, rompa la barrera del sonido.
Este proyecto es un paso hacia lo desconocido. Hasta el momento, jamás se ha completado un salto en caída libre de esta magnitud, y desde esta altura. No obstante, la participación de mentes científicas privilegiadas, una exhaustiva preparación, la más avanzada tecnología y la determinación de Felix Baumgartner dan al equipo de la misión Red Bull Stratos la confianza para cumplir sus objetivos.
La misión Red Bull Stratos es un innovador y atrevido proyecto a las puertas del espacio. Su objetivo es el de superar una serie de límites humanos que han existido durante 50 años, además de avanzar en el campo médico y científico relacionado con la exploración espacial y los vuelos humanos en caída libre.
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El austriaco Felix Baumgartner ha completado la última etapa de su preparación antes de intentar lograr su sueño de convertirse en el primer ser humano que rompa la barrera del sonido sin apoyo mecánico. Baumgartner ha completado el vuelo de prueba a bordo de un globo aerostático de 150.079 metros cúbicos de capacidad que ha llegado a una altura de 29.455 metros, y ha ejecutado un salto en caída libre que ha durado 3 minutos y 48 segundos, en el que ha alcanzado una velocidad de 862 km/h.
Baumgartner ha aterrizado en una zona desértica del estado de Nuevo México, a unos 15 minutos en helicóptero del lugar del despegue, el Centro Aéreo Internacional de Roswell. Mientras el equipo de la misión mostraba su alegría por el éxito del ensayo, el director técnico del proyecto, Art Thompson, ha comentado: “Es difícil no emocionarse en un momento como este. Estamos muy contentos de tener a Félix de vuelta a la base tras una larga semana plagada de problemas climáticos. El equipo ha realizado un gran
trabajo”.
El salto de prueba había sido cancelado dos veces por culpa del viento y la lluvia, pero el equipo de expertos aeroespaciales de esta misión ha mantenido el temple en todo momento, ya que saben por experiencia que incluso los despegues de las misiones con transbordadores espaciales pueden retrasarse varios días. El éxito de este salto de Baumgartner es la prueba de que tener paciencia da resultados.
El globo que usará Baumgartner en su última ascensión será igual de alto que un rascacielos y solo podrá despegar si el viento no supera los 6,5 kilómetros por hora, para evitar dañar la materia plástica de la que está hecho. La fecha para el salto final de la misión estará sujeta a posibles cambios, atendiendo a la climatología y a las conclusiones de los datos obtenidos en este ensayo acerca de la funcionalidad del equipo y sus sistemas.
El éxito en el ensayo de hoy, a una altitud considerable en relación a la de ensayos previos y con un globo cuatro veces más grande que el que llevó el piloto en la primera prueba tripulada, en marzo, ha proporcionado nuevos datos para el avance de la misión y también nueva información que se compartirá con la comunidad aeroespacial internacional. “Han sido un par de días complicados por culpa del clima, pero ahora me siento muy positivo.
Completar con éxito esta misión siempre ha sido uno de mis sueños. Ahora solo falta un salto más”, ha declarado Baumgartner después de aterrizar sano y salvo.
Pendientes del estudio de los datos y de la confirmación oficial, el salto de Baumgartner desde 29.455 metros le ha llevado a superar al ruso Yevgeny Andreyev, quien completó un salto desde 25.458 metros, y le ha convertido en el segundo ser humano que ha completado con éxito un salto desde esa altitud. El salto final desde 36.576 metros, finalmente batirá el récord establecido hace 52 años por el único hombre que ha sobrevivido a esa gran altitud, el mentor de Baumgartner, Joe Kittinger.

El Salto Final se llevará a cabo desde Roswell, Nuevo México, el próximo 8 de octubre. Todos los sistemas que Felix Baumgartner usará para realizar un salto desde las puertas del espacio han superado los últimos ensayos. La cápsula presurizada de la misión Red Bull Stratos ha resistido con éxito las nuevas simulaciones a gran altitud, después de que en el último salto de prueba, realizado el mes de julio, sufriese desperfectos en el aterrizaje.
