Se consume hasta cuatro veces más de electricidad en las villas
El sistema eléctrico en los barrios de emergencia es clandestino, precario y falto de controles. El Gobierno porteño gastó alrededor $23 millones para su mantenimiento en impuestos

El alto consumo de electricidad en las villas de la ciudad de Buenos Aires es una problemática que preocupa, no sólo por los costos, sino por la precariedad de las instalaciones y la falta de controles del Gobierno porteño y de las empresas. Según publica un matutino en su edición impresa de este domingo, en los barrios marginales se puede llegar a consumir hasta cuatro veces más de lo que se consume en un hogar del barrio de Belgrano.
El problema de las instalaciones precarias en las villas soslaya una cuestión costosa para los porteños. Los costos de las instalaciones clandestinas de los asentamientos de emergencias no están a cargo de sus habitantes, sino del Gobierno. Durante el año pasado, el Estado debió pagar $23 millones en esta cuestión costeado con los impuestos del resto de los habitantes de la Ciudad.
La falta de controles por parte de las empresas se debe a que los asentamientos son considerados por ellas como terrenos baldíos en los cuales sólo fueron instaladores transformadores con medidores comunitarios. Las conexiones de electricidad están a cargo de los habitantes de las villas, con los riesgos que eso acarrea.
El sistema eléctrico en los barrios de emergencia es clandestino, precario y falto de controles. El Gobierno porteño gastó alrededor $23 millones para su mantenimiento en impuestos

El alto consumo de electricidad en las villas de la ciudad de Buenos Aires es una problemática que preocupa, no sólo por los costos, sino por la precariedad de las instalaciones y la falta de controles del Gobierno porteño y de las empresas. Según publica un matutino en su edición impresa de este domingo, en los barrios marginales se puede llegar a consumir hasta cuatro veces más de lo que se consume en un hogar del barrio de Belgrano.
El problema de las instalaciones precarias en las villas soslaya una cuestión costosa para los porteños. Los costos de las instalaciones clandestinas de los asentamientos de emergencias no están a cargo de sus habitantes, sino del Gobierno. Durante el año pasado, el Estado debió pagar $23 millones en esta cuestión costeado con los impuestos del resto de los habitantes de la Ciudad.
La falta de controles por parte de las empresas se debe a que los asentamientos son considerados por ellas como terrenos baldíos en los cuales sólo fueron instaladores transformadores con medidores comunitarios. Las conexiones de electricidad están a cargo de los habitantes de las villas, con los riesgos que eso acarrea.
Comment