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El segundo padre de Senna: Sid Watkins

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  • El segundo padre de Senna: Sid Watkins



    Gran aficionado a las carreras y graduado en Medicina y posteriormente especializado en neurocirugía, Sid Watkins recibió en 1978 la propuesta por parte de Bernie Ecclestone para convertirse en el médico oficial de la FIA en las carreras de Fórmula 1. Aquel primer año, llegó el primer golpe para la F1 en la era Watkins, ya que Ronnie Petersson fallecía en el Gran Premio de Italia al no recibir atención médica inmediata a causa de que la policía italiana impidió el paso del servicio médico al lugar del suceso.

    Inmediatamente después, el británico pidió a Ecclestone reforzar algunos campos médicos, como contar con un anestesista, un helicóptero y un coche médico que además acompañase a los monoplazas en la primera vuelta para evitar colisiones fatales en los primeros instantes del Gran Premio. Todo ello fue aceptado e implementado en la siguiente carrera.

    A lo largo de su colaboración en la máxima categoría del automovilismo, Watkins salvó la vida a numerosos pilotos gracias a su asistencia en pista, como es el caso de Didier Pironi, Nelson Piquet, Rubens Barrichello o Mika Hakkinen, al que tuvo que realizar una traqueotomía en pista y reanimar su corazón en dos ocasiones tras su fuerte accidente en Adelaida 1995.

    [YT]http://www.youtube.com/watch?v=F1gqpQBkDuU[/YT]

    CRASH Multi angle -Mika Hakkinen Adelaide 95. - YouTube

    A pesar de ser todo un héroe, poco pudo hacer por salvar la vida de su gran amigo Ayrton Senna en Imola 1994 ni la de Roland Ratzenberger en el mismo escenario un día antes. Justo después de aquel fatídico fin de semana, la Fórmula 1 dio un vuelco en cuanto a seguridad y mejoró en todas sus facetas, desde modificaciones en circuitos, mejoras en la indumentaria de los pilotos, cambios en los monoplazas, etc ... Sid Watkins fue el máximo artífice, ya que la FIA contó con él.

    Prof, como le llamaban amistosamente en el paddock, se retiró en 2005 dejando su puesto en manos del actual doctor Gary Hartstein. A pesar de su retirada, Watkins continúa ligado a la Fórmula 1 y a los programas de la mejora de la seguridad en dicha categoría. Actualmente es Presidente del FIA Institute y hace pocos años fue nombrado Caballero del Imperio Británico.

    Gracias a la labor de la FIA y de Watkins para mejorar la seguridad en una categoría que tantos riesgos conlleva, desde 1994 ningún piloto ha perdido la vida a pesar de accidentes tan fuertes como el de Kubica en Canadá 2007, el de Massa en 2009 o el de Sergio Pérez en Mónaco este 2011. La Fórmula 1 es una categoría hecha para héroes, Sid Watkins es uno de ellos.

    Su amistad con Senna



    Era el sábado 21 de febrero de 1991. Estábamos almorzando en el Tilmouth Park Hotel, cerca de Coldstream en el valle del Tweed. En el bar, Ayrton estaba disfrutando de una agradable e inusual experiencia: nadie le reconocía!! Nos habíamos encontrado la tarde anterior en Heathrow, habíamos volado a Edimburgo, y posteriormente nos habíamos dirigido a Belmont, mi casa en Coldstream.

    Ayrton siempre había querido ir a visitar el Museo Jim Clark en Duns, y lo habíamos organizado con el conservador del museo para hacer la visita esa tarde. La única condición que Ayrton puso fue que fuera una visita privada, sin prensa, sin publicidad, y sin que nadie, aparte del personal del museo, se enterara de ello. Jim Clark era, junto a Fangio, el piloto al que Senna más admiraba, y, por supuesto, la técnica de Ayrton era una reminiscencia del pilotaje “de reloj” de Jim Clark en los años 60.

    Habíamos pensado en ir a pescar salmón al Tweed aquella mañana, pero había habido una gran tormenta y el río estaba demasiado removido para pescar. En vez de eso, habíamos dado un paseo hasta Tweedmill, y Ayrton se había hecho una foto con mi amigo Mick Osinski, mi compañero de pesca habitual. La foto es una de las posesiones más preciadas de Mick. De camino hacia Duns yo iba al volante, y girando hacia la calle donde creía que se encontraba el museo, tuve un momento de duda, buscando un cartel que indicara la dirección correcta. “Allí está al cartel”, dijo Ayrton. “¿Dónde?” repliqué. “Al final de la calle”, dijo, “Jimmy Clark Museum”. Yo no podía ni siquiera ver el poste donde estaba el cartel, y mucho menos la inscripción, puesto que estaba como a unas cien yardas de distancia. Su extraordinaria agudeza visual era uno de los atributos de Senna, y estoy seguro de que es uno de los requisitos necesarios para ser un piloto de los grandes. Jackie Stewart también tenía una vista destacable, esta facultad hace posible un desarrollo tal de la percepción de profundidad y de distancia que los adelantamientos, motivo de preocupación para las personas normales, se realizan con la eficacia de una computadora.