La cuenta atrás definitiva para el salto de Felix Baumgartner desde las puertas del espacio empezó este lunes, después de que el Director Técnico del proyecto, Art Thompson, declarase que la cápsula presurizada que se va a utilizar y todos sus sistemas funcionan correctamente. La nueva fecha provisional para el salto desde una altitud de 36.576 metros es el 8 de octubre, momento en el que finalizará un periodo de agónica incertidumbre para el equipo y para Baumgartner. El deportista extremo austriaco y pionero del aire ha tenido que soportar una espera que no tenía un final determinado debido al laborioso trabajo de reparación de su cápsula, pero ahora está encantado de que la cuenta atrás definitiva para convertirse en la primera persona que supere la barrera del sonido sin apoyo mecánico -además de batir cuatro récords mundiales haya empezado. “Me siento como un tigre que espera salir de su jaula”, ha confesado Baumgartner, de 43 años, uno de los saltadores B.A.S.E. más respetados del mundo. Ya en 2003, fue la primera persona que atravesó el Canal de la Mancha, equipado con una ala de fibra de carbono, en un salto en caída libre. En el salto supersónico de la misión Red Bull Stratos, Baumgartner surcará el cielo a la misma velocidad de una bala.
Baumgartner y el equipo de la misión se han estado preparando para este salto a gran altitud durante años, con el objetivo de superar las marcas establecidas hace 52 años por el antiguo coronel norteamericano Joe Kittinger. La cápsula, que con 1.315 kilos pesa más o menos lo mismo que un VW Beetle, sufrió desperfectos cuando aterrizó bruscamente tras el último salto de prueba efectuado por Baumgartner el pasado mes de julio, desde una altitud de 29.610 metros. Entonces, el austriaco llegó a una velocidad de 864 kilómetros por hora, es decir, tan rápido como un avión comercial. Y pocos minutos después aterrizó sano y salvo en el desierto de Nuevo México.
Este lunes, 24 de septiembre, se realizó un test en una cámara hipobárica en la base de Brooks City, en la ciudad de San Antonio (Texas). La cápsula fue expuesta a condiciones extremas muy cercanas a las que deberá soportar a las puertas del espacio. Después de que el resultado del test fuese positivo, la cápsula se envió de vuelta a Roswell.
Uno de los objetivos principales del proyecto Red Bull Stratos es el de recoger datos científicos que, en última instancia, ayuden a mejorar la seguridad de los viajes espaciales, y que permitan el desarrollo de procedimientos de escape de una nave espacial que esté a gran altitud. Con el salto se intentarán batir hasta cuatro récords: mayor velocidad en caída libre, salto de mayor altitud, vuelo en globo tripulado de mayor altitud y caída libre más larga.
Thompson se muestra reservadamente optimista acerca de la fecha del Salto Final, el 8 de octubre, ya que sabe mejor que nadie que el clima debe ser perfecto para que el globo de helio de 850.000 metros cúbicos de capacidad y fabricado en un tipo de plástico diez veces más fino que el de una bolsa desechable, pueda despegar sin dificultades. El meteorólogo de la misión, Don Day, confirmó que "el principio del otoño en Nuevo México es uno de los mejores momentos del año para el lanzamiento de globos estratosféricos”.

El deportista extremo austriaco ha completado decenas de espectaculares saltos B.A.S.E. desde lugares icónicos de todo el mundo, como el Cristo Redentor de Rio de Janeiro, las torres Petronas de Kuala Lumpur o el Taipei 101, el edificio más alto del mundo. También ha sido el primer hombre en cruzar el Canal de la Mancha en caída libre con la sola ayuda de un ala de fibra de carbono. Pero el próximo 8 de octubre, Baumgartner se embarcará en el proyecto más ambicioso de toda su carrera: el Red Bull Stratos.
