Relámpago del Catatumbo
El relámpago del Catatumbo es un singular fenómeno meteorológico que se produce en el sur del lago de Maracaibo en Venezuela, cuyo nombre proviene del río Catatumbo.
Este fenómeno se caracteriza por ser un relámpago casi continuado y silente (especialmente por las grandes distancias), que se produce en nubes de gran desarrollo vertical formando arcos eléctricos entre los 2 y los 10 kilómetros de altura (o más), a medida que los vientos alisios penetran en la superficie del lago en horas de la tarde (cuando la evaporación es mayor) y se ven obligados a ascender por el sistema montañoso de Perijá (de 3.750 msnm) y la Cordillera de Mérida, el ramal venezolano de los Andes (de 5.000 msnm, apróximadamente).
El origen de este fenómeno está en el efecto orográfico de estas cordilleras que encierran y frenan a los vientos del noreste produciéndose nubes de gran desarrollo vertical, concentradas principalmente en la cuenca del río Catatumbo. Este fenómeno es muy fácil de ver desde cientos de kilómetros de distancia, es decir, desde el propio lago (donde no suelen presentarse nubes durante la noche) por lo que también se conoce como el Faro de Maracaibo, ya que las embarcaciones que surcaban la zona podían navegar durante la noche sin problemas en la época de la navegación a vela. Tiene una ocurrencia anual de 140 a 160 noches o más, durando hasta 10 horas por noche y produce hasta 280 descargas por hora. Además, estas tormentas eléctricas producen un elevado porcentaje de toda la capa de ozono generada a escala mundial por lo que el relámpago del Catatumbo puede considerarse como uno de los principales regeneradores individuales de la capa de ozono del planeta, pues produce aproximadamente 1.176.000 descargas eléctricas atmosféricas. El origen de esta formación de ozono se encuentra en la ionización de los gases atmosféricos con las intensas descargas eléctricas.
Entre 1966 y 1970, el científico Andrés Zavrostky junto a ayudantes de la Universidad de los Andes, realizó tres expediciones con las cuales concluye que la localización tendría varios epicentros en las ciénagas del Parque Nacional Ciénagas de Juan Manuel de Aguas Claras y Aguas Negras al oeste del lago de Maracaibo, y sugiere en 1991 que el fenómeno ocurre por el encuentro de corrientes de aire frías y calientes sin descartar el uranio como posible agente cocausal, aunque este último hecho no pasa de ser mera especulación.
Entre 1997 y 2000, un equipo liderado por Nelson Falcón de la Universidad de Carabobo, realiza varias expediciones y logran el primer modelo microfísico del relámpago del Catatumbo identificando al metano como una de las principales causas del fenómeno, aunque también es una simple especulación, ya que el metano no es aquí tan importante como en otras áreas petrolíferas de zonas secas o desérticas en las que no existe nada parecido.
El relámpago no se ha visto desde enero 2010, el período más largo sin relámpago visible en casi un siglo, a causa de la fuerte sequía que afectó al país, causando temores que haya desaparecido para siempre. Sin embargo, los estudios realizados para comprobar si había desaparecido o no, mostraron que no lo había hecho y tampoco había cesado su actividad, solo había dejado de ser visible a simple vista; de hecho, no habían descendido sus descargas eléctricas habituales.
[YT]http://www.youtube.com/watch?v=pMY3CwPjLEQ[/YT]
El relámpago del Catatumbo es un singular fenómeno meteorológico que se produce en el sur del lago de Maracaibo en Venezuela, cuyo nombre proviene del río Catatumbo.
Este fenómeno se caracteriza por ser un relámpago casi continuado y silente (especialmente por las grandes distancias), que se produce en nubes de gran desarrollo vertical formando arcos eléctricos entre los 2 y los 10 kilómetros de altura (o más), a medida que los vientos alisios penetran en la superficie del lago en horas de la tarde (cuando la evaporación es mayor) y se ven obligados a ascender por el sistema montañoso de Perijá (de 3.750 msnm) y la Cordillera de Mérida, el ramal venezolano de los Andes (de 5.000 msnm, apróximadamente).
El origen de este fenómeno está en el efecto orográfico de estas cordilleras que encierran y frenan a los vientos del noreste produciéndose nubes de gran desarrollo vertical, concentradas principalmente en la cuenca del río Catatumbo. Este fenómeno es muy fácil de ver desde cientos de kilómetros de distancia, es decir, desde el propio lago (donde no suelen presentarse nubes durante la noche) por lo que también se conoce como el Faro de Maracaibo, ya que las embarcaciones que surcaban la zona podían navegar durante la noche sin problemas en la época de la navegación a vela. Tiene una ocurrencia anual de 140 a 160 noches o más, durando hasta 10 horas por noche y produce hasta 280 descargas por hora. Además, estas tormentas eléctricas producen un elevado porcentaje de toda la capa de ozono generada a escala mundial por lo que el relámpago del Catatumbo puede considerarse como uno de los principales regeneradores individuales de la capa de ozono del planeta, pues produce aproximadamente 1.176.000 descargas eléctricas atmosféricas. El origen de esta formación de ozono se encuentra en la ionización de los gases atmosféricos con las intensas descargas eléctricas.
Entre 1966 y 1970, el científico Andrés Zavrostky junto a ayudantes de la Universidad de los Andes, realizó tres expediciones con las cuales concluye que la localización tendría varios epicentros en las ciénagas del Parque Nacional Ciénagas de Juan Manuel de Aguas Claras y Aguas Negras al oeste del lago de Maracaibo, y sugiere en 1991 que el fenómeno ocurre por el encuentro de corrientes de aire frías y calientes sin descartar el uranio como posible agente cocausal, aunque este último hecho no pasa de ser mera especulación.
Entre 1997 y 2000, un equipo liderado por Nelson Falcón de la Universidad de Carabobo, realiza varias expediciones y logran el primer modelo microfísico del relámpago del Catatumbo identificando al metano como una de las principales causas del fenómeno, aunque también es una simple especulación, ya que el metano no es aquí tan importante como en otras áreas petrolíferas de zonas secas o desérticas en las que no existe nada parecido.
El relámpago no se ha visto desde enero 2010, el período más largo sin relámpago visible en casi un siglo, a causa de la fuerte sequía que afectó al país, causando temores que haya desaparecido para siempre. Sin embargo, los estudios realizados para comprobar si había desaparecido o no, mostraron que no lo había hecho y tampoco había cesado su actividad, solo había dejado de ser visible a simple vista; de hecho, no habían descendido sus descargas eléctricas habituales.
[YT]http://www.youtube.com/watch?v=pMY3CwPjLEQ[/YT]
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