    Una vez en el museo hicimos la visita, Ayrton accedió a ser fotografiado, firmó en el libro de visitas, y finalmente preguntó si podía tomar prestada una diapositiva de Jimmy Clark para mostrarla aquella noche en Loretto, la vieja escuela de Jimmy Clark. En la escuela, Senna fue a ver la placa en memoria de Jimmy en la capilla y presentarle sus respetos.

    Al final de la tarde, yo conducía de nuevo hacia el aeropuerto de Edimburgo para dejar a Ayrton en su avión de vuelta con rumbo a Estoril. Durante el camino, me dijo: “Profesor, quiero que sepas que creo que eres muy buen conductor y muy seguro, ¡pero debo decir que eres muy, muy lento!”
    Realmente, este no era su caso en un coche de calle.

    En una ocasión, tras hacer un viaje de Londres a Bolonia en su avión, le pedí despreocupadamente si quería conducir el coche que yo había alquilado. A pesar de la presencia de su tranquila madre y su hermana en el coche, tomó la Autostrada Tangenziale como un relámpago.
    Cuando nos acercábamos a Castel San Pietro, donde habitualmente se alojaba, había una larga doble fila de coches esperando en el semáforo de un cruce. Sin dudarlo, ni reducir la velocidad, se coló entre las dos filas, dejando tan sólo un centímetro de espacio libre por cada lado, la luz se puso verde, y antes de que algún automovilista ultrajado pudiera tocar su claxon, ya habíamos desparecido de allí. Yo iba sentado en el asiento del copiloto con las mandíbulas tan apretadas que los músculos de la cara me dolían cuando llegamos al hotel.

    En sus primeros años en Formula 1, cuando estaba esperando la confirmación de su contrato con Lotus, sufrió una parálisis facial por una infección vírica, y no podía cerrar un ojo. Peter Warr, por aquel entonces Jefe de equipo de Lotus, solía llamarme por teléfono muy preocupado por sus posibilidades de recuperación. Yo siempre le tranquilizaba, pero un día Peter me dijo: “¿Cómo va a pilotar para nosotros si no puede cerrar el ojo?” Yo le contesté que creía que era mejor que los pilotos de F1 condujeran con los ojos bien abiertos.
    De hecho, le sugerí que había un par de corredores que serían menos peligrosos en la pista si pudieran ver hacia donde iban, y si fueran capaces de mirar sus retrovisores. La principal preocupación de Peter era que en caso de accidente, si no podías cerrar el ojo, podía aumentar la probabilidad de una lesión ocular. Era razonable, pero yo estaba haciendo todo lo que podía para evitar que Senna perdiera su oportunidad con Lotus. Finalmente, se recuperó completamente, aunque desde entonces, su sonrisa tendió a quedar algo ladeada.

    Por supuesto, tenía una sed de velocidad insaciable, y en numerosas ocasiones le había dicho que no era necesario ir tan rápido para ganar. Una vez, tras haberle repetido yo esto una vez más, me confesó: “Sid, me acuerdo de tu consejo cuando paso por al lado de tu coche aparcado a la salida de pits, pero durante el resto de la vuelta se me olvida hasta que te veo de nuevo”. Una vez, en Mexico, en su vuelta de honor tras haber ganado la carrera, pasó al lado de mi coche, que estaba aparcado en la recta de atrás, antes de la Parabolica. Estaba tan contento por haber ganado que se giró para saludarme con gran excitación mientras pasaba, perdiendo ligeramente el control. Lo corrigió a tiempo, pero luego vino a disculparse por su pérdida momentánea de concentración.