¿Qué motivo te ha llevado a perseguir este objetivo?
Felix Baumgartner: Me encantan los desafíos e intentar convertirme en la primera persona en romper la barrera del sonido en caída libre y sin apoyo mecánico es un desafío sin igual. Pero esa es, solamente, la punta del iceberg en términos de lo que motiva a todos los que estamos involucrados en este proyecto. El Red Bull Stratos es una gran oportunidad para obtener información que ayude al desarrollo de medidas de preservación vital para astronautas y pilotos -y, quizá también, de futuros turistas espaciales. Demostrar que un ser humano puede romper la barrera del sonido en la estratosfera y volver a la Tierra sano y salvo podría ser el primer paso para crear procedimientos de emergencia a las puertas del espacio que, actualmente, no existen.
¿Crees que este salto lleva los límites del cuerpo humano a un nuevo nivel?
Baumgartner: Una de las cosas que se desconocen es cómo reaccionará un cuerpo cuando se aproxime a velocidades supersónicas. Los efectos de la transición de velocidad subsónica a supersónica y viceversa no se conocen. Esta es solo una de las cosas que esperamos aprender. Quizá, un día será posible devolver a la Tierra a un astronauta sano y salvo, si su nave espacial se avería. Ahora mismo, esto parece ciencia-ficción, pero el mundo de la aeronáutica, definitivamente, se está moviendo en esa dirección. Así que los datos que muestren cómo reacciona mi cuerpo durante toda la misión serán de gran ayuda para los investigadores.
Ahora que el Salto Final se acerca, ¿tienes algún tipo de reserva, de temor acerca de este salto hacia lo desconocido?
Baumgartner: Por supuesto. No obstante, gracias a la experiencia que he acumulado durante años en proyectos extremos, he aprendido a usar el miedo para mi beneficio y el del proyecto. El miedo se ha convertido en un amigo. Es lo que me ayuda a no ir demasiado lejos, a no pasarme de la raya, por decirlo así. En una misión como esta, debes estar mentalmente preparado y tener total y absoluto control sobre lo que haces y, por ello, me estoy preparando a conciencia. Además, tengo un equipo increíble a mi lado y sé perfectamente que ellos no estarían conmigo si creyesen que no podemos lograr nuestro objetivo. Yo confío en su pericia y experiencia y su confianza ayuda a afianzar mi confianza.
Tu ritmo cardíaco será más alto no justo antes de realizar el salto, sino cuando te levantes para salir de la cápsula.
Baumgartner: He desarrollado un procedimiento técnico detallado que debo seguir antes del salto, 40 pasos que debo realizar en un orden concreto. Ese es el momento en el que te das cuenta de que dependes de la tecnología en un lugar en el que no hay nadie que te pueda ayudar. Justo antes del salto, mi ritmo cardíaco bajará, porque en ese momento yo controlaré la mayoría de cosas. Como paracaidista he completado unos 2.500 saltos, así que saltar es lo mío. Justo antes de dejar la cápsula sabré que estoy de vuelta a casa.
¿Qué es lo más importante en relación al salto, en sí mismo?
Baumgartner: Mientras caiga, debo colocar mi cuerpo de una manera concreta antes de llegar a la velocidad del sonido. Con toda mi experiencia en el aire eso no debería ser problema, pero para estabilizar mi cuerpo necesito la resistencia del aire. El problema es que durante unos 30 segundos no la tendré, lo que significa que no podré controlar la manera en que gire mi cuerpo. Sin embargo, en los ensayos que hemos completado hasta el momento siempre he sido capaz de estabilizarme bastante rápido en el momento en que había suficiente densidad de aire para hacerlo.
Y en cuanto a la cápsula, los trabajos de reparación han obligado a hacer algunos cambios al calendario original de la misión. ¿Cómo has llevado ese retraso?
