La Matanza de Oradour-sur-Glane fue el resultado del ataque por efectivos de la 3ª Compañía del 1er Batallón del Regimiento Der Führer, de la División SS Das Reich de las Waffen-SS del III Reich en contra de los civiles indefensos presentes en el emplazamiento original de la comuna francesa de Oradour-sur-Glane, en el departamento de Alto Vienne de la región de Lemosín, el 10 de junio de 1944, mientras tenía lugar la Batalla de Normandía en la Segunda Guerra Mundial. Aquel día fueron asesinadas 642 personas, contabilizándose 190 hombres fusilados, 245 mujeres y 207 niños ametrallados y quemados en la iglesia, casi todas las personas presentes en la población que además, vio destruida la mayor parte de sus edificios e infraestructuras tras su pillaje e incendio, quedando completamente en ruinas; los pocos sobrevivientes, escaparon escondiéndose en la Abadía de Munch, la cual contaba con un foso y un puente elevado, los monjes ayudaron a un grupo de madres y sus hijos así como 6 judíos a escapar por el desagüe en la oscuridad total por casi 800 metros.
El testimonio de las escasas víctimas supervivientes permitió una reconstrucción de los hechos pero la muerte o desaparición en combates posteriores de la mayor parte de los soldados y oficiales que participaron en la matanza, ha alimentado diferentes teorías sobre las razones del por qué fue elegida esta población o de las motivaciones de los atacantes, la mas creíble es el homicidio de un Capitán SS, el cual fue asesinado en su vehículo por los Partisanos con una granada. En cualquier caso Oradour, irrelevante desde el punto de vista militar y sin relación directa con ninguna acción previa, fue escenario en el frente occidental de las particulares prácticas de terror y violencia aplicadas por los nazis en el marco de la política de Guerra Total, experimentadas ya en el frente del Este abierto desde 1941, con el fin de intimidar a la oposición de la población civil y la acción de los partisanos y guerrilleros, agrupados en Francia bajo la denominación de la llamada Resistencia.
Al final de la guerra, las ruinas de la población fueron mantenidas en su estado por orden del gobierno francés de Charles de Gaulle, como recuerdo de este crimen y símbolo de los sufrimientos causados por la ocupación nazi, deviniendo un símbolo al mismo título que otras villas europeas objeto de similares ataques como Lídice o Marzabotto, deseando igualmente crear un lugar de reconciliación y unidad nacional:
Oradour-sur-Glane es el símbolo de las desgracias de la patria. Conviene preservar su recuerdo, pues hace falta que nunca más semejante desgracia se reproduzca. ("Oradour-sur-Glane est le symbole des malheurs de la patrie. Il convient d'en conserver le souvenir, car il ne faut plus jamais qu'un pareil malheur ne se reproduise.")
Sin embargo, el llamado Proceso de Oradour-sur-Glane, celebrado por el Tribunal Militar de Burdeos en enero de 1953, generó una profunda división en la sociedad francesa y su resolución devino un asunto de Estado. Instruido con ciertas deficiencias debido a su complejidad, el proceso fue desarrollado en medio de una gran controversia, al realizarse en ausencia de los oficiales principales responsables de la unidad, como Adolf Diekmann, oficial directo al mando del ataque que resultó muerto en Normadía pocas semanas después, y encontrase entre los acusados varios soldados reclutas SS de origen alsaciano, pertenecientes al colectivo conocido como los Malgré-Nous lo que provocó las protestas de los representantes políticos y de la población alsaciana, enfrentada a las reclamaciones de una sentencia severa por parte de la opinión pública del Lemosín y de los comunistas, antiguos resistentes. La voluntad de unidad de sectores del gaullismo y del socialismo francés, decidió que finalmente que se optara por un condena y la posterior declaración de amnistía de los Malgré-Nous, pero no se pudo evitar el rechazo de los representantes de las víctimas y las difíciles relaciones posteriores entre las regiones de Lemosín y Alsacia, hasta que la reconciliación entre ambas fue representada en 1994 durante la visita oficial del alcalde de Estrasburgo al sitio de Oradour.