    En marzo de 1993, el jueves antes de los entrenos del GP de Brasil en Jacarepagua, me invitó a pescar en su amada finca. Me encontré con él en el circuito tras haber hecho la inspección médica del mismo con el Dr. Renato Duprat, el Jefe Médico. Me llevó en helicóptero, tras una breve escala en el tejado de sus oficinas. Una vez en la finca, me condujo a su casa y me cedió sus propias estancias para pasar aquella noche. Algunos años antes, había repoblado de peces el lago que hay frente a la finca, y pescamos con cañas de sedal fijo (sin carrete), y semillas de maíz como cebo. Hubo mucho movimiento, y en alrededor de una hora ya habíamos capturado unos treinta peces de buen tamaño. Los hizo empaquetar para enviar a la pequeña aldea donde vivían los trabajadores de la finca. Mientras pescábamos, Milton, su padre, se dedicaba a hacer cabriolas de forma temeraria alrededor de la finca con una moto de agua.

    Aquella noche hubo una tormenta terrible, y nos quedamos sin luz ni teléfono. Yo tenía que telefonear a casa, y Senna dijo que había una ciudad a unas cuantas millas y que podíamos ir allí. Nos subimos en su todo terreno, y partimos por las carreteras inundadas de barro, con Ayrton conduciendo alegre y velozmente.
    Cuarenta millas más tarde llegamos a una pequeña ciudad e intentamos llamar desde una cabina sin éxito. Mientras lo probábamos, llegaron unos cuantos niños a observar la escena. Cerca de allí había un pequeño garaje. El mecánico reconoció a Ayrton, pero no nos quería dejar usar el teléfono para una llamada transoceánica. Senna fue muy amable con él y se comportó con su humildad habitual, sin intentar aprovecharse de su posición.
    Le dije a Ayrton que le explicara que yo podía usar una tarjeta telefónica de la British Telecom para que su garaje no tuviera que pagar la factura. La explicación surtió efecto e hicimos la llamada.
    Para cuando nos marchamos, ya había una gran multitud de niños esperando para pedir autógrafos, que Senna firmó debajo de una farola de la calle. Regresamos a la finca y Senna le explicó a su padre maravillado: “Sid tiene esta maravillosa tarjeta y un número, y puedes hacer llamadas desde cualquier lugar del mundo con ella”.
    Es obvio que creo que teníamos un vínculo especial.

    Cuando visitaba Londres, solía aparecer por el East End para que pudiéramos cenar juntos en uno de los restaurantes chinos locales que hay cerca de mi hospital. El resto de clientes nunca estaban seguros de si era Senna o no. Se cruzaban miradas curiosas de vez en cuando, pero no “ese” Senna no podía estar cenando en un modesto restaurante chino en las callejuelas del East End, en el pobre barrio de Tower Hamlets... ¿o sí?
    No puedo añadir absolutamente nada a lo que ya se ha escrito sobre él como piloto.

    Como hombre, estaba tan comprometido con su pilotaje y con su deporte, que enfureció y volvió loca a mucha gente en el mundillo de los grandes premios: pilotos, comisarios, directivos, y periodistas. Pero tenía ese otro lado que yo conocía bien.
    Last edited by jeresdeford; 12-09-2011, 16:40.

  • #2
    Respuesta: El segundo padre de Senna: Sid Watkins

    el verdadero "the doctor"

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    • #3
      Respuesta: El segundo padre de Senna: Sid Watkins

      Me quede sin palabras
      Se te extraña Ayrton, tanto, pero tanto.....

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      • #4
        Respuesta: El segundo padre de Senna: Sid Watkins

        Muy lindo jeres, gracias por compartir!!

        posta que se lo extraña negro..

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        • #5
          Respuesta: El segundo padre de Senna: Sid Watkins

          En la pelicula hablan mucho de el un padre con todas las letras.

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          • #6
            Respuesta: El segundo padre de Senna: Sid Watkins

            Excelete jere!!!

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            • #7
              Respuesta: El segundo padre de Senna: Sid Watkins

              excelente post, muy buenas anecdotas

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              • #8
                Respuesta: El segundo padre de Senna: Sid Watkins

                Muy bueno jeres!

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                • #9
                  Respuesta: El segundo padre de Senna: Sid Watkins

                  excelente! gracias por compartir!

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                  • #10
                    Respuesta: El segundo padre de Senna: Sid Watkins

                    Me lo leí todo.... es emocionante.... Sin palabras! Gracias por compartirlo! Y me adhiero al comentario de El Negro...!

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                    • #11
                      Respuesta: El segundo padre de Senna: Sid Watkins

                      Gran articulo. Se agradece!

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                      • #12
                        Respuesta: El segundo padre de Senna: Sid Watkins

                        la verdad q muy lindo aporte! como dijieron arriba gracias por compartirlo!!!!

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                        • #13
                          Respuesta: El segundo padre de Senna: Sid Watkins

                          Lo lei detenidamente; Exelente Post Jerez, Me quede sin palabras.

                          Muchas Gracias.

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