Baumgartner: No hace falta insistir mucho en que hubiese sido mejor si la cápsula no se hubiese dañado, pero aun así tuvimos suerte y el equipo técnico realizó un gran trabajo. En cuanto a mí, ese tiempo extra me ha ido muy bien para recargar las pilas, tanto física como mentalmente. Siempre es algo delicado que haya retrasos. Pero con 25 años de experiencia en los deportes extremos, estoy acostumbrado a este tipo de contratiempos. El último ensayo fue un éxito rotundo y ya estamos preparados para el Salto Final del próximo 8 de octubre.
El salto en caída libre de Felix Baumgartner, desde 36.576 metros de altura se podrá seguir en directo a través de la página web www.redbullstratos.com

La previsión meteorológica para el histórico salto de Felix Baumgartner -en el que tratará de romper la barrera del sonido en caída libre sin apoyo mecánico-fue anunciada este lunes. Es fundamental que haya condiciones ideales para el equipo de tierra de la misión. Solo así, el delicado proceso de inflado del globo aerostático de helio, de 850.000m3 de capacidad, durará las ocho horas previstas por los ingenieros del proyecto.
El último parte meteorológico sugiere que el lunes 8 de octubre podría seguir siendo el día en el que Felix Baumgartner finalmente complete la misión Red Bull Stratos. El día 1, el meteorólogo del proyecto, Don Day, advirtió que unos frentes fríos que se mueven hacia el este y sureste de las Montañas Rocosas podrían refrescar las temperaturas del área de Roswell y, asimismo, podrían crean nubes bajas.
“El momento en que estos frentes lleguen será crucial, ya que las nubes bajas, la humedad y los vientos crecientes estarán asociados con cada uno de ellos“, remarcó Day el lunes, mientras medía impacto del clima en el histórico salto que Felix Baumgartner realizará en su intento de romper la barrera del sonido en caída libre desde 36.576 metros de altitud. "La previsión sobre estos frentes podría cambiar en tan solo 24 horas, así que hacia el viernes tendremos un pronóstico más claro". “Por mi parte, estoy preparado”, asegura Baumgartner, un aventurero austriaco de 43 años, quien ha estado preparándose con el equipo de la misión Red Bull Stratos para saltar desde las puertas del espacio durante más de 5 años. Para que Baumgartner pueda despegar, los vientos no deben superar los 3 kilómetros por hora, ya que el material plástico del que está hecho el globo solo tiene 0,000020 metros de espesor, o lo que es lo mismo, es 10 veces más fino que un envoltorio de plástico para bocadillos.
Las condiciones meteorológicas deben ser ideales, porque el proceso de inflado del globo con helio dura unas ocho horas. Una vez esté inflado, el globo será tan alto como un edificio de 55 plantas y llevará a Baumgartner y a su cápsula presurizada, de unos 1.300 kilos de peso, a la estratosfera. El globo, el mayor jamás fabricado para vuelos tripulados, está compuesto de tiras de polietileno de altas prestaciones. Si se extendiese completamente sobre el suelo, ocuparía 161.000 m2. Cuando llegue al punto exacto del salto, el globo medirá 102 metros de altura y tendrá un diámetro de 129.
El despegue del día 8 está previsto para el amanecer, el mejor momento de la jornada por las condiciones climáticas, lo que permitirá completar el proceso de inflado del globo sin temor a que el viento rasgue el plástico que lo compone. Ocho horas antes, este proceso empezará gracias a un equipo de 15 personas específicamente preparadas. Dicho equipo examinará exhaustivamente la zona de despegue para quitar cualquier tipo de tierra o de pequeños escombros que puedan dañar el polietileno del globo. Acto seguido, otro grupo de 10 personas equipadas con guantes de algodón y ropa protectora para evitar que el polietileno se enganche y se pueda rasgar, trasladarán cuidadosamente el globo desde el hangar y empezarán a extenderlo sobre una capa protectora de herculita, un tipo de tela muy resistente. Una hora antes del despegue, Ed Coca, jefe de estos equipos, recibirá el visto bueno de Don Day y del control de la misión para empezar la cuenta atrás y el inflado propiamente dicho del globo, que tiene un peso de 1.682 kilos en vacío. Este proceso se llevará a cabo en un intervalo de entre 45 y 60 minutos. El globo se llenará de helio, un gas no inflamable más ligero que el aire, suministrado por dos camiones. Un tercer camión equipado con un equipo especialmente diseñado para ello, sostendrá el globo mientras se hincha.