Un nuevo proceso fue abierto en 1983 por la justicia de la República Democrática Alemana, en contra del Obersturmführer Heinz Barth, jefe de una de las secciones de la compañía y juzgado en rebeldía en Burdeos, resultando condenado a cadena perpetua pero posteriormente liberado por motivos de salud, sin que fueran aportados nuevos datos o se revisaran los ya conocidos. El General Heinz Lammerding, responsable de la División Das Reich y juzgado por el episodio de Tulle, cometido la víspera del de Oradour, murió en 1971 en Alemania tras haber llevado una exitosa carrera empresarial beneficiándose del marco jurídico que impidió su extradición solicitada infructuosamente por la justicia francesa. Otros responsables de la cadena de mando como Erich Kahn, comandante de una compañía, o Sylvester Stadler, jefe del regimiento, también evitaron su procesamiento.
El testimonio de las escasas víctimas supervivientes permitió una reconstrucción de los hechos pero la muerte o desaparición en combates posteriores de la mayor parte de los soldados y oficiales que participaron en la matanza, ha alimentado diferentes teorías sobre las razones del por qué fue elegida esta población o de las motivaciones de los atacantes, la mas creíble es el homicidio de un Capitán SS, el cual fue asesinado en su vehículo por los Partisanos con una granada. En cualquier caso Oradour, irrelevante desde el punto de vista militar y sin relación directa con ninguna acción previa, fue escenario en el frente occidental de las particulares prácticas de terror y violencia aplicadas por los nazis en el marco de la política de Guerra Total, experimentadas ya en el frente del Este abierto desde 1941, con el fin de intimidar a la oposición de la población civil y la acción de los partisanos y guerrilleros, agrupados en Francia bajo la denominación de la llamada Resistencia.
Al final de la guerra, las ruinas de la población fueron mantenidas en su estado por orden del gobierno francés de Charles de Gaulle, como recuerdo de este crimen y símbolo de los sufrimientos causados por la ocupación nazi, deviniendo un símbolo al mismo título que otras villas europeas objeto de similares ataques como Lídice o Marzabotto, deseando igualmente crear un lugar de reconciliación y unidad nacional:
Oradour-sur-Glane es el símbolo de las desgracias de la patria. Conviene preservar su recuerdo, pues hace falta que nunca más semejante desgracia se reproduzca. ("Oradour-sur-Glane est le symbole des malheurs de la patrie. Il convient d'en conserver le souvenir, car il ne faut plus jamais qu'un pareil malheur ne se reproduise.")
Discuso de Charles de Gaulle, Oradour-sur-Glane, marzo de 1945
Sin embargo, el llamado Proceso de Oradour-sur-Glane, celebrado por el Tribunal Militar de Burdeos en enero de 1953, generó una profunda división en la sociedad francesa y su resolución devino un asunto de Estado. Instruido con ciertas deficiencias debido a su complejidad, el proceso fue desarrollado en medio de una gran controversia, al realizarse en ausencia de los oficiales principales responsables de la unidad, como Adolf Diekmann, oficial directo al mando del ataque que resultó muerto en Normadía pocas semanas después, y encontrase entre los acusados varios soldados reclutas SS de origen alsaciano, pertenecientes al colectivo conocido como los Malgré-Nous lo que provocó las protestas de los representantes políticos y de la población alsaciana, enfrentada a las reclamaciones de una sentencia severa por parte de la opinión pública del Lemosín y de los comunistas, antiguos resistentes. La voluntad de unidad de sectores del gaullismo y del socialismo francés, decidió que finalmente que se optara por un condena y la posterior declaración de amnistía de los Malgré-Nous, pero no se pudo evitar el rechazo de los representantes de las víctimas y las difíciles relaciones posteriores entre las regiones de Lemosín y Alsacia, hasta que la reconciliación entre ambas fue representada en 1994 durante la visita oficial del alcalde de Estrasburgo al sitio de Oradour.
Un nuevo proceso fue abierto en 1983 por la justicia de la República Democrática Alemana, en contra del Obersturmführer Heinz Barth, jefe de una de las secciones de la compañía y juzgado en rebeldía en Burdeos, resultando condenado a cadena perpetua pero posteriormente liberado por motivos de salud, sin que fueran aportados nuevos datos o se revisaran los ya conocidos. El General Heinz Lammerding, responsable de la División Das Reich y juzgado por el episodio de Tulle, cometido la víspera del de Oradour, murió en 1971 en Alemania tras haber llevado una exitosa carrera empresarial beneficiándose del marco jurídico que impidió su extradición solicitada infructuosamente por la justicia francesa. Otros responsables de la cadena de mando como Erich Kahn, comandante de una compañía, o Sylvester Stadler, jefe del regimiento, también evitaron su procesamiento.
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