El globo de esta misión, 10 veces mayor que el que usó Joe Kittinger en 1960 para realizar su salto desde 31.333 metros -altitud que Felix Baumgartner quiere superar-, tendrá una apariencia larga y delgada en el despegue e irá ganando volumen a medida que vaya ascendiendo.

El atleta extremo austríaco Felix Baumgartner saltará en caída libre desde un globo, que en la estratosfera, llegará a una altura de 36.000 metros. Baumgartner, conocido por ser el primero en cruzar el Canal de la Mancha en caída libre, ha saltado desde monumentos tan conocidos como el Cristo Redentor de Brasil. El salto podrá ser seguido en Teledeporte y rtve.es a partir de las 14 horas. Además, la señal internacional se podrá seguir a través de redbullstratos.com
Por fin ha llegado el día. El equipo de la misión Red Bull Stratos está listo para que el próximo lunes 8 de octubre el atleta extremo austríaco Felix Baumgartner trate de superar el récord que estableció el coronel norteamericano Joe Kittinger, hace 52 años, cuando completó un salto en caída libre desde una altura de 31.333 metros (102.800 pies) durante la misión “Excelsior III” de 1960. Baumgartner saltará desde un globo que, en la estratosfera, llegará a una altura de 36.000 metros (120.000 pies).
El salto será en caída libre y supondrá un nuevo récord mundial. El austríaco quiere convertirse en la primera persona en romper la barrera del sonido sin más protección que la de su traje presurizado mientras un sistema de medición recogerá datos que nunca se habían conseguido y que se compartirán con las comunidades científica y médica.
La misión se llevará a cabo en Roswell, Nuevo México, sobre las 14 horas (hora española). Este acontecimiento, de una gran importancia para la comunidad científica mundial, será retransmitido por 150 televisiones de todo el mundo. En nuestro país, será Teledeporte la encargada de acercar al espectador una misión así y explicársela con la ayuda de científicos y especialistas. Además, esta emisión podrá ser seguida por la web rtve.es. Además, la señal internacional se podrá seguir a través de redbullstratos.com
Objetivo: Batir cuatro récords del mundo
Uno de los objetivos de la Misión Red Bull Stratos será el de batir cuatro récords al mismo tiempo y que fueron establecidos hace 50 años: el vuelo en globo tripulado más alto (36.000 metros / 120.000 pies), el salto desde la mayor altitud, la primera persona en romper la barrera del sonido en caída libre, y la caída libre de mayor duración (unos 5 minutos y 30 segundos).
El equipo compartirá sus descubrimientos y logros en todas las áreas con la comunidad científica de todo el mundo. La misión “Excelsior III” de Joe Kittinger fue una pieza clave para el avance de la investigación aeroespacial que llevó a implantar mejoras de seguridad para los tripulantes de misiones en órbita, así como mejoras en el equipamiento de trajes espaciales presurizados. Los límites físicos de la Humanidad también se redefinirán con esta misión. El equipo técnico espera lograr una serie de avances médicos que contribuyan a mejorar la comprensión de la supervivencia en el espacio.
Para Baumgartner, este proyecto es mucho más que el mero hecho de batir otro record. “Esta misión está centrada en hacer un trabajo pionero. Puede que un día la gente mire atrás y diga que fueron Felix Baumgartner y el equipo de la Misión Red Bull Stratos los que ayudaron a desarrollar el traje que llevan en el espacio. Queremos hacer algo para la posteridad”.

El viernes comenzaba la cuenta atrás de tres días para el salto final del Red Bull Stratos. El parte meteorológico de ayer ha recomendado que el salto final se retrase hasta el martes debido a un frente frío con vientos demasiado fuertes.
Felix Baumgartner acababa de llegar a la estación base del Red Bull Stratos cuando el experto en meteorología Don Day le comunicó la previsión de temporal para el lunes. El lanzamiento de la misión a las puertas del espacio no se llevará a cabo el lunes como estaba previsto, pero todo apunta a que se pueda realizar el martes.
La razón del retraso es un fuerte frente frío con temperaturas muy frías, nubes bajas y algunas lloviznas que llegarán a Nuevo México durante el fin de semana. Se espera que la velocidad del viento esté por encima de los niveles aceptables para el lanzamiento seguro el lunes. Las previsiones anunican un viento con velocidad de entre 8 y 16 km / h / 5 a 10 mph con vientos en la parte superior del globo de 16 a 24 km / h 15/10 hasta mph, tal y como ha explicado el meteorólogo Don Day. Baumgartner se lanzará con el mayor globo tripulado de la historia: 550 pies / metros 168 alto desde el comienzo con un volumen de 30 millones de pies cúbicos / 850,000 metros cúbicos.
Está previsto que el clima mejore en gran medida el lunes y que el día termine con cielos limpios y temperaturas más cálidas. "La buena noticia es que después de uno o dos días este frente desaparecerá y se preveen condiciones climatológicas favorables para el lanzamiento del globo", dice Don Day.
El retraso no influye en los preparativos que se están llevando a cabo en el lugar. En el ensayo general de esta pasada noche, Felix Baumgartner y el equipo han realizado todo el procedimiento de pre-lanzamiento, que dura unas 7 horas, tal y como ocurrirá el martes.

El histórico salto que Felix Baumgartner realizará desde 36.576 metros del altura será filmado por diversas cámaras de Alta Definición instaladas en su cápsula, su cuerpo, en pleno vuelo y en tierra. La caída del austriaco, que debería romper la barrera del sonido, promete ser el salto de gran altitud mejor documentado de la historia y se podrá seguir en tiempo real en todo el mundo. A la espera del último parte meteorológico que se dará hoy domingo, todo parece indicar que el salto se podrá llevar a cabo el próximo martes.
Puede que Felix Baumgartner se sienta solo cuando salga de su cápsula presurizada a 36.576 metros de altura y se precipite hacia la Tierra, pero lo cierto es que habrá muchísimos ojos pendientes de él. Durante toda la ascensión, avanzadas cámaras de Alta Definición transmitirán imágenes en tiempo real de las actividades de Baumgartner en su cápsula presurizada y proporcionarán a los espectadores una espectacular perspectiva en primera persona de lo que suceda en todo momento. Y cuando el austriaco salte, su traje irá equipado con cinco cámaras de Alta Definición que grabarán todo el descenso.
El salto de Baumgartner hacia la Tierra, con el que espera batir hasta cuatro récords mundiales, también será grabado por potentes cámaras infrarrojas de largo alcance desde tierra, y por un helicóptero que se situará no muy lejos de su trayectoria de vuelo. La retransmisión en vivo del salto se podrá seguir desde la página www.redbullstratos.com, desde páginas de colaboradores de la misión y también por más de 50 cadenas de televisión y canales de internet de todo el mundo. En España será Teledeporte y la web de rtve.es las encargadas de retransmitir esta gesta. Además, la cadena inglesa BBC realizará un documental sobre el salto que se estrenará durante el otoño.
Las inhóspitas condiciones de la estratosfera y la velocidad supersónica a la que llegará Baumgartner han ocasionado numerosos desafíos para los fotógrafos y los realizadores. Jay Nemeth, director de fotografía a gran altitud de la misión, y su equipo han estado trabajando para superar esos retos durante los últimos cinco años. La cápsula de la misión y el traje espacial de Baumgartner tienen más cámaras de Alta Definición que la mayoría de camiones de 13 metros usados para la producción televisiva de eventos deportivos. “Básicamente, hemos creado un estudio de producción de vídeo volante”, explica Nemeth.
La cápsula de Baumgartner estará equipada con nueve cámaras de Alta Definición, tres cámaras de cine digitales y tres cámaras de fotos de alta resolución. En su traje presurizado, llevará cinco pequeñas cámaras de Alta Definición (dos en cada muslo y una enel pecho). El helicóptero, que seguirá tanto a Baumgartner como a la cápsula, usará una cámara Cineflex giroscópica de Alta Definición y dos cámaras interiores de Alta Definición. Los dos sistemas ópticos de rastreo de la misión que estarán fijos en tierra, aunque en realidad son móviles, tendrán 2 cámaras P2 de Alta Definición, una cámara 4K, una cámara de infrarrojos de onda corta y una cámara de fotos de alta resolución con variedad de potentes objetivos de largo alcance y grandes telescopios. Para recibir las diferentes señales en vivo, se ha tenido que desplegar un sistema de comunicación por radio específico para la misión, que incluye unidades fijas y móviles con un alcance de 300 kilómetros alrededor de Roswell.
Este complejo sistema de cámaras es vital para permitir que el Centro de Control de la Misión monitorice en todo momento y en tiempo real el estado físico de Baumgartner.

Felix Baumgartner intentará romper la barrera del sonido en caída libre, el próximo martes 9 de octubre, con un salto desde una cápsula espacial presurizada a una altitud de 36.576 metros. El austriaco se ha estado preparando durante cinco largos años, pero la intensa expectación por la culminación del proyecto harán de las 24 horas previas al Salto Final las más difíciles de todas.
Cuando Felix Baumgartner se despierte el lunes por la mañana, 24 horas antes del despegue, tendrá la seguridad de haber hecho todo lo posible para prepararse de cara a su salto en caída libre desde las puertas del espacio. Por tanto, mientras espera a que empiece la cuenta atrás, lo mejor que puede hacer el austriaco es descansar y reservar energía para la larga noche de actividad que precederá al despegue de su enorme globo aerostático, el martes por la mañana.
“Creo que estaré más nervioso cuando intente dormir durante la noche antes del despegue, en ese momento en que solo estaremos mis pensamientos y yo”, cuenta Baumgartner. “Cuando empiece la jornada final, habrá tantas cosas que hacer que, en todo momento, mi mente tendrá algo en lo que centrarse”.
Despegue, 24 horas antes: Baumgartner empezará el día anterior al salto con un suave entrenamiento físico centrado en la actividad cardiovascular, para “relajarle y desentumecerle”, según explica el Director de Alto Rendimiento de Red Bull, Andy Walshe.
18 horas y 30 minutos antes: el austriaco de 43 años volverá a su hotel para descansar. Si no puede hacer una siesta, Baumgartner pasará el tiempo charlando con sus amigos y familiares, leyendo algunos de los muchos mensajes de apoyo que recibe de todo el mundo, haciendo esbozos en su libro de dibujo -un pasatiempo que le ayuda a relajarse- o revisando mentalmente todo lo que tiene que hacer durante la misión.
13 horas y 30 minutos antes: Baumgartner se reunirá con miembros de la misión para una temprana y ligera cena, pero el suyo será un menú único y especial. Durante las 24 horas previas al despegue, el austriaco deberá hacer una dieta muy baja en fibra, diseñada por el equipo médico de la misión. Es vital que solo tome alimentos que se procesen rápidamente y que no dejen residuos que puedan producir gas, porque, en caso de tener gases, las bajísimas presiones de la atmósfera podrían expandirlos dentro del cuerpo, causando un serio malestar.
Medio día antes: Baumgartner deberá irse a dormir temprano, antes de que el sol se haya puesto. Intentará eliminar toda luz del exterior y todo ruido de la calle o de los pasillos del hotel. Es esencial que el austriaco duerma antes de su toque de diana, previsto para antes del amanecer, aunque pese a ello es más que probable que se quede en vela pensando en lo que sentirá y experimentará durante el Salto Final para convertirse en la primera persona en el mundo en romper la barrera del sonido en caída libre.
4 horas y 30 minutos antes: “Cuando necesite estar preparado, estaré preparado”, acostumbra a decir Baumgartner. Y aunque tratará de dormir lo máximo posible, deberá levantarse unas cuatro o cinco horas antes del amanecer para prepararse de cara a la intensa jornada que le espera.
3 horas y 30 minutos antes: Baumgartner llegará a la zona de despegue, acompañado por Walshe. Los líderes de la misión, que incluyen al coronel Joe Kittinger, al Director Técnico del proyecto, Art Thompson y el meteorólogo Don Day, harán una reunión informativa acerca del estado de los preparativos hasta ese momento y que habrán empezado unas cinco horas antes.
4 horas antes: Baumgartner irá a la pista de despegue donde, como es habitual en él antes de cada vuelo, realizará una meticulosa inspección de la cápsula.
2 horas y 30 minutos antes: en su trailer personal, Baumgartner pasará la última revisión médica. Una vez finalizada, se le atará al pecho un sistema de monitarización física de última tecnología, sobre el que se pondrá el traje presurizado de la misión.
2 horas antes: el Ingeniero de Soporte Vital Mike Todd vestirá a Baumgartner con el traje presurizado -un proceso lento- y el austriaco “pre-respirará” oxígeno durante dos horas para eliminar el nitrógeno de su riego sanguíneo, ya que a gran altitud podría expandirse peligrosamente. Para pasar el tiempo restante, Baumgartner mirará algunos vídeos, mientras espera el anuncio de que el proceso de inflado del globo aerostático ha empezado para, así, dirigirse hacia la cápsula.
30 minutos antes: se atará a Baumgartner al asiento de la cápsula para llevar a cabo las últimas comprobaciones técnicas de su panel de instrumentos siguiendo los parámetros que marcará el Control de la Misión. Una vez finalizado este proceso, el ingeniero de la cápsula, Jon Wells, sellará la compuerta de material acrílico transparente. Baumgartner deberá esperar unos minutos más hasta que empiece la cuenta atrás para el despegue.

Hoy, el despegue de la cápsula de la misión Red Bull Stratos ha tenido que ser cancelado a las 11.42 de la mañana, hora local de Nuevo México, debido a vientos racheados de unos 200 metros de altura que han imposibilitado el inflado del globo aerostático de helio de 850.000 metros cúbicos. Felix Baumgartner y el equipo de la misión Red Bull Stratos han estado esperando en vano cinco horas a que el viento amainase, desde primera hora de la mañana, y cuando parecía que el inflado se podía hacer sin problemas, el viento ha empezado a soplar nuevamente, lo que ha provocado la suspensión del despegue.
Felix Baumgartner está intentando llevar a cabo un vuelo en globo aerostático hasta 36.576 metros de altura para convertirse en el primer hombre en romper la barrera del sonido en caída libre sin ningún tipo de apoyo mecánico. El austriaco espera que esta misión ayude a mejorar la comprensión científica sobre la estratosfera y aportar más información sobre las reacciones corporales en condiciones extremas a las que estará sujeto a esa distancia de la Tierra. La cápsula realizará la ascensión al límite de la estratosfera, impulsada por un globo aerostático lleno de helio. Entonces, una vez el globo llegue a la altura programada, Félix Baumgartner saldrá de la cápsula y llevará a cabo un salto en caída libre que le permitirá romper la barrera del sonido antes de abrir su paracaídas y aterrizar de nuevo en tierra, sano y salvo.
En estos momentos, el equipo de la misión está estudiando exhaustivamente qué próximas fechas serían las idóneas, antes de dar luz verde a un nuevo proceso de despegue. En cuanto se tengan nuevas noticias, se comunicarán a través de los canales habituales del proyecto